Ruido

Vivimos una época de fin de ciclo del capitalismo, una de tantas, con los tambores de guerra sonando muy cerca, con un genocidio teniendo lugar ante nuestras narices, con la vida cotidiana imposible, no se puede acceder a una casa, por ejemplo, muchos trabajos no dan para vivir, no se puede tener hijos, venden nuestra sanidad… ¿tendremos pensiones? Nos lo venden todo…Y nos dicen que no hagamos ruido. Porque todo esto va a arreglarse sin ruido.

“Aborrezco el ruido” es una afirmación que una política de izquierdas no se puede permitir decir. Como mucho podemos decir que hay veces en que, estratégicamente, es mejor no hacer ruido. Pero en general, la izquierda camina hacia adelante haciendo ruido. No hay otra. Ruido y más ruido, y más ruido.

Las revoluciones se hacen con ruido, los cambios tectónicos también, nuestros deseos y aspiraciones pasan por hacer mudanzas ruidosas. La verdad, en general, está oculta y para que se escuche hay que hacer ruido. El voto de las mujeres generó ruido, el fin de la esclavitud, ruido, las grandes manifestaciones…ruido, el afán pacifista de una generación, ruido. El “No a la guerra”, tiene que ser más ruidoso que nunca, el “MeToo” ruido; “Lifes black Matter…ruido”. “No hay pan para tanto chorizo”, ruido; queremos casa, queremos sanidad pública, trabajo digno, queremos que se nos vea…ruido o no se nos verá nunca. Para ruido el suyo, por cierto. Las mentiras hacen ruido, las fake news, son ruidosas, las bodas casposas donde se ríen de nosotras…ruido. El lawfare con que pretenden descabezarnos, hace ruido. A todo el ruido que han montado con sus mentiras, sus falsas verdades, sus campañas de insidias que quedan en nada…hagamos nosotras más ruido. Ruido para combatir el ruido que hacen ellos: los insultos, las mentiras, los juicios paralelos y los juicios reales, las armas cuando suenan, como en las fronteras…  ¿Cómo combatir el ruido con el que pretenden aturdirnos sin nuestro propio ruido?

Si queremos estar en la agenda política, si queremos echarles, si queremos construir un mundo en el que quepamos todas, si queremos ser capaces de desenmascarar sus mentiras, si queremos que repartan algo de que lo que hemos ganado con nuestro trabajo, que devuelvan lo robado; si queremos otro mundo y no este…hagamos tanto ruido que no puedan ignorarnos, Como en el 15M, como en las olas feministas, como en las manifestaciones masivas, como en el NO a la guerra, que tengan que oírnos. No les dejemos dormir.

El ruido es la vida y es la política, el silencio puede servir como estrategia en un momento dado, pero si se alarga es la muerte.” Aquí estoy para vivir mientras el alma me suene”, dijo Miguel Hernández, mientras mi alma suene y haga ruido. El silencio debe comenzar en el cementerio.