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En contra de los lobbys prolactancia


Un día se me ocurrió escribir un post sobre la lactancia para la revista Píkara Magazine y se lío buena. Le puse un título provocador: «Estoy en contra de la lactancia materna», aunque después explicaba que el título era eso, una provocación y que no podía sino estar a favor de la elección de las madres. Aunque sabía de la existencia de un poderoso lobby prolactancia, muy organizado, porque yo lo viví en primera persona y después de mí amigas y conocidas, lo que no podía saber, porque no me he ocupado del tema en los últimos tiempos, es hasta donde han llegado las cosas y lo peligrosas que se han vuelto. Que el asunto es importante lo demuestra el hecho de que ese post ha sido el más leído y el más comentado aquí, en este blog, y uno de los que más comentarios ha recibido en la revista Píkara.  Pero no fue sólo eso, sino que las consecuencias de lo escrito han llegado mucho más allá de la pantalla del ordenador.

Me pasó lo que no me había pasado nunca, que  alguna gente me abordó por la calle e incluso en mi oficina me lo comentaron. Escuché a mujeres que me hablaron con educación y estuve dispuesta a creer sus historias, que ellas también se sintieron mal por no haber podido dar de mamar etc. Pero las cosas se desmandaron y ahora vuelvo a la carga porque me di cuenta de que he dado con un tema fundamental que merece un estudio más profundo, cosa que no voy a hacer aquí. Pero sí que quiero dejar constancia de  lo que pienso. Voy a decir sólo una vez que sigo respetando la libertad de que cada mujer haga con su cuerpo lo que le parezca mejor, incluido dar de mamar; que dar de mamar es una opción que no admite discusión, igual que no hacerlo. Dicho esto, entre una y otra postura hay diferencias. Existe un poderoso lobby prolactancia, relacionado con el neomachismo, organizado y muy poderoso. Ese lobby prolactancia neomachista es también antiaborto y su objetivo es devolver a las mujeres a sus papeles tradicionales de madre y esposa y, aunque no siempre lo admiten y se escudan en un falso feminismo «a favor de las mujeres», en realidad lo que defienden es la familia patriarcal y el tradicional papel del hombre dentro de ella. Ese es el origen de ese looby nacido en EE.UU alrededor de la «liga de la leche» y relacionado con el Tea party. Esto es así y existe mucha bibliografía sobre el tema, aunque supongo que hay muchas mujeres que trabajan en estos grupos de buena fe y que no son en absoluto ideológicamente cercanas a esta postura.

Si leemos los comentarios a mi post en Píkara (los comentarios insultates en este blog no los he publicado), vemos que para ellos (muchos son hombres) éste es un tema fundamental y  que lo defienden como hacen los fascistas: insultando y amenazando y, sobre todo, haciendo referencia a virtudes femeninas esenciales que al parecer las que eligen no dar de mamar no tenemos, por lo que no somos ni mujeres, ni madres, ni seres humanos que merezcamos la pena.  Los comentarios a favor de la postura prolibertad son moderados y normales, no insultan ni amenazan, luego hay diferencia entre quienes defienden una postura y otra: una es una postura fundamentalista y la otra es una postura prolibertad de elección. Una es una postura que busca hacer proselitismo y que lo hace mediante la amenaza, la coacción, y el desprecio de la postura contraria; se sienten en posesión de la verdad absoluta y lo expresan en donde pueden. En cambio, los correos favorables a mi postura los he recibido en privado, no en público, luego hay temor de defenderla. Y sobre todo, hay temor profesional. Me han escrito médicos, médicas y enfermeras que dicen que jamás podrían decir algo así en público. Cualquier postura que no atienda o defienda la libertad de las mujeres y que pretenda saber mejor que ellas mismas  que es lo que nos conviene a todas es fascista. En los hospitales, en las consultas médicas, no sólo te obligan a «optar» por la lactancia, quieras o no, sino que está prohibidio decir nada que parezca favorable a la libertad de elegir. Una matrona me comenta que ella sabe que se está obligando a las madres a dar de mamar aunque no quieran y que esta postura provoca en muchas de ellas depresiones postparto debido a que se obliga a muchas mujeres a pasar por una experiencia que les es desagradable o dolorosa; me dice que si alguien la escuchara decirle a un madre que tiene la opción de dar el biberón a su hijo podrían despedirla.

Un médico me comenta que los hospitales están tomados por místicas de la lactancia que «levitan» (según palabras del médico) cuando hablan de estos temas; me comenta que entran en las habitaciones y que no se está respetando ni el derecho de las mujeres a decidir ni  tampoco se está respetando la posibilidad de que ellos/ellas  informen adecuadamente: esto es, que no pasa nada por no dar de mamar; que se trata de una opción. Dos compañeros de mi trabajo, padres recientes, se acercaron a mí para decirme que sus mujeres (madres de dos y tres niños respectivamente) ya saben que hay que «prometer» que sí, que van a dar de mamar para que las dejen salir del hospital tranquilas y que lo único que querían es salir cuanto para pasarse al bebirón en cuanto llegaran a casa. Uno de ellos me comentó que su mujer pasó una depresión terrible en su primer parto al tener que dar de mamar obligatoriamente.  Una ginecóloga me escibe diciendo que lo único comprobado científicamente es que en los países desarrollados los niños que no han mamado pueden ser más susceptibles a las alergias pero que mucha más alergia provoca la contaminación y nadie hace nada respecto a eso.

Y me dice que los supuestos beneficios de dar de mamar en estos países quedan con mucho opacados con los perjuicios que puede ocasionar si se hace sin desearlo: depresión, dolor, angustia, malestar etc. Las prolactancia, con buena o con mala fe, son fundamentalistas. Convencidas de las bondades de la lactancia han olvidado las bondades de la libertad, de la libre elección. La libertad de elección, si fuera real, no necesitaría de fundamentalistas, ni de lobbys de presión, ni de grupos que trataran de convencer a aquellas que tienen una postura sobre el tema de que la cambien.  En el mejor de los casos, incluso en el caso de mujeres bienintencionadas los grupos prolactancia no tienen en cuenta nunca las consecuencias laborales, sociales y finalmente personales, que la lactancia prolongada puede tener para la mujer en cuestión y de paso para todas las mujeres. Estos fundamentalistas de un supuesto bienestar del bebé no contemplan en absoluto las consecuencias de presionar a favor de «elecciones» que pueden tener graves consecuencias en esas mismas mujeres.  No contemplan el contexto, ni la situación laboral, personal o social de estas mujeres, como si la lactancia de por sí, aislada de todo,  fuera siempre la mejor opción para todas. No indagan cómo está esa mujer en su trabajo, con su pareja, en su familia, cómo está su estado de ánimo, cómo se siente respecto a su reciente maternidad, qué consecuencias va a tener esta en su vida presente y futura.  Lactancia porque sí, siempre y en todo momento. Lo que pase un mes, un año, dos o cinco años después con esta mujer a estos grupos ya no les importa. La pobreza, la miseria más bien, se está extendiendo entre las mujeres, las viudas, olvidadas, invisibles, cobran pensiones de miseria y con ellas tienen que sobrevivir los últimos años de sus vidas; el mercado laboral sigue discriminando a las mujeres y no fomenta el acceso al mismo en igualdad entre hombres y mujeres; la crisis lo está haciendo aun peor y el futuro se presenta muy dificil para las mujeres en términos de autonomía económica.Los hombres no se están incorporando a las tareas domésticas o de cuidado en igualdad. El neomachismo está organizado y todo indica que va a haber una enorme presión en los próximos años para que las mujeres «vuelvan» a ocupar sus lugares tradicionales.

