Pase lo que pase el Movimiento 15 M ha cambiado las cosas. Ya las ha cambiado porque, nos lo creamos o no, sea verdad o no, ha obligado por fin al candidato del PSOE a hacer un discurso de izquierdas. Todos los economistas de izquierdas, los votantes del PSOE y de fuera del mismo, las personas de izquierdas más que hartas; todos los artículos de opinión, las elecciones que se han perdido, la mayoría de izquierdas de este país, no habíamos conseguido lo que el 15M ha conseguido en un par de meses, que el partido más grande de la izquierda por fin entienda, o al menos escuche, el mensaje: es por la izquierda. Sorprendente el discurso de Rubalcaba en su proclamación como candidato: tasa Tobin, impuesto sobre el patrimonio, impuesto a las grandes fortunas, reforma electoral…todo lo que ha sido imposible lograr en el parlamento antes y a pesar de que algunos partidos llevaban años pidiéndolo. Me parece esperanzador que dentro del PSOE se haya comprendido que las elecciones sólo pueden ganarse con propuestas de izquierda. Quizá no sea con Rubalcaba, quizá no sea ahora, pero al menos se comienza a andar un futuro distinto. Tenemos que seguir presionando. Las cosas no han hecho sino comenzar.
El Movimiento 15 M ha roto el mito de la inevitabilidad de las cosas, que son así y no pueden cambiarse. Las cosas pueden cambiarse siempre y la historia no está escrita. Lo que el 15M ha logrado es que se hable de cosas que antes no estaban en discusión, que parecían formar parte del paisaje y que se aceptaban sin más. Los privilegios inaceptables de una parte de la clase política, convertida en plutocracia, algunos sueldos escandalosos, algunas prebendas, la inaguantable corrupción; los sueldos mucho más escandalosos de los banqueros o financieros que causaron la crisis, sus privilegios, su ambición sin límites que se lleva por delante las vida que haga falta. El 15M ha conseguido, sobre todo, que se pueda hablar de la realidad, de la injusticia, de lo que es real para nosotros, para la ciudadanía, y no de eso que los políticos quieren que hablemos o la mayoría de los medios quieren presentar como la realidad. Lo que el 15M ha hecho ha sido hacer que el mensaje de que el sistema es injusto se escuchara claramente y en todas partes. Antes existía una auténtica conspiración de silencio acerca de la radical injusticia del sistema económico capitalista, de la dictadura de los mercados, que aparecía escondida o camuflada debajo de cifras o conceptos macroeconómicos ininteligibles para muchos.
Las personas que forman el Movimiento 15 M han puesto cara y nombre a los desahucios y nos han enseñado que una sociedad que se de tal nombre no puede permitir dejar en la calle a personas que lo han perdido todo sólo para evitar que los bancos dejen de ganar lo que tienen previsto ganar; han puesto caras y nombre a las situaciones de paro, han puesto el énfasis en lo que nos estamos jugando, en que esto es una batalla entre un sistema económico y los que se lucran gracias a él y la inmensa mayoría que lo sufrimos y lo pagamos. Además, el 15M ha puesto de manifiesto el déficit democrático que sufrimos, donde no todos los votos valen lo mismo y donde la frase de “una persona un voto” está muy lejos de ser real.
Parece mentira porque parece sencillo de decir, pero no lo era tanto antes. El Movimiento 15 M ha demostrado, contra todos los que al principio les acusaban de hacer daño a la izquierda sólo porque hacían daño a unos partidos que de izquierda ya tenían poco, que los valores de la justicia sólo pueden venir de la izquierda, que la gente quiere vidas dignas, que la gente merece vidas dignas y que la defensa de los derechos humanos, con los que todos se llenan la boca, incluyen uno fundamental y que los resume todos: el derecho a una vida digna. Al final todo queda resumido en eso. Algo por lo que lucharon nuestros padres y madres y abuelos y que ahora está en discusión: derecho a la salud, a la educación, a una vivienda, a la verdadera igualdad de oportunidades, a tener un futuro. Según las encuestas, la ciudadanía española simpatiza muy mayoritariamente con el 15M y según los estudios que se han hecho, los y las integrantes del 15M son, se definen y se piensan como de izquierdas. A pesar de eso, no votan a los partidos de izquierdas.
Al final de todo, lo que queda es esto: la ciudadanía quiere mayoritariamente vivir según valores y derechos defendidos por la izquierda pero los partidos políticos que se supone que defienden esos valores o estos derechos han acabado defraudando a sus votantes, se han convertido en una clase aparte, en funcionarios del sistema del que forman parte y por ello han acabado perdiendo elecciones y el poder. La gente ha dejado de confiar en que la política pueda mejorar sus vidas. Simplemente es hora de que los partidos políticos, al menos los que se dicen de izquierdas, vuelvan a ser nada más y nada menos que los representantes de la verdadera voluntad de sus votantes. No basta con que digan que han entendido el mensaje. Quizá serán necesarios nuevos partidos, desde luego son necesarias nuevas personas, una nueva generación de personas que no lleve toda la vida viviendo de la política y en la política. Por todo lo conseguido y lo que aun se va a conseguir el 15M merecerá un lugar en la historia.
4 respuestas a «El 15 M y la izquierda»
¿Eso ha dicho Rubalcaba? Tasa Tobin.. madre mia, impuestos y mas impuestos …a los ricos.. si.. aunque ¿cuantos ricos quedan? (creo que es una buena pregunta) y ¿quien garantiza que no se quedará él esos impuestos? que es lo que piden los manifestantes.. que los políticos (todos) no se lo lleven crudo.. Bueno.. y yo que lo vea
EQUOnomía
El Movimiento 15M ha movido conciencias: cierto; Ha generado esperanzas: cierto; ha cambiado discursos: cierto…¿pero ha cambiado intenciones en las clases políticas? Ahí queda eso.
Aunque sólo fuera por lo que dices, ya sería bastante. Con mover a la ciudadanía que parecía muerta…Y en lospartidos de izquierda al menos se han hecho eco de algunas cosas. El PSOE ha cambiado su discurso y aunque no nos lo creamos mucho al menos sí que ha ayudado a que se mueva gente de dentro del partido, gente que antes estaba callada y aplastada por el discurso oficial. Yo creo que el 15M va a cambiar las cosas muy profundamente. Van despacio sí, pero porque van lejos.