Trabajo en una redacción abierta, no hay despachos cerrados para nadie, todos compartimos el mismo espacio aunque distribuidos por «islas», mesas de cuatro u ocho puestos, según los departamentos: Contenidos, Tecnología, Jurídico, Recursos Humanos, Revista, Videos, Marketing etc. Me siento en la «isla» de Contenidos, cerca de la «isla» de Tecnología y cerca también de la puerta que lleva al bar/comedor, una puerta que cruzamos todos varias veces al día. En la isla de Tecnología se sientan sólo hombres, técnicos de mantenimiento de ordenadores. Son sin duda las personas más tontas de la empresa, ese tipo de hombre que sólo habla de futbol y chicas. No están muy bien pagados, casi todas las mujeres de esta empresa ganamos más que ellos, quizá eso no les guste. Así que han encontrado otra manera de empoderarse.