No nos hacen falta ayudas para naturalizar a las mujeres, las recibimos por todas partes. Lo que hace falta es explicar a las mujeres las consecuencias catástroficas que pueden tener para ellas (y para sus hijos) no ser economicamente independientes. Y tampoco hace falta que nadie nos diga que si no damos de mamar somos malas madres. Las mujeres no somos sólo madres, muchas no son madres porque así lo han elegido, otras muchas sí son madres pero no quieren serlo a tiempo completo, otras lo son a tiempo completo pero, simplemente, no quieren dar de mamar. El cuerpo de una mujer sólo le pertenece a ella y sólo ella decide que uso quiere darle, dar de mamar es una opción que no puede imponerse como se está haciendo. Si bien nadie puede estar en contra de la lactancia cuando esta es una opción, sí que creo que es necesaria una reacción contra los lobbys prolactancia, contra cualquier idea naturalizante del papel de las mujeres, contra cualquier fundamentalismo acerca de los roles de género, contra el fascismo que destilan todos esos comentarios que sólo buscan identificar mujer con madre y madre no  lactante con mala madre. Todo este asunto de la lactancia materna, al que antes no prestaba atención, me ha convertido en una furibunda anti lobbys prolactancia.

Ah…y por eso no voy a colgar ningún comentario a favor de la lactancia. Los insultos fascistas dirigidos a mi por estos individuos e individuas no merecen siquiera la posibilidad de un debate.

Por Beatriz Gimeno

Nací en Madrid y dedico lo más importante de mi tiempo al activismo feminista y social. Hoy, sin embargo, soy un cargo público. Estoy en Podemos desde el principio y he ocupado diversos cargos en el partido. He sido Consejera Ciudadana Autonómica y Estatal. Del 2015 al 2020 fui diputada en la Asamblea de Madrid y ahora soy Directora del Instituto de la Mujer. Sigo prefiriendo Facebook a cualquier otra red. Será la edad.
Tuve la inmensa suerte de ser la presidenta de la FELGTB en el periodo en que se aprobó el matrimonio igualitario y la ley de identidad de género. He dado lo mejor de mí al activismo, pero el activismo me lo ha devuelto con creces.
Estudié algo muy práctico, filología bíblica, así que me mido bien con la Iglesia Católica en su propio terreno, cosa que me ocurre muy a menudo porque soy atea y milito en la causa del laicismo.
El tiempo que no milito en nada lo dedico a escribir. He publicado libros de relatos, novelas, ensayos y poemarios. Colaboro habitualmente con diarios como www.eldiario.es o www.publico.es entre otros. Además colaboro en la revista feminista www.pikaramagazine.com, así como en otros medios. Doy algunas clases de género, conferencias por aquí y por allá, cursos…El útimo que he publicado ha resultado polémico pero, sin embargo es el que más satisfacciones me ha dado. Este es “Lactancia materna: Política e Identidad” en la editorial Cátedra.

33 respuestas a «En contra de los lobbys prolactancia»

Por motivos bien diversos y muy familiares el tema de la lactancia ha sido un tema de debate en los últimos años, aunque reconozco que hecho en un ámbito de cariño y respeto por el que nunca viví ni la amenaza ni el insulto.
Coincido con tu razonamiento, con la capacidad magistral que tienes para unir este debate a la realidad que nos llega, que avanza tan velozmente que temo arrasará con casi todo lo que pille por delante. Nos llega la peor veta del facismo, y sin lugar a dudas el que más daño nos hará a las mujeres y hombres que creemos e hicimos crecer la igualdad.
Valiente artículo, valiente defensa de un derecho irrenunciable el de las mujeres a decidir sobre nuestro cuerpo, nuestro futuro, nuestro presente y maternidad.

Valiente artículo, valiente defensa de un derecho irrenunciable el de las mujeres a decidir sobre nuestro cuerpo, nuestro futuro, nuestro presente y maternidad.Me quedo con ésta frase, no hacen falta más comentarios, excelente artículo Beatriz.Las que sabemos por dónde va el camino no cogemos la ruta equivocada.

Ayyyy! Cuánta razón!!! Qué angustia seguir los cánones de «la liga de la teta», todavía recuerdo verme enchufada a una «máquina ordeñadora» el día después de una cesárea casi incapaz de caminar para que mi hijo pudiera ingerir el calostro famoso… cuatro meses y medio dedicados a ordeñarme para que mi hijo pudiera obtener el «elixir de la vida» que lo iba a hacer inmune de innumerables enfermedades…con los pechos al aire continuamente porque entre toma, sacaleche,y dejar secar el pezón para que no te salgan grietas estaba constantemente desnuda de cintura para arriba y encima la enfermera pediátrica me culpabilizaba de no saber colocarme el pecho para que mi hijo succionara directamente. Cuando por fin la presión institucional, la angustia, hormonas y demás dejaron que aflorara mi ser, tomé la decisión de dar biberón a mi hijo y mi maternidad fue mucho más feliz e intensa.
Gracias Beatriz por compartir perspectiva y formarnos para mejorar.

Mira, este comentario sí que lo paso. En mi blog no censuro; qué manía con confundir un blog particular con un servicio público. Tu en tu blog o en tu facebook publicas lo que quieres ¿no? Pues yo también, qué ignorancia, Pedrolo.
La gente no me ha puesto las cosas claras. De hecho, ha sido al contrario, que ellos mismos se han puesto de manifiesto como lo que son, unos fundamentalistas antilibertad de elección. He recibido muchos más apoyos que insultos, la gente me ha felicitado e incluso gente que antes era prolactancia ahora es prolección, que es lo único que se puede ser. Y finalmente además, si eres un hombre, cosa que parece que eres por el nombre, lo que te recomendaría es que a tus hijos les des tú mismo de mamar y así después podrás compartir tu experiencia o, por lo menos, sin duda sabrás de lo que hablas.

Está bien la libertad de elección, la respaldo, la celebro; la diferencia está en que si eliges no dar de lactar por las razones que sean (no te voy a juzgar de ser mala o buena madre por ello, cada quien en su consciencia o en su inconsciencia con las verdaderas razones de su elección), no pasa nada eres feliz con tu elección y ya esta!! En cambio si eliges dar de lactar, convencida en cuerpo y alma de que es lo mejor para ti y tu bebé, el estado (al menos en mi pais – Perú – y se que en muchos otros paises), no hace nada porque esa decisión pueda mantenerse en pie, porque no existen los espacios necesarios para poder sacarte la leche y guardarla hasta llegar a casa, porque en los casos en que una mujer económicamente no pueda acceder a las formulas y decida sacarse a mano la leche, ningun trabajo te permite tomarte el tiempo para hacerlo. Sólo es eso, Beatriz, y es por lo que muchas mujeres que si decidimos dar de lactar nos indigna un articulo titulado cómo el tuyo «Estoy en contra de la lactancia» porque no se trata de eso, cómo estar en contra de algo tan natural, cómo decir desde sólo tu óptica que es algo desagradable. Así como promueves la libre elección, no te quedes en sólo eso, promueve que los estados apoyen las libres elecciones tanto de un lado como del otro; porque las mujeres tenemos el derecho de poder decidir y no tener que encontrarnos con tantos obstaculos para mantener nuestra decisión.
Quisiera escribirte un poco más pero no puedo, es mi hora de salida del trabjo y me voy volando a casa porque mi bebé me espera para lactar y debo guardar en el refri la leche que me saque hoy en la mañana (cuanto quisera que todas la mujeres pudieran tener la suerte que yo!!!)
Un abrazo y espero no censures mi comentario, aunque si lo haces ni modo …. es tu blog y tu mandas en él cómo mandas en tu vida y nadie te pone obstáculos para ser dueña de ella y de lo que quieras hacer con tu cuerpo.

