Esta es una pregunta trampa que le hacen periódicamente a Irene Montero con la única intención de generar un poco de ruido por las redes. Sin embargo, si es una pregunta plausible es porque, en realidad, no es fácil de responder. Por una parte todo el mundo sabe lo que es una mujer; es decir, hay una definición que suponemos compartida (aunque no sea así) por la mayor parte de la humanidad. Pero, por otro lado, parte de esa definición, o toda, lleva siglos puesta en cuestión por algunas corrientes de pensamiento, especialmente feministas; hay filósofas que han dedicado obras monumentales a responderla. En Carta de una mujer indignada, Wassyla Tamzaly, por ejemplo, una mujer que reivindica el feminismo ilustrado frente a, digamos, el feminismo posmoderno, escribe que la pregunta “¿qué es una mujer?” es la pregunta fundamental que ha llevado al feminismo a hacer frente al orden patriarcal. Esa pregunta, radical y política, dice, es la única capaz de sacarnos del caparazón del sistema patriarcal. Es obvio que si la respuesta a esta pregunta fuera “una persona con vagina” o una “hembra de la especie humana”, la pregunta no tendría ningún sentido.