De todo lo que dicen los indignados lo que más molesta a los políticos de cualquier signo es el “No nos representan”. Muchos amigos míos se indignan con las críticas generalizadas a los políticos que cada vez son más habituales. Sin embargo, desenmascarar el verdadero rostro del poder político actual no es atacar la política y mucho menos, la democracia, sino al contrario, recuperarla. Los partidos políticos, los mismos políticos, los medios de comunicación dominantes, todos colaboran en ofrecer una imagen despersonalizada del poder, especialmente del poder económico que parece dominar el mundo.
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El derecho de huelga en riesgo
Escribo esta columna los jueves para que se publique los sábados. En este caso la escribo el día de la huelga general para que se publique dos días después cuando ya se habrán hecho todos los análisis posibles. La escribo, además, después de un día en el que he hecho huelga, he participado en un piquete, en una concentración y en la masiva manifestación de Madrid.
No olvidemos cómo y dónde estamos
Hay muchísima gente que no entiende lo que es el déficit, ni la prima de riesgo, ni el diferencial. Y sin embargo en los telediarios dedican una buena parte de la información a contarnos cosas relacionadas con eso. Sin saber lo que es el déficit–y aun sabiéndolo- lo que una aprende al ver cualquier telediario es que el déficit es casi como la propia constitución, más importante que cualquier principio, que cualquier derecho. Es eso que tiene que cumplirse, sí o sí.
La gran farsa
La realidad no está donde nos la están contando. Todo lo que estamos viendo, lo que se dice en la mayoría de los medios, lo que hablan los políticos y los sindicatos, esas notas que bajan las agencias de calificación…todo eso no es más que una parte sesgada de la realidad. La realidad es que estamos inmersos en una gran farsa. Lo de Grecia es una farsa, lo demás también. Incluso lo dice así el último editorial de ‘Der Spiegel’, pero su “revelación” no va a pasar de ser un artículo en una revista. El interés de casi todos está en seguir repitiendo y manteniendo las mentiras sobre las que se levanta este sistema absurdo e injusto. Todo el mundo sabe que Grecia, haga lo que haga, no podrá devolver los préstamos y que las exigencias que se le están haciendo no son para que el país se recupere; de hecho con estas exigencias no puede recuperarse. Todas esas idas y venidas, negociaciones, pseudovotaciones, llamadas a la responsabilidad y a los sacrificios… no son más que disimulos de lo que es, en realidad, una batalla en la ofensiva neoliberal contra los derechos adquiridos por los trabajadores en los últimos 100 años. Lo que se pretende es volver al siglo XIX en salarios y derechos. Lo que se pretende es que los trabajadores europeos vuelvan a ser seres humanos baratos que sacrifiquen sus vidas a la codicia de unos pocos.
Fascismo de baja intensidad
Ya sé que estamos en elecciones y que los políticos se desgañitan, que hay crisis y primas de riesgo, que el paro es estratosférico, que todos vivimos peor (y peor que vamos a vivir) y que todos y todas estamos muy preocupados con esa cuestión, que no hablamos de otra cosa, que estamos viendo como en Italia y Grecia ha ocurrido algo que si no son movimientos antidemocráticos se le parecen mucho: se ha quitado a presidentes elegidos democráticamente y se ha puesto en su lugar a banqueros que no ha elegido nadie. Los nuevos presidentes son banqueros, financieros, personas que nos llevaron a esta crisis y que no son técnicos por encima de las ideologías, como a veces parece que se nos explica, son especialistas en aplicar soluciones neoliberales, especialistas en ahondar en el neoliberalismo aun más. Con todo, no pasa nada, o muy poco. Estamos tan absolutamente machacados, asustados, aterradas por nuestro futuro, nuestras hipotecas y nuestro trabajo que sólo queremos que el tsunami pase y no se nos lleve por delante. Es cierto que hay un enorme movimiento global de protesta que aun está en gestación y que no sabemos cómo va a germinar. Todo eso está por ver.
Ajuste sobre ajuste
El miércoles pasado estaba escuchando la tertulia política de la cadena Ser dedicada a la crisis griega y a la posible quiebra del país heleno. Para ilustrar la cuestión Carlos Francino anunció que iban a entrevistar a una española que vive y trabaja en Grecia y que podía informar de primera mano de la situación. En esto dan paso a una señora de la que nos informan que es directora general de una empresa agroalimentaria. A la pregunta de si su empresa ha notado mucho la crisis, la señora dijo que no, que al ser el suyo el sector agroalimentario no se ha notado mucho (parece que sí, que en comer aun tenemos que gastar).
Todo sin nosotrxs
Llevamos meses en la calle protestando por la salida neoliberal que se nos está imponiendo a la crisis y pidiendo una profundización en la democracia, de manera que esta sea más representativa de la voluntad de la ciudadanía. Uno de los problemas más evidentes que tenemos es que se ha roto la cuerda que unía a los partidos políticos y a los parlamentos con sus respectivas ciudadanías. Del PP no digo nada porque es la derecha y no tiene otro objetivo que recortar derechos sociales y laborales y hacer más ricos a los ricos. Es obvio que no puede apoyar nada que pida un reparto de la carga de la crisis más justo o una democracia más representativa y real.
El 15 M y la izquierda
Pase lo que pase el Movimiento 15 M ha cambiado las cosas. Ya las ha cambiado porque, nos lo creamos o no, sea verdad o no, ha obligado por fin al candidato del PSOE a hacer un discurso de izquierdas. Todos los economistas de izquierdas, los votantes del PSOE y de fuera del mismo, las personas de izquierdas más que hartas; todos los artículos de opinión, las elecciones que se han perdido, la mayoría de izquierdas de este país, no habíamos conseguido lo que el 15M ha conseguido en un par de meses, que el partido más grande de la izquierda por fin entienda, o al menos escuche, el mensaje: es por la izquierda. Sorprendente el discurso de Rubalcaba en su proclamación como candidato: tasa Tobin, impuesto sobre el patrimonio, impuesto a las grandes fortunas, reforma electoral…todo lo que ha sido imposible lograr en el parlamento antes y a pesar de que algunos partidos llevaban años pidiéndolo. Me parece esperanzador que dentro del PSOE se haya comprendido que las elecciones sólo pueden ganarse con propuestas de izquierda. Quizá no sea con Rubalcaba, quizá no sea ahora, pero al menos se comienza a andar un futuro distinto. Tenemos que seguir presionando. Las cosas no han hecho sino comenzar.
Ciudadanía, reconocimiento y políticas públicas para las personas LGTB
Jornadas del Ararteko. Bilbao Mayo 2009
Ciudadanía liberal
Durante el debate que el Movimiento homotransexual tuvo que mantener en la defensa tanto del matrimonio entre personas del mismo sexo como de la Ley de Identidad de género para las personas transexuales, los y las activistas utilizamos muy a menudo el argumento de que estas leyes significaban acceder a la ciudadanía plena. Era una parte de la verdad, una parte muy importante, una manera simple de explicarlo para que todo el mundo lo entendiera, pero lo cierto es que el concepto de ciudadanía va mucho más allá de la igualdad formal. La justicia social exige mucho más que la no discriminación legal, por lo que el activismo LGTB (homosexual y transexual) tiene todavía mucho trabajo que hacer.