Desde luego que no censuro tu comentario. Si sigues todos los post que he ido poniendo leerás que en principio opino que aquí al menos las mujeres son fuertemente presionadas para que den de mamar. Fue mi experiencia y la de otras muchas que se han puesto en contacto conmigo. Mi experiencia, y la de amigas y conocidas, fue la de que se nos presiono, obligó, manipuló para que diéramos de mamar a toda costa. En los hospitales la libertad no se respeta. Y eso es lo único que digo. No santifico en absoluto el biberón y ya se que hay intereses detrás, como también los hay detrás de la presión hacia la lactancia. En los países

Hola Beatriz, Blanca B al habla.

No hace falta que publiques este comentario si no quieres. Lo escribo para que te llegue aquí y sepas al hilo de qué otros comentarios lo he escrito.

Después de tanta discusión, yo he llegado a una conclusión muy clara; hablando de género, las mujeres somos del género PRINGADO. Hagamos lo que hagamos, pensemos como pensemos (en el caso que no ocupa, ya seamos prolactancia o probiberón), siempre seremos objeto de crítica de un gran colectivo y seremos incapaces de ponernos de acuerdo. En vez de apoyarnos y hacer frente común por lo que nos une (el derecho a elegir), nos perdemos en discusiones infructuosas que sólo nos desgastan y nos debilitan. Parece que siempre los demás saben mejor que nosotras lo que más nos conviene. Y lo que es peor, en muchos casos, esos «otros» también son mujeres…

Especialistas en recibir críticas, en ser candidatas a la eterna perfección imposible, y encima, sentirnos culpables por ello. Así somos las mujeres. Y así nos va tantas veces, claro!

Hola,

Ante todo, gracias por el texto. Me ha hecho ver las cosas desde otra perspectiva, lo cual es siempre bueno porque produce una reflexión. ¿Sabes? Las mujeres son quienes se quedan embarazadas, quienes gestan a los bebés. Esto nadie lo cuestiona, jamás nadie ha dicho que estar embarazada sea algo machista, que no contempla el reparto de tareas. Pero si ahora alguien inventase un útero externo que permitiera gestar ahí a los bebés, que permitiera que los padres también participaran (¡qué sé yo, dando de comer a una placenta biónica o algo así!), automáticamente el embarazo sería considerado un «atraso», un vestigio del pasado, algo machista, una vejación para la mujer. Con la lactancia pasa algo parecido. La lactancia es una prolongación del embarazo, viene con el lote, y sólo la mujer puede ejercerla (bueno, en algunos casos raros hay hombres que han conseguido dar de mamar, pero a costa de volverse impotentes y cosas así jejeje). ¿Pero qué sucede? Que existe el biberón, y eso permite que muchas mujeres piensen que la lactancia ha de repartirse en la pareja. Y tiene sus ventajas, porque el bebé establece así un vínculo estupendo con el padre también desde el principio en vez de más adelante. ¿Pero sabes qué? Que no es lo natural ni lo más óptimo. Al igual que mi útero biónico imaginario tampoco lo sería.

¿Y por qué hay tanta controversia con la lactancia materna, si se sabe que es lo mejor, si ningún otro animal toma leches ajenas excepto el humano, lo cual nos da la idea de que muy bueno no debe de ser? Desconozco la situación del tema en EEUU, así que no puedo decir nada de eso, lo del teaparty y demás, y quizás sea cierto que haya mucha gente ahí que utilice la lactancia como excusa o elemento ultraconservador, o qué sé yo. No lo sé. Pero en España, donde al menos de momento no llegamos a ciertos niveles de fanatismos religiosos, patriarcales, la cosa pinta bien distinta. Y leyendo tu texto, me doy cuenta de que en realidad ambas posturas no son irreconciliables (y por ambas posturas, me refiero a las partidarias de la lactancia materna y a sus detractoras). Porque no es el primer artículo donde veo que las madres que no quieren amamantar son forzadas o se les hace sentir malas madres por no hacerlo, por los propios profesionales de salud que empujan sí o sí el pezón de la madre dentro de la boca del bebé, quiera o no quiera la madre. Pero por otro lado, hay madres que desean amamantar y no encuentran el suficiente apoyo, no saben cómo hacerlo, nadie les explica nada, así que se acaban frustrando y la lactancia se va al garete. ¿Cómo puede ser, cómo dos situaciones tan contradictorias se dan con la misma frecuencia?

¿Qué pasa con los profesionales de la salud y la lactancia materna en España? Bien, pues obligatoriamente tienen que recomendarla, eso es cierto. ¡Pero la inmensa mayoría no tiene ni repajolera idea del tema! La lactancia materna se explica en UNA HORA en toda la carrera de medicina. ¡Una triste hora! Luego, claro, hay médicos y enfermeros que dan cursos aparte y así aprenden más sobre el tema, y es genial. Pero ésos son los menos, y evidentemente con una sola hora de estudio no se está en condiciones de explicar cómo funciona nada. Así que nos encontramos en las manos de profesionales que se limitan a recomendar algo de lo que no tienen ni idea y en lo que muchas veces no creen, con la misma sensibilidad de un bloque de hielo. Y aquí es donde ambas posturas se reconcilian: la lactancia materna en España se predica a los cuatro vientos por los profesionales de la salud, sí, pero de un modo tan superficial y tan carente de la más mínima sensibilidad, que no es de extrañar que haya tanta controversia girando en torno al tema. Que haya gente sintiéndose fatal, por un motivo u otro. Por exceso de presión, o por sentirse sola. Porque todo es superficial: si los conocimientos son superficiales, los consejos serán superficiales.

La lactancia es cosa de dos. Ni más, ni menos. Si la mamá no quiere, o si el bebé no quiere, se terminó. No se puede forzar una relación. No se puede obligar a nadie. No se puede juzgar. Cada familia decide cómo hacer las cosas. Lo que sí se debería potenciar es que los médicos y las enfermeras tuvieran los conocimientos suficientes y sobre todo la sensibilidad necesaria para ayudar a quienes desean ofrecer lactancia materna. Que se les ofrezcan los recursos y el apoyo a las mamás que desean destetar o no iniciar una lactancia. Pero igualmente que no se boicotee a quienes sí desean dar teta, con recomendaciones absurdas o intentando meter un biberón a la primera de cambio. Esto es tan sencillo como obligar a los profesionales a reciclarse, a aprender. Si un informático está continuamente recibiendo cursos de formación para estar al tanto de todos los adelantos, ¿cómo puede ser que aún haya médicos que hablen de dar el pecho cada tres horas, por ejemplo?

Creo firmemente que la formación lo es todo. Y que con una buena formación viene la capacidad de ayudar a los demás de un modo no intrusivo, sin juzgar y sin obligar. Con coherencia y técnica, con un conocimiento real (no superficial) de qué se está haciendo. De momento, estamos a años luz de esta situación. Creo personalmente que no hay un lobby prolactancia. Lo que hay es mucha desinformación, por parte de los profesionales de la salud. Y eso da lugar a un montón de mamás confusas que no saben cómo hacerse oír. Sólo eso.

