He tomado prestado el título de mi amiga Beatriz Ranea Desarmar la masculinidad y lo he parafraseado un poco porque me viene perfecto para hacer una crónica urgente de lo sucedido en la gala de los Oscars de ayer.
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Etiqueta: Cultura
Miguel Bosé y la homofobia
Después de ver y leer la entrevista que Luz Sánchez Mellado le hizo a Miguel Bosé en El País (¡qué paciencia!), se me ocurrió hojear la biografía que ha escrito el cantante. Bosé es un personaje de la cultura popular que siempre me ha resultado intrigante, como a mucha gente. Un personaje que comenzó siendo muy querido y admirado y ha terminado siendo carne de meme. Comenzó siendo un ídolo de adolescentes que encarnaba la España que salía del franquismo y ansiaba ser moderna y sexualmente despreocupada, y ha terminado convertido en un personaje algo siniestro que da entre miedo y rabia y que genera bastante consenso en su contra. Es, en todo caso, un personaje intrigante.
Estudié Filología Semítica, especialidad hebreo y arameo. No, no hablo hebreo moderno, por si alguien ha pensado que mis estudios podrían tener alguna utilidad en este mundo, pero leo hebreo y arameo bíblicos y hebreo medieval. No sé si es práctico ni para qué debería serlo, a mí me abrió muchos mundos. La Biblia es un universo en realidad, un libro oceánico. Un libro de libros en los que cabe todo: poesía, historia, literatura, canciones, filosofía, aventuras, crónicas, dolor, esperanza…La humanidad entera cabe en esos libros. Y si tuviera que enviar un libro al espacio para que unos supuestos alienígenas supieran quienes somos, mandaría este. Estoy segura de que hay libros similares en otras culturas, libros de libros, que juegan el mismo papel de mostrar cómo somos, por qué lloramos o cantamos, a qué tememos, qué nos hace felices, que nos angustia, cómo amamos, como vivimos. En mi cultura, todo esto está en la Biblia. No me gusta decirlo porque parece que necesito justificarme, pero sí, soy atea. La Biblia, al menos lo que llamamos AT, no es precisamente un libro muy espiritual, es pura carne.
Otro documental sobre Dolores Vázquez
En los últimos meses he tenido ocasión de participar en dos documentales sobre la figura de Dolores Vázquez. El dirigido por Tania Balló y el que se está ahora emitiendo, en seis capítulos, en HBO. Son muy diferentes.
Nomadland, una visión alternativa
Salí de ver Nomadland muy pensativa, necesitaba digerir la película. Es, sin duda, una película hermosa, pero había algo en ella que no acababa de gustarme. Quizá tenga que ver con las críticas que he leído, todas muy buenas; quizá no se debería ir a ver una película habiendo leído sobre ella. Pero había leído. Había leído que es una crítica al neoliberalismo, a los empleos «uberizados», a la muerte de los lugares de pertenencia cuando la globalización impone la desertización de todo: pueblos, ciudades, paísajes, amores, amistades…; había leído que era una oda a la solidaridad entre los que tienen poco o nada, una alternativa para poder construir los vínculos que nos mantienen humanos aun en las peores condiciones posibles.
La polémica con Muñoz Molina
Hace unos días se desató una enorme polémica por el hecho de que Antonio Muñoz Molina aceptara y recogiera el premio Jerusalén concedido por el gobierno de Israel. Su actitud ha sido fuertemente criticada por intelectuales y activistas de los derechos humanos y el escritor, para defender su postura, ha esgrimido argumentos algunos de los cuales pueden ser ciertos, pero que él ha utilizado de manera torticera. Por razones que ahora explico he seguido la polémica con mucho interés.
Pequeña historia
Se recorta en las vidas de las personas para “apaciguar” a los mercados, se nos dice. Puede que nos traguemos la frase sin entenderla. No se sabe qué significa “apaciguar” (¿tienen algún final los supuestos nervios de los mercados?), no se sabe tampoco por qué están tan nerviosos, ni desde cuándo están así, ni quienes son…ni entendemos, sobre todo, por qué no podemos la ciudadanía exigir que se haga otra política. Todo esto ya lo habrán dicho los analistas estos días. En la mayoría de los análisis no se conseguirá que se vean las vidas que se pierden, que se truncan, que empeoran radicalmente; la infelicidad que sobreviene, la injusticia radical que estos presupuestos, que estas cuentas suponen. Los análisis no van a tener en cuenta las vidas que puede costar, por ejemplo, acabar con las políticas de prevención del VIH, o lo que significa que ya no haya dinero para la dependencia, lo que significa que se haya recortado brutalmente en becas…y que en cambio la Iglesia, el ejército, la monarquía, en fin, esas grandes instituciones encargadas por otra parte de que todo esto parezca natural y defendible ahí estén, como siempre, sacándonos la sangre.
El consul de Sodoma
Ya que todos opinan sobre la película El cónsul de Sodoma en la que se narra la vida, sobre todo amorosa y sexual de Jaime Gil de Biedma, yo como espectadora también tengo derecho de opinar. Mi impresión es que se trata de una película lograda que consigue explorar de manera emocionante una parte crucial y aún poco conocida de la vida del poeta. Y ese descenso a la sensualidad del personaje lo hace la película sin permitirnos olvidar en ningún momento su poesía ni su voz; lo que a mí me parece su mayor logro. La voz de Gil de Biedma no deja de llegar a los espectadores en la recitación de sus poemas que acompañan como una banda sonora las escenas.