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Algo pasa con el Papa


A mediados de la semana del Papa, quizá ya agotada de indignación, (que la indignación cansa) me he parado a respirar y me he dado  cuenta de que todo lo que está pasando es tan desproporcionado, tan enloquecido, que ni siquiera los que estamos protestando alcanzamos a darnos cuenta.  Todo podía haber sido más o menos normal: el Papa que viene y nos fastidia a los que estamos por una laicidad real. Se le recibe normal, como a un jefe de un estado que no lo es pero bueno, así es la política;  hace unas misas, vale, Rouco dice insensateces, las juventudes papistas lloran al ver a su ídolo en directo, cantan sus canciones y ya.  El hombre se va, la vida sigue.

Los ateos, laicistas y gente izquierdosa en general, por nuestra parte protestamos por el dinero público malgastado en esta visita. Comprobamos y denunciamos que de aconfesional este estado nada de nada. Hacemos la manifestación, escribimos en las redes sociales chistes sobre los católicos, los intelectuales escriben artículos sobre la verdadera iglesia..en fin, como ha sido otras veces y como seguirá siendo hasta que tengamos un estado aconfesional como dice nuestra maltrecha constitución.

Pero esta vez todo ha sido diferente empezando por el propio recibimiento. Éste ha sido tan exagerado que ha sido ridículo, parecía un chiste, una película de egipcios de cartón piedra.  Alguien (o álguienes) se ha dedicado a pensar en cómo acumular en poco tiempo el máximo fasto, dispendio y mal gusto posible.  Caballos jerezanos, grupos rocieros, la tuna, niñas histéricas llorando,  niños disfrazados de Guardias Suizos, autoridades todas y más,  alfombras de todos los colores, la legión y su cabra, paseo simbólico bajo una Puerta que no es una puerta a modo de quien atraviesa las murallas de algo, pasos de Semana Santa en procesión por la calle de Alcalá traidos de toda España y portados por costaleros polacos,  masas, masas, masas, miles de curas y obispos con sombrillas blancas para no romper la perfecta coreografía,  miles de todo, animadores que animan a la masa a gritar ¡Benedicto!. La cosa me hizo pensar en el libro de  Asterix y Cleopatra. Ese momento fabuloso en el que Cleopatra, para impresionar a César, saca toda la parafernalia egipciofaraónica al grito de: «¡Qué sepa lo que es una reina de Egipto!» Y se sube a una enorme carroza de oro tirada por esclavos nubios, se sienta en un trono rodeada de esclavas semidesnudas que la abanican y bailan y pone los pies encima de dos leones amaestrados. Al Papa sólo le han faltado los esclavos nubios y las bailarinas, de lo demás lo ha tenido todo. Los leones no los han sacado porque entrañan evidente peligro. Y todo esto, por supuesto, este espectáculo sin igual tiene que verse en la televisión y en el mundo entero.  Por eso la televisión, la supuestamente aconfesional TVE y supuestamente de todxs, lo retransmite todo en directo y sin ahorrarnos una sola misa. Según me cuentan en la TVE Internacional es aun peor y debido a la diferencia horaria retransmite hasta el sueño del Papa.

Por el otro lado, por nuestra parte, una protesta contra el excesivo gasto y a favor de la laicidad, una manifestación completamente normal y habitual en una democracia, pacífica como fue, se termina convirtiendo en el principio de una escalada represiva a todos los niveles y en una situación en la que nos han convertido en la kale Borroka II y han hecho que declararse ateo estos días se haya convertido en una temeridad. Dudas para autorizar la manifestación, como si pudiera prohibirse; policía que después no proteje la manifestación legal, sino que la dificulta;  policía con órdenes clarísimas de no tocar a un peregrino, a costa de lo que fuera, incluso de pegarnos a nosotros; periodistas golpeados y detenidos como en una dictadura, policías imposibilitando que un grupo de personas se besen en la calle, maltratando a gente por llevar camisetas contra el papa o por protestar en voz alta en el metro. De nuevo Sol cerrada a cal y canto como si fuera la plaza Tahir, el metro que no para ya en ninguna estación cercana no vaya a ser. Derechos democráticos pisoteados, igualdad vulnerada, represión brutal y completamente exagerada.

Así que sí, esto no es normal. Pasa algo. Seguramente pasa el 15M, seguramente pasa que la tensión social es creciente y que se dirige contra los responsables y contra los partidos políticos inoperantes. Sí, no nos engañemos, contra el sistema. Y los partidos, al menos los que son partidos de poder, los que tienen una responsabilidad en esto, se empeñan en seguir como si nada; pretenden seguir hablando de programas electorales vacíos, pretenden seguir generando noticias que no tienen nada que ver con la realidad de nuestas vidas, pretenden seguir con su rollo sin darse cuenta de que eso es, precisamente, lo que ha puesto en cuestión el 15M y todas las protestas que se vienen realizando. Los partidos ven que viene una campaña electoral en la que sus propuestas, más o menos, nos dan igual porque o nos proponen algo que de verdad suponga un cambio o nos da igual.  Hemos aprendido que los programas electorales no significan nada.