Gracias a tí por el tono mesurado y que trata de aportar cosas. Es así como se hace un debate. Pero simplemente quiero aportar que las alusiones a lo natural no me valen y no deberían valer y además, justamente ese es uno de los nudos gordianos del debate, que las mujeres estamos más cerca de la naturaleza por ser las que parimos. Sin entrar en las nefastas consecuencias que eso ha tenido históricamente para la igualdad, las apelaciones a la maturaleza no sirven de nada. Nuestra relación con la naturaleza está inevitablemente mediada por la cultura y eso no es ni bueno ni malo, es que somos así por eso somos seres humanos. Por decirlo de manera simple, la varicela es natural y nos vacunamos, y los animales se comen unos a otros y eso es muy natural y nosotros/as no. Lo natural no es ni bueno ni malo, es lo que es y todo depende del uso que hagamos de ello. La enfermedad, el dolor, la muerte, son naturales. Si tu niño llora porque le duele un diente, déjale que llore, es natural. Mis hamsters, cuando tienen demasiadas crías y no puden con todas, se las comen, así de natural. Los leones machos matan a las crías si les disputan la atención de la hembra y así podría decir cosas muy naturales hasta hartarme. Trabajar en una oficina no es natural, ni ganar dinero, ni tener coche, ir vestidos o comer con cubiertos. Es muy sospechoso que a estas alturas, lo único natural que se mencione/se defienda siempre sea aquello que concierne a las mujeres y, especialmente la maternidad: embarazo, parto, y lactancia. por mi parte quiero para que las mujeres disfruten de todos los beneficios de la ciencia, de la técnica y de la civilización y que su cercanía/adscripción a la naturaleza sea como la de los hombres, ni más cercanas, ni menos.

He leído el artículo y me parece muy acertado, coincido con su autora en su posicionamiento, es más, estoy convencida desde que surgió «esta moda» de amamantar siempre, cuando y hasta que la criatura quiera, estoy convencida, decía, de que es algo perfectamente organizado para que las mujeres que ahora parimos menos, dediquemos más tiempo a la crianza y «permanezcamos en el redil del que nunca debimos salir». Aunque yo ya no tengo edad para criar, sí oigo como algunas chicas jóvenes se sienten culpables si no pueden dar el pecho porque trabajan o simplemente porque no tienen suficiente producción láctea y ¡a eso nohay derecho!

He descubierto este post tarde, pero no puedo estar más de acuerdo. Di el pecho a mis dos hijos, al principio. Había oído y leído todos los beneficios para todo el mundo mundial de dar el pecho a los bebés. Estaba convencidísima y dispuesta a dar el pecho, si hacía falta hasta que mi niño se casara. Pero no contaba con que mis niños al parecer querían más leche de la que podían mamar de la teta. Con sentimiento de culpa, fracaso y vergüenza le di biberones al primero. Al ver lo contento y lo bonico que se ponía tomando leche de fórmula, dejé de tener culpa y vergüenza.
Al segundo hijo también le di pecho. A ver quien es la guapa que le dice que no lo va a hacer a la matrona. Cuando a las dos semanas vimos que no habia recuperado el peso que tenía al nacer, visita a la farmacia y compra de leche de inicio.

Todos felices? No. Después de la sensación de culpa, inutilidad y fracaso que experimenté al tener a mi primer hijo y tener que darle biberones y los comentarios de la pediatra, la ginecóloga y de la matrona sobre lo pronto que había tirado la toalla y lo místico-chupiguay de dar el pecho, volví a experimentar lo mismo en el segundo intento de lactancia. Solo que ahora que estoy más curtida, soy más contestona y la pediatra de la SS me ve como una mezcla entre Satanás y Hitler.

Con esta experiencia, no me han faltado explicaciones y teorias sacadas de la manga de «expertos el lactancia».
– Si llora no es por hambre, es por necesidad de consuelo
– Dar el pecho no duele
– Todas las mujeres son capaces de dar el pecho
– los niños de teta son más guapos, listos, sanos y la tienen más larga que los de biberón
– Si no doy el pecho moriré de un cáncer de mama

Pero no nos quejemos. Hay quien lo tiene peor. Ahora hay una cruzada contra las farmacias porque parece ser que es ilegal publicitar o promocionar leches de inicio. Resulta que se puede denunciar a una farmacia que haga promociones de 2×1 o simplemente ponga en algún lugar visible botes de leche de iniciación. Si os fijáis solo se publicita leche de continuación, siempre con la coletilla en el anuncio de «la leche materna es supermegamejor que la artificial de aquí a Lima».

Tu comentario es tan clarificador que voy a resaltar. Resume muy bien la situación.
gracias.

Ignorancia no, que soy una experta en lactivismo, llevo años estudiándolo y hago mi tesis sobre ello. Así que porque no estés de acuerdo no llames ignorante lo que tú no conoces. Y en mi tono, desde luego, no hay ni culpabilidad ni frustración. Mi única frustración es no haber sabido entonces, cuando nació mi hijo, lo que sé ahora. Hubiera sido mucho más feliz sus primeros meses.

Hola! acabo de leer esta discusión y debo decir que me siento identificada con vislumbrar un sesgo machista-conserva-catolicón en este fanatismo de la lactancia materna que impone la Liga de la leche. Debo decir también que con mi primera hija, que ahora tiene 6 años, este fanatismo (en el que caí por desconocer el tema) luego de varias charlas pro lactancia hizo mella en mí de tal modo que a los dos años de edad de mi hija tuve que empezar terapia para poder dejar de darle el pecho. Coincido con la nota en que no todas las que elegimos dar el pecho somos partidarias del machismo,. Es más, mientras amamantaba fanáticamente también militaba en la izquierda junto con organizaciones de mujeres militantes, y a nadie se le ocurrió poner esto en discusión, está naturalizado de tal modo que pasa desapercibido.
Cierto es que los que lo foguean (las que, en realidad) son mujeres con ese perfil, y simbólicamente es fuerte dejar a las mujeres sin elección cuando se nos tilda de «haraganas» o «malas madres» si decidimos no dar el pecho.
En fin: lo importantes es tomarse la maternidad críticamente, analizar los discursos que circulan a partir de estos temas, y ponerse, como siempre, alejadas de los dogmas machistas, y cerca de nuestros deseos y necesidades, encarando la maternidad con alegre rebeldía. Recomiendo un libro llamado «Guía inútil para madres primerizas»: un anti-libro de maternidad que habla sobre este y muchos otros temas tabú de la maternidad.

