Personas concentradas pacíficamente en cualquier lugar de nuestras ciudades para exigir lo que quiera que sea: calefacción, derechos sociales, no más recortes en educación. En democracia no hace falta que te autoricen las manifestaciones, basta con avisar que van a convocarse, y siempre que sean pacíficas, la policía tiene la obligación de no intervenir, de dejar que la manifestación transcurra en paz. Si en algún momento tiene que intervenir, tiene que hacerlo proporcionadamente y los policías tienen que llevar, según la ley, la identificación visible. No se trata de reprimir, sino de ordenar e impedir que la cosa se desmande. O así debería ser.
En los últimos meses parece que la gente ha empezado a entender que el futuro nos los jugamos en la calle, no en el Parlamento. Por eso, con el ejemplo de los países árabes, la gente ha comenzado a salir a la calle en todo el mundo, y el el poder, Rubalcaba incluido en su momento, comenzó a ponerse nervioso. Yo no olvido el primer y muy violento desaolojo de Sol que tuvo la virtud de contribuir a llenar Sol al día siguiente; que nos llevó a tomar la plaza. Y ya entonces, en plena campaña electoral mejor dejarlo, que ya habría tiempo luego. Porque hemos aprendido que costará mucho o poco, pero que si todxs salimos a la calle a gritar lo obvio, a decir que NO, pues entonces no hay urnas, ni mentiras, ni politicastros de cuarta categoría, ni nadie ni nada que impida que dejemos constancia de que seguimos pensando que la política es nuestra, que las calles son nuestras y que esos políticos intercambiables han dejado de representarnos.
El 15 M en Barcelona y en Madrid fue reprimido con maneras claramente fascistas; ahora, unos chicos y chicas de Valencia, 14, 15 y 16 años, alumnos del Instituto Lluis Vives salen a la calle contra los recortes porque estos recortes a ellos y ellas se les clavan en forma de restricciones en la calefacción. Estos alumnxs no tienen calefacción porque allí estuvo sonrisitas Camps gastando a manos llenas en faraónicas visitas papales, en circuitos urbanos de Fórmula 1 y en aeropuerto sin aviones construidos por personas a las que siempre les toca la lotería. Y allí estuvo también Urdangarín organizando congresos que costaban millones pero que quedaban en el limbo de los congresos que no se celebran. Y nadie ha pagado por eso, ¿nadie? no. Los chicos y chicas sin calefacción, las personas sin recursos se han quedado sin ayudas, la sanidad y la educación públicas en caída libre. Ahí se está pagando el Papa, y el aeropuerto y la Fórmula 1 y los timos de Urdangarín. Ellos en la calle y lxs alumnos sin calefacción.
Así que….”esto es todo, amigos”. Ya no queda para vosotros: ya no queda para sanidad ni para calefacción. Y quien quiera esos lujos que se los pague. Entonces los chicos congelados salen a la calle porque, educados en democracia y sin necesidad de Educación para la ciudadanía impartida en inglés, debieron creer que tenían derecho a algo, olvidando que aquí tenemos derecho a meter un voto en una urna pero no a exigir después que se cumpla lo que nos prometían antes de meter el voto. Al que se salga del guión que la policía lo apalee como si esto fuera Túnez, que las cosas se sabe cómo empiezan pero no como acaban.
Y eso no es todo porque en estos días la violación de derechos civiles básicos ha ido mucho más allá de la represión desproporcionda. Hemos visto a un jefe de policía supuestamente demócrata jugar a la guerra con los manifestantes a los que ha llamado «enemigos»; luego hemos visto que es un fascista de un partido fascista; después hemos visto, al parecer, a la policía acudir a los hospitales y llevarse los partes de lesiones.. y sobre todo apalear a estudiantes desarmados. Al jefe de policía fascista le nombró Rubalcaba, por cierto. ¿No será que este jefe de policía se ha formado, gracias a las ideas de casquero de Camps en chino o en inglés? ¿No debería alguien explicarle su trabajo en valenciano o castellano?
Por Internet estamos viendo a unos policías bestiales apalear a gente completamente desarmada y que no ha roto nada. Aquí no hay contenedores destrozados, ni fuego, ni nada. Aquí hay unos vándalos venidos de otra época -y que necesitan educación para la ciudadanía como el comer-, apaleando a chavales desarmados. Lo vimos en el 15M: nadie como una policía no profesional y bárbara para sacar a la gente a la calle, porque nosotros y nosotras nos hemos creído que esto era una democracia y que manifestarse y protestar sin que a una la peguen es un derecho básico.
La violencia del estado irá en aumento mientras que la ciudadanía vamos a salir cada vez más a la calle porque ya hemos visto que los otros cauces comienzan a resultar como poco risibles. A la calle pues, que es nuestra. Y en Valencia ya es primavera.
Una respuesta a «Es fascismo de baja intensidad»
Pues sí, supongo que alguien se dará cuenta en algún momento que la masa puede enfurecerse si