Evidentemente que  la derecha se siente mucho más cómoda con esta situación: prohibir, reprimir, volcarse con el Papa; la derecha da por amortizados los estallidos sociales violentos como el de Londres, aumentará la represión hasta donde pueda. Desgraciadamente es la izquierda la que parece no saber dónde pone los pies. Es el PSOE el que pierde votos como en una hemorragia y cada paso que da parece ahorcarse más y más.

Por Beatriz Gimeno

Nací en Madrid y dedico lo más importante de mi tiempo al activismo feminista y social. Hoy, sin embargo, soy un cargo público. Estoy en Podemos desde el principio y he ocupado diversos cargos en el partido. He sido Consejera Ciudadana Autonómica y Estatal. Del 2015 al 2020 fui diputada en la Asamblea de Madrid y ahora soy Directora del Instituto de la Mujer. Sigo prefiriendo Facebook a cualquier otra red. Será la edad.
Tuve la inmensa suerte de ser la presidenta de la FELGTB en el periodo en que se aprobó el matrimonio igualitario y la ley de identidad de género. He dado lo mejor de mí al activismo, pero el activismo me lo ha devuelto con creces.
Estudié algo muy práctico, filología bíblica, así que me mido bien con la Iglesia Católica en su propio terreno, cosa que me ocurre muy a menudo porque soy atea y milito en la causa del laicismo.
El tiempo que no milito en nada lo dedico a escribir. He publicado libros de relatos, novelas, ensayos y poemarios. Colaboro habitualmente con diarios como www.eldiario.es o www.publico.es entre otros. Además colaboro en la revista feminista www.pikaramagazine.com, así como en otros medios. Doy algunas clases de género, conferencias por aquí y por allá, cursos…El útimo que he publicado ha resultado polémico pero, sin embargo es el que más satisfacciones me ha dado. Este es “Lactancia materna: Política e Identidad” en la editorial Cátedra.

5 respuestas a «Algo pasa con el Papa»

También muchos cristianos protestamos por lo mismo… y vota(ba)mos a izquierdas porque en teoría, representa una ideología más justa… Esto se está yendo de madre porque quien puede hacer algo no lo hace, por temor a perder lo que tiene y al final perderemos todos (los de siempre, los de a pie)

Por que os molestan tanto los cristianos? Por que esas protestas? Los cristianos, practicantes o no, no nos molestan ni protestamos contra los laicos, ateos, etc. Cada uno a lo suyo ya esta. Vive y deja vivir. Un poco de tolerancia por favor. Criticáis la intolerancia, por ejemplo contra homosexuales, y luego la practicáis vosotros mismos. La izquierda en el fondo no tiene nada de justo, esa es su gran mentira, y ha quedado mas que demostrado en la historia, solo hay que ver las injusticias sociales en países comunistas, que afortunadamente ya quedan pocos. Lo mas justo es que cada uno pueda buscarse la vida y vivir como le plazca, sin ofender ni aprovecharse de nadie. No hay ninguna ideología perfecta, pero el liberalismo, tanto criticado por algunos, puede que sea el mal menor, y el menos injusto.
Que pena que EQUO no haya tirado por el camino del centro y se esté descarrilando por el abismo de la izquierda. Que pena que en EQUO al parecer no tengan cabida los cristianos, incluso no practicantes. EQUO prometía, pero cada vez pinta mas de ser uno mas del montón.

Los cristianos que van de víctimas perseguidas e incomprendidas, cuando en realidad son los perseguidores más intransigentes de cualquier ideología diferente, son los únicos que nos molestan. ¿Por qué tenéis que imponer vuestro código de conducta al resto de la sociedad? Si tu religión no te permite abortar, no abortes. No uses condón, no folles antes de casarte, no te divorcies, no ames a personas del mismo sexo, muérete con todo el dolor que te toque. Eso lo respeto. Pero no me impongas esas condiciones a mí, que no comparto tus creencias.
Y discúlpame, pero si yo hago una fiesta me toca a mí pagarla, no a tí. Lo mismo pedimos con la fiesta de estos días. Que la paguen los católicos, no el resto.

¿pagar tu el Orgullo? ¿pero tu sabes que el Ayuntamiento no nos pone ni ese agua con el que tan alegremente rocian a los peregrinos, como si no tuviésemos calor. El Ayuntamiento, además, nos cobra miles y miles de euros en concepto de seguro por todo lo que podemos usar. Lo mismito que los millones de euros que ha costado traer la faraón de Roma.

Hola Beatriz, ya creo que cansa la indignación y a mi me tiene agotado y te escribiría mucho mas de lo que pienso de la repulsiva derecha y el repulsivo clero, pero como te digo yo también estoy agotado. Estoy de acuerdo en todo lo que siempre escribes. Un saludo. Salud y República.

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