Hola, me encanta tu comentario y lo de «guía inútil…» lo encuentro utilísimo, me lo voy a comprar corriendo.
Un abrazo

Me encantó la nota y el nivel de discusión sobre el tema. Es tal la intensidad del mensaje de no elección, que nos genera una culpa tremenda, no solo si no lo hacemos, sino también sobre el cómo lo hacemos. Mi hijo se la pasó un mes llorando, y nosotros no teníamos idea que era lo que pasaba. Pasaba que mi leche no le alcanzaba, pero es tal el fundamentalismo que nosotros no pudimos pensar en esa posibilidad, y sufrimos todos: bebé, marido y yo. Me acuerdo también del dolor en los pezones, de tenerlos todos lastimados, realmente esa etapa fue un sufrimiento. Lo peor es que está tan arraigado el tema, que nadie te advierte sobre estas cuestiones, por supuesto y además, cuando te pasan y las planteás, las minimizan, te dicen que sos una exagerada, etc. No podés quejarte, sos un horror si quejás. Algo parecido me pasó en el embarazo. Cuando tuve que descubrir solita, cuán lejos estaba de ser el MEJOR ESTADO.
Leyendo la nota, me acordé que después de parir, la enfermera me puso a mi bebé a tomar la teta enseguida. Yo estaba destruida, tanto que ni siquiera pude registrar que nadie me preguntó si yo quería darle de mamar a mi hijo. Me acabo de dar cuenta después de leer la nota. Es un horror que esté tan naturalizado, como fuéramos animalitos.
La Guía Inútil para madres primerizas es de Ingrid Beck, una de las que dirige la revista Barcelona. Es muy bueno.
Un beso

He leído TODOS los comentarios del artículo del que hablas, en el que hay comentarios defendiendo ambas posturas, y pese a lo que aquí dices he visto respeto en ambos, y falta de respeto también. Das por sentado que todos los que estén a favor de la lactancia te van a insultar y directamente, antes de saber qué van a poner ya dices que no los vas a publicar, eso son prejuicios, pero no me voy a meter en ellos. En lo que sí me voy a meter es en mi opinión te olvidad de lo que es ser madre, porque decir que hay algunas que no lo quieren ser a tiempo completo… no le encuentro el sentido, porque no es un trabajo, es una forma de vida. Por mucho que no quieras serlo tu hijo va a seguir estando ahí, y yo no soy madre, pero soy hija, y dudo que en algún momento mis padres quieran «jornadas laborales de padres» en las que se ejerce unas horas y el resto si te he visto no me acuerdo…

Hay que estar a las duras y a las maduras, y mal que le pese a determinadas personas, hombres y mujeres NO SOMOS IGUALES (eso sí, ni mejores ni peores), y hay actos que por suerte o por desgracia (depende de cada una), están ligados inevitablemente a la mujer, y eso conlleva una responsabilidad. Abortar me parece un acto irresponsable, sí, y por encima de todo egoísta (en la mayoría de casos, no empecemos con violaciones etc. porque la mayoría de abortos son en casos de mujeres sanas, bebés sanos y que la madre ve como una «incomodidad» que no tiene ninguna obligación de aguantar), al igual que decidir no dar de mamar (siempre y cuando realmente se pueda), puesto que como he dicho, nos toca un papel que los hombres no tienen, que es que nuestro cuerpo es el encargado de dar vida a otro ser y que crezca sano al inicio de su vida, y yo estudiante de medicina y amante de la biología que a algunas parece «cortar la libertad»,lo veo como un regalo que los hombres no tienen. Por supuesto que criar a un hijo no se limita ni a sólo el embarazo ni al primer año de vida, pero es innegable el papel de la madre en esta etapa, insustituible, pero que en el resto de labores es perfectamente intercambiable con el hombre.

Los hijos somos hijos toda la vida, así que quedan muuuuchos años para que haya un posterior reparto realmente equitativo padre/madre, a lo mejor no es necesario que ninguno de ellos deje de trabajar, o a lo mejor si se tienen varios hijos hay que plantearse que uno de los dos se quede en casa… El problema es que das por supuesto que estos amantes de la crianza con apego sólo van a permitir que el que haga esto sea la mujer, cuando perfectamente puede ser el hombre, y sin en ese caso no verías machismo, ¿por qué si al final la que se queda es la mujer sí lo ves? Habrá de todo, que cada familia es un mundo, y demonizar no ayuda a que realmente se mejoren las condiciones laborales de los padres (padres y madres)

Pues yo en cambio sí que soy madre y madre que quiso serlo. Pero no considero que ser madre me defina, no es un trabajo desde luego, pero tampoco una forma de vida, como no lo es ser pareja o ser hija. No hay una forma de ser madre, sino muchas. Resumiendo mucho porque ya está casi todo dicho. No es lo mismo que las madres se queden en casa a que lo hagan los padres, aunque en mi opinión no debería hacerlo ninguno de los dos. Si lo hace la madre está reforzando un sistema que de múltiples maneras intenta que las mujeres se queden en casa y ésto es sólo una de las maneras. Por todas partes, no sólo por los hijos, sino también por menores sueldos, cargando el trabajo de la casa, de los padres, de los enfermos, peores condiciones laborales, más paro etc…intenta que las mujeres se queden en casa. Sí, esto es machismo. Si lo hace el hombre por el contrario está enfrentándose a todo un sistema que le quiere de proveedor único y que levanta incluso la masculinidad y el sentido del Yo masculino sobre esa capacidad, así que no es lo mismo.

Abortar no es un acto irresponsble, sino que puede ser al contrario, responsable con la propia vida. Las mujeres no somos cuerpos al servicio de nadie ni nada, sino que como los hombres somos y debemos ser para nosotras mismas en primer lugar. hace miles de años que nos intentan convencer de que seamos para los demás antes que para nosotras. No se pude ser libre sino se consigue primero una existencia «para sí», después ser para otros ya es algo que cada una elegirá en función de sus propias necesidades o características. Lo otro es ver a las mujeres como un medio para la satisfacción de otras vidas y no como seres humanos completos.

El problema es que ves entregarse a los demás como algo negativo, en lugar de como algo positivo que debería hacer todo el mundo (hombres y mujeres), es evidente que un bebé necesita tiempo que antes empleabas en tí, pero sé que ahora que he crecido mis padres siguen prefiriendo ayudarme, sacrificarse si lo prefieres, quitándose tiempo de otras actividades, que soy su hija y junto a mis hermanos nos quieren por encima de todo, y por supuesto por encima de otras actividades, por mucho que les gusten.

Al final lo que veo que predicas de libertad de elección no lo piensas realmente. A lo mejor porque piensas que ninguna mujer realmente querrá quedarse en casa, no lo sé, pero como tú misma dices lo importante es que lo haya decidido, pero si a eso lo llamas vuelta al machismo, y estás luchando contra el machismo el mensaje que das es: tienes derecho a elegir, pero si te quedas en casa eres machista. Y luego te quejas de que «obligan» a la lactancia materna…que lo importante es que cada cual decida… Te metes en el mismo juego que las prolactancia: se puede elegir porque piensas que van a elegir como tú.

«Si lo hace la madre está reforzando un sistema que de múltiples maneras intenta que las mujeres se queden en casa y ésto es sólo una de las maneras.»

Da ganas de reir si no fuera por lo trágico del tema… Es lo más absurdo que he oído en mucho tiempo… ¿Podrías argumentarlo con datos objetivos? El sistema, muy al contrario lo que quiere es que sigamos produciendo y consumiendo. Por supuesto, previo paso por la guardería a las 16 semanas.

