Es normal que Ciudadanos y Esperanza Aguirre se muestren partidarios de la regulación de la prostitución. Angela Merkel también lo es y contribuyó a la regulación de la misma en Alemania. Es normal, hablamos de una gran industria, la segunda mayor industria del mundo, mueve millones de euros y es un gran lobby con una enorme capacidad de presión social y política. Un lobby que paga a medios de comunicación y a expertos de todo tipo para conseguir una opinión pública favorable a sus intereses. Un lobby empresarial que, al igual que cualquier otro gran lobby, trabaja no para dotar de derechos a las personas más vulnerables, sino para aumentaEn los próximos años, quizá meses, vamos a ver cómo la derecha se preocupa cada vez más de la prostitución. Su propuesta será regularla y su excusa serán los derechos de las prostitutas. El Partido Popular ya la ha incluido en el PIB y próximamente vamos a escuchar hablar mucho de estos derechos, como hace ya Albert Rivera. No sé si engañarán a nadie, quizá sí, pero es llamativo que el mismo partido que se opone a que los inmigrantes irregulares tengan derecho a la sanidad quiera ahora dotar de derechos a las prostitutas, la inmensa mayoría migrantes, muchas irregulares. No hace falta explicar que decir “derechos” y “Esperanza Aguirre” en la misma frase hace que ésta explote, es una contradicción en sus términos.