Sin perspectiva de género no hay justicia para las mujeres. No obstante, la introducción de la perspectiva de género en el derecho penal levanta aun ampollas en los sectores más conservadores del poder judicial y de la sociedad, que siguen repitiendo ese mantra demostradamente falso de que el «derecho es igual para todos» obviando un conocimiento feminista aquilatado ya en prácticamente todas las instituciones, en la Academia y desde luego también en el derecho penal a través de diversas sentencias y de bastantes leyes. Pero, como sabemos, no importa cuántos convenios internacionales se firmen o cuantas sentencias se dicten, que la idea de que la perspectiva de género introduce desigualdad en lugar de igualdad, sigue siendo defendida por los sectores más renuentes al cambio social en lo que se refiere a la igualdad entre mujeres y hombres.