Veo un gran egoísmo y un gran resentimiento en tus palabras. Es una pena que te vanaglories de ser «mala madre». ¿Lo harías también de ser «mala persona»? Cuando una persona desea ser madre acepta una serie de responsabilidades y esfuerzos. Quizás la lactancia se pueda externalizar vía biberones, pero te tendrás que despertar por la noche igualmente a darle cada 3 horas el biberón, cada vez que llore, etc… A no ser que elijas la vía «cómoda» de dejarle llorar hasta que se canse. ¡Total! ¿Quién se ha creído que es para cambiar tu vida y robarte el sueño? Negándole el pecho, no por verdaderos problemas de lactancia, que existir, existen, (poca producción, frenillo, lo que sea…) sino por la frivolidad de no querer levantarte cada tres horas (como dices en tu otro artículo) muestras tu verdadera cara, no quisiste darle lo que el bebé te pedía y necesitaba en ese momento, aún pudiéndoselo dar. Por supuesto, los derechos de los niños y las NIÑAS no pueden entorpecer la supuesta liberación de la mujer adulta.
Bien, pues siento decir que las crianzas sin esfuerzo no existen. La crianza tiene muchos placeres, muchos esfuerzos y también muchos sinsabores, des biberón o teta, me da igual. Y negarlo es mentir.
Ahora bien, azuzar este tipo de guerras lo que nos oculta es el verdadero problema. La falta de apoyo y soledad de la crianza, la falta de libertad para ser madre (incluso la represión de su deseo), la falta de redes, la falta de la familia extensa (que por cierto, el feminismo odia), la falta de solidaridad entre iguales (yo soy trabajadora y los problemas de la mujer burguesa y rica me dan igual). El problema es el capitalismo, que nos convierte en esclavas de la empresa (sí, no todas las mujeres nos realizamos sirviendo a los jefes y empresarios) y el estado (que promociona a la madre si es ASALARIADA con una pequeña asignación mensual, y subvenciona los servicios de guarderías. No existen en España subvenciones para las o los que deciden no delegar fuera de la familia la crianza de sus hijos. Te reto a que lo busques. Eso es argumentar en base a realidades, no fantasías.

Por otra parte, el comportamiento de las enfermeras del hospital fue violento y totalmente reprobable, por meterse en tu vida personal donde nadie las había llamado. No puedo decir lo mismo de la conspiración que imaginas detrás de la liga de la leche que, por cierto, no entiendo por qué se convierte en el centro de tu odio. ¿Fue alguna socia a buscarte al hospital y te amenazó de muerte si no amamantabas? Es que me parece totalmente insultante cómo inventas gratuitamente sin ningún tipo de respeto. La Liga de la Leche no persigue, son las madres, en primer lugar las que buscan su ayuda, no al revés. Las monitoras son voluntarias, es decir, mujeres que dan su tiempo desinteresadamente y que ayudan a las madres que sí quieren dar el pecho a que lo consigan. Si tu no quieres ir, no vayas, pero no insultes de forma gratuita. Yo sí he ido a sus reuniones y jamás he visto que se dé un trato irrespetuoso a las madres. Es más, se recomienda el uso del biberón cuando es necesario o si se está intentando una relactación, etcétera. ¡Son personas normales con sentido común! Tanto que, por cierto, yo me hice socia y soy libertaria y atea, así que las conspiraciones del Tea Party a otros.
Y sí, los seres humanos tenemos un parte cultural y otra parte biológica, es decir, somos uno. Nunca entenderé esa misoginia latente que aborrece el cuerpo de la mujer, su sexualidad, sus pechos lactantes, el proceso del parto con la máxima autonomía de la mujer… pero bueno, es normal, es lo que subvenciona el sistema hoy en día para conseguir ese prototipo de mujeres y hombres aislados (y tan aislados estamos en el trabajo que de excedencia), militarizados y vacíos al servicio del poder, en la empresa, en la calle y en el hogar.

Sí, viva la libre elección excepto cuando elige no dar de mamar. Sí, a mí me periguieron en el hospital diciéndome que era mala madre. Y sí las matronas de la LLL no incluso llegan a amenazar a los médicos que no están de acuerdo con la lactancia obligatoria. Mi cuñada ginecóloga, madre no lactante tuvo problemas en su trabajo por ayudar a las madres que no querían dar de mamar. Así de claro. Esa organización es una secta totalitaria.

Beatriz, ¿me podrías explicar a qué me contestas cuando dices «sí, viva la libre elección excepto cuando elige no dar de mamar»? ¿En qué lugar de mi mensaje ves que cuestiono tu libertad a no dar de mamar? No la cuestiono, como tampoco cuestiono tu libertad de pensamiento y acción. Incluso apoyo que esas pastillas sean legales, la libertad de compra-venta de las mismas y el acceso libre en los hospitales. De hecho, lo son y lo que hicieron esas brujas (no tienen otro nombre) tiene un nombre: MALA PRAXIS. Ahora bien, una cosa es eso y otra que no pueda se cuestionar éticamente lo que defiendes. ¿Entiendes la diferencia entre derecho y ética o te lo explico mejor? Apoyo que esas pastillas existan y se puedan tomar pero también apoyo que las mujeres tengan acceso a TODA la información antes de tomarlas (no hay decisión informada sin información) y que si, como consecuencia de lo anterior, la lactancia comienza bien, las animo a que no la tomen. También tendré derecho a pensar así, ¿no?

Te pongo otro ejemplo: creo que la gente debería caminar con las piernas pero no prohibo a la gente a que vaya en patinete, bicicleta o silla de ruedas. Es más, a veces la silla de ruedas es necesaria en muchos casos. Lo que no se puede entener es que alguien prefiera ir en silla de ruedas toda la vida sabiendo que puede caminar y que caminar no duele (sería por ignoracia y falta de información). Es cierto que a veces te haces esguinces o te rompes algún hueso, pero para eso hay personas formadas que te pueden ayudar. Es más, ir en silla de ruedas sin ser necesitarlo también tiene riesgos (pierdes masa muscular y se atrofian las piernas)… Por último, hay personas que SÍ necesitan silla de ruedas y OLE Y VIVA LA SILLA DE RUEDAS CUANDO SE NECESITA DE FORMA TEMPORAL O PARA SIEMPRE.

Punto número 2: «Y sí las matronas de la LLL no incluso llegan a amenazar a los médicos que no están de acuerdo con la lactancia obligatoria. » ¿Se presentaron así ante ti «Soy Fulanita, matrona y socia de la Liga de la Leche?» ¿Podrías aportar pruebas concretas con nombres y apellidos de matronas que a su vez sean socias de la asociación que lleva el nombre de La Liga de la Leche (que yo sepa la mayor parte de LLL la forman madres y asesoras de lactancia, no matronas, que alguna habrá) y que hayan amenazado a algún médico. Datos y pruebas, Beatriz.

Si por «matronas de la LLL» te refieres a personal sanitario sin formación (evidentemente no supieron enseñarte un buen agarre YA QUE LA LACTANCIA NO TIENE QUE DOLER, como por ejemplo la famosa postura semireclinada en la que el bebé repta hasta el pecho solo y se agarra correctamente) que presionar, presiona mucho, respetar, respeta poco, y formarse, se forma menos. Esas matronas no tuvieron ninguna ética ni consideración contigo.

Yo fui cuestionada y acosada por matronas de un hospital estatal por meterse en mi vida privada y mis elecciones en otros ámbitos, que no voy a compartir aquí. ¿Hago victimismo destructivo de ello? Pues no, eso se denuncia en el hospital por intromisión en la vida personal del paciente y se lucha acusando a las personas concretas por mala praxis profesional. Pero no las voy acusando de pertenecer a no sé cuál asociación. Eran malas profesionales y punto.

Punto número 3: Sobre el caso de tu cuñada lo mismo. Los profesionales tienen que limitarse a su trabajo que es informar y apoyar en las decisiones (decisiones INFORMADAS) de sus pacientes. Incluso los propios reglamentos de los hospitales lo recogen. Puedo darte ejemplos actuales, si los necesitas. Mira la página 6 del protocolo del Hospital de Denia: http://www.ihan.es/cd/documentos/Protocolo_Denia.pdf

«- Se preguntará a la madre como quiere alimentar a su hijo, y se anotará en la historia del recién nacido. La decisión tomada por la madre es respetable e indiscutible. Solo en caso de duda o indecisión se le aconsejará la Lactancia Materna. Si decide dar leche artificial se le prestará todo el asesoramiento pertinente. »

Punto número 4: La organización LLL no es una secta totalitaria, ni va por las calles buscando adeptos como los testigos de Jehová. ¿Te lo vuelvo a repetir? Son las propias mujeres las que acuden, en muchos casos desesperadas, para informarse sobre lactancia materna e intentar resolver problemas allí. ¿Tanto te molesta? Pues quien se pica ajos come. Gracias a esas voluntarias muchas mujeres logran su objetivo: dar de mamar sin dolor o bien son derivadas a profesionales de la salud que saben de lactancia y pueden informarlas sobre otras opciones. La LLL no va convenciendo a la gente por la calle, va quien ya está convencido de que quiere amamantar y tiene problemas.

Finalizo con una pregunta, Beatriz. ¿Qué hubiese ocurrido si alguien te hubiese explicado que no era normal que te doliera la lactancia? ¿Qué hubiese pasado si una matrona te hubiera explicado trucos para facilitar el buen agarre en lugar de presionarte y cohibirte? En cualquier caso, el tema de la lactancia es lo de menos, porque hay personas maravillosas que dieron y dan biberón con todo el amor del mundo, lo terrible es todo lo demás que dices en el artículo de Pikara y con qué desprecio hablas de los bebés. ¿Alimentarlo cada 3 horas? ¿Un adminículo? Te has parado a pensar qué pasaría si sustituyeras la palabra «bebé» por «mujer». Si un hombre hablara de una mujer como un «adminículo» habría alguna persona que hasta lo consideraría agresión de género. Hasta he tenido que buscarlo en el diccionario…

m. Cosa pequeña y simple que sirve de ayuda o complemento de algo, como un imperdible, un palillo de dientes, un broche, etc.:
la chincheta es un adminículo que suele colocarse en corchos o tablones de anuncios.
Objeto o utensilio que se tiene o se lleva para utilizarlo en caso de necesidad. Más en pl.:
adminículos sanitarios, de escritorio.

Niñofobia, orgullo autocomplaciente por ignoracia total sobre el funcionamiento del propio cuerpo, egoismo, denigración de los cuidados y autoritarismo… Estos son los valores en alza. Agradecería enormemente que esta vez contestases a las preguntas concretas y vaya por delante que no hay odio en mis palabras, intento empatizar al máximo con las personas con las que discuto pero no puedo con las acusaciones falsas y los balones fuera.
Para terminar termino diciendo que las personas que el egoismo (y ya no hablo de lactancia ni de crianza ni de bebés) es un valor de las clases altas, del estado y del capital que ha sido contagiado a las clases populares. Sin esfuerzo ni generosidad ni amor no hay revolución posible. Desde el yo, yo, yo y más yo, no hay revolución posible.

Matizo lo del «adminículo» porque lo había entendido de otra forma. Dices que la lactancia «nos convierte durante meses o años en adminículos de un bebé», en este caso lo peyorativo no va dirigido al bebé sino a la madre que amamanta. ¿Crees que la madre que amamanta es un objeto o un utensilio, una cosa pequeña y simple, un adminículo? En este caso no hace falta sustituir la palabra por «mujer» porque directamente te estabas refiriendo a una mujer que amamanta. No se puede ser más despectivo ni hablar con más asco del proceso de amamanta. En fin…

Te dejo también el protocolo actual del 12 de octubre sobre inhibición de la lactancia, por si te interesa para tu libro:

13.
SUPRESIÓN DE LA LACTANCIA MATERNA
A.- INDICACIONES DE LA INHIBICIÓN
Se realiza en:
Mujeres que deciden no lactar al pecho a su hijo (respetar decisiones).
Mujeres que han perdido su hijo en el periodo perin
atal.
Mujeres que presentan patologías que contraindiquen
la lactancia materna.
B.- MÉTODOS DE INHIBICIÓN DE LA LACTANCIA
Si la supresión está decidida antes del parto, una
vez que este se produzca
o al menos antes de las primeras 24 horas, habrá qu
e actuar inhibiendo la
lactogénesis, es decir, inhibiendo la actuación de
la prolactina. Para ello
utilizaremos un antagonista de la prolactina:
Cabergolina (Dostinex®) comp. 0,5 mg. Lactancia no
establecida: 2 comp.
el primer día del posparto (dosis única). Lactancia
establecida: ½
comp/24 h durante 2 días.
Conducta pasiva: es decir, no efectuar ningún trata
miento. La mujer suele
referir dolor por ingurgitación durante 1ó 2 días.
Si el dolor es intenso se le
pueden extraer pequeñas cantidades de leche 1 ó 2 v
eces con un
sacaleches.
Las mujeres se sienten más cómodas si utilizan un s
ujetador que comprima
un poco las mamas, o si se realiza un vendaje de ma
mas, aunque no se ha
demostrado que este vendaje ayude a la inhibición d
e la secreción láctea.

Ayer escribí dos comentarios y solamente aparece publicado el segundo. Lo vuelvo a copiar aquí. Si no lo quieres publicar también agradecería saber por qué:

Beatriz, ¿me podrías explicar a qué me contestas cuando dices «sí, viva la libre elección excepto cuando elige no dar de mamar»? ¿En qué lugar de mi mensaje ves que cuestiono tu libertad a no dar de mamar? No la cuestiono, como tampoco cuestiono tu libertad de pensamiento y acción. Incluso apoyo que esas pastillas sean legales, la libertad de compra-venta de las mismas y el acceso libre en los hospitales. Ahora bien, una cosa es eso y otra que no pueda se cuestionar éticamente lo que defiendes. ¿Entiendes la diferencia entre derecho y ética o te lo explico mejor? Apoyo que esas pastillas existan y se puedan tomar pero también apoyo que las mujeres tengan acceso a TODA la información antes de tomarlas (no hay decisión informada sin información) y que si, como consecuencia de lo anterior, la lactancia comienza bien, las animo a que no la tomen. También tendré derecho a pensar así, ¿no?

Te pongo otro ejemplo: creo que la gente debería caminar con las piernas pero no prohibo a la gente a que vaya en patinete, bicicleta o silla de ruedas. Es más, a veces la silla de ruedas es necesaria en muchos casos. Lo que no se puede entener es que alguien prefiera ir en silla de ruedas toda la vida sabiendo que puede caminar y que caminar no duele (sería por ignoracia y falta de información). Es cierto que a veces te haces esguinces o te rompes algún hueso, pero para eso hay personas formadas que te pueden ayudar. Es más, ir en silla de ruedas sin necesitarlo también tiene riesgos (pierdes masa muscular y se atrofian las piernas)… Por último, hay personas que SÍ necesitan silla de ruedas y OLE Y VIVA LA SILLA DE RUEDAS CUANDO SE NECESITA DE FORMA TEMPORAL O PARA SIEMPRE.

Punto número 2: «Y sí las matronas de la LLL no incluso llegan a amenazar a los médicos que no están de acuerdo con la lactancia obligatoria. » ¿Se presentaron así ante ti «Soy Fulanita, matrona y socia de la Liga de la Leche?» ¿Podrías aportar pruebas concretas con nombres y apellidos de matronas que a su vez sean socias de la asociación que lleva el nombre de La Liga de la Leche (que yo sepa la mayor parte de LLL la forman madres y asesoras de lactancia, no matronas, que alguna habrá) y que hayan amenazado a algún médico. Datos y pruebas, Beatriz.

Si por «matronas de la LLL» te refieres a personal sanitario sin formación (evidentemente no supieron enseñarte un buen agarre QUE NO TIENE QUE DOLER, como por ejemplo la famosa postura semireclinada en la que el bebé repta hasta el pecho solo y se agarra correctamente) que presionar, presiona mucho, respetar, respeta poco, y formarse, se forma menos. Esas matronas no tuvieron ninguna ética ni consideración contigo.

Yo fui cuestionada y acosada por matronas de un hospital estatal por haber parido en casa con mis matronas y haber tenido que hacer un traslado por retención de placenta. ¿Hago victimismo destructivo de ello? Pues no, eso se denuncia en el hospital por intromisión en la vida personal del paciente y se lucha acusando a las personas concretas por mala praxis profesional. Pero no las voy acusando de pertenecer a no sé cuál asociación contra el parto en casa. Eran malas profesionales y punto.

Punto número 3: Sobre el caso de tu cuñada lo mismo. Los profesionales tienen que limitarse a su trabajo que es informar y apoyar en las decisiones (decisiones INFORMADAS) de sus pacientes.

Punto número 4: La organización LLL no es una secta totalitaria, ni va por las calles buscando adeptos como los testigos de Jehová. ¿Te lo vuelvo a repetir? Son las propias mujeres las que acuden, en muchos casos desesperadas, para informarse sobre lactancia materna e intentar resolver problemas allí. ¿Tanto te molesta? Pues quien se pica ajos come. Gracias a esas voluntarias muchas mujeres logran su objetivo: dar de mamar sin dolor o bien son derivadas a profesionales de la salud que saben de lactancia y pueden informarlas sobre otras opciones. La LLL no va convenciendo a la gente por la calle, va quien ya está convencido de que quiere amamantar y tiene problemas.

Finalizo con una pregunta, Beatriz. ¿Qué hubiese ocurrido si alguien te hubiese explicado que no era normal que te doliera la lactancia? ¿Qué hubiese pasado si una matrona te hubiera explicado trucos para facilitar el buen agarre en lugar de presionarte y cohibirte? En cualquier caso, el tema de la lactancia es lo de menos, porque hay personas maravillosas que dieron y dan biberón con todo el amor del mundo, lo terrible es todo lo demás que dices en el artículo de Pikara y con qué desprecio hablas de los bebés. ¿Un adminículo? Hasta he tenido que buscarlo en el diccionario…

m. Cosa pequeña y simple que sirve de ayuda o complemento de algo, como un imperdible, un palillo de dientes, un broche, etc.:
la chincheta es un adminículo que suele colocarse en corchos o tablones de anuncios.
Objeto o utensilio que se tiene o se lleva para utilizarlo en caso de necesidad. Más en pl.:
adminículos sanitarios, de escritorio.

Niñofobia, ignoracias por la pérdida de conocimientos en cuanto al arte femenino de amamantar, egoismo, denigración de los cuidados y autoritarismo… Estos son los valores en alza. Agradecería enormemente que esta vez contestases a las preguntas concretas y vaya por delante que no hay odio en mis palabras, intento empatizar al máximo con las personas con las que discuto.

Verás, eso de TODA la información también depende. En el libro que estoy escribiendo y en el que he estudiado TODA la información, he encontrado muchísimos artículos de científicas/os y pediatras que cuestionan TODOS los artículos aparecidos en los últimos 20 años «demostrando» una inexistente superioridad de la lactancia. TODA la información tendría que incluir artículos de un lado y del otro. Asímismo, también recopilo las actas de la OMS en las que termina recomendando la lactancia y recopilo las presiones que recibieron por parte del gobierno y de los colegios profesionales para que admitieran unos artículos y desecharan, en cambio otros. Así que TODA la información incluye aquella información que demuestra que la lactancia no supone ninguna ventaja.

Hola, Beatriz.
Yo soy una madres que tiene un neno de dos años. Aún le doy de mamar. Ha sido mi opción libremente tomada. Y por eso estoy completamente de acuerdo con tus palabras. Lo que necesitamos las mujeres es sentirnos en libertad para decidir sobre nuestro cuerpo, sobre nuestras vidas. Mil gracias por tu artículo.

Un abrazo a todas !

Ana H.

Acabo de leer este artículo, aunque hace bastante que se publicó. He llegado aquí investigando sobre los lobbys prolactancia. Nunca he sido madre, pero hace poco tiempo comentado con amigos en un bar que si tuviera bebés no me gustaría dar el pecho, porque me parece que te ata demasiado (sobretodo si lo haces a demanda como muchas de las madres recientes que conozco) recibí la siguiente contestación: «pues mejor no seas madre». ¡Uf! Me pareció algo bastante terrible de decir a una persona, la verdad. Estoy un poco preocupada por todo este tema, tengo amigas que han iniciado eso de la «crianza natural» y ya no hacen nada más que estar con los bebés y con otras madres.

Es un tema psicópata que aburre.
Yo tuve a mi hija por cesárea y tras los malos augurios me subió la leche a la primera yupiiiii.
Pero tal y como vino se fue,debido a una anemia que casi me mata.
Pero desde el minuto uno mi hija se acostumbró a bibe y a teta,por que los 30 puntazos de la cesárea me impedían bastante y por que así mi marido me podía echar una mano y todos contentos.
Me gustan algunas cosas de la crianza natural.
Por ejemplo hemos decidido no llevarla a guardería, pienso que ella tiene toda una vida para estudiar y estos tres años no me los devuelve nadie. Como he dicho decisión conjunta.
Tema colecho. La verdad es que me hacia mucha ilusión, pero ahí mi marido si fue tajante. Ni hablar del asunto. Le asustaba la idea de hacerle daño y yo lo comprendí. Tampoco ella ha querido nunca, es una niña muy poco mimosa. En cuanto a dormir con nosotros en nuestra habitación púes hasta que ella quiera.
Respeto completamente sus ritmos pero si hay que regañarla se la regaña y no le permito que alborote ni moleste. Y le hemos enseñado desde el principio cosas que se están perdiendo, cosa como por favor, gracias y perdón.
En fin tema controvertido.
Un saludo a todas las mamás estupendas.

Me encanta este articulo. Yo he tenido un bebe hace dos meses y desde el primer momento quise dar biberon porque aborrecí a las talibanas de la teta, como las llamo yo a aquellas que si estas en contra de dar la teta en un entierro por decir algo. Te tachan y te insultan en facebook. Me pasó a mi con un articulo que publiqué en facebook y desde entonces no quise formar parte de ese grupo de mujeres que como bien dices se escudan en esta verdad que para ellas es absoluta pero para mi relativa. Lo digo por doble esperiencia al ser enfermera de mas de 10 años y haber trabajado en la planta de maternidad y ahora al ser madre. Si al biberon! O tambien: Sin teta tambien hay paraiso y sobretodo no a sacarse la teta en qualquier parte. Un poquito de porfavor que vivimos en sociedad y hay normas de saber estar.

[…] Uno de los más enrevesados es sin duda el de la lactancia materna, que divide a la población entre los que ven en este acto una forma de escándalo público y los que lo ven como un hecho exento de repercusión social. Como es habitual, la situación trasciende primero hacia los aspectos más puramente económicos. En este sentido, las empresas o fabricantes de productos de bebés se han constituido como un verdadero lobby. […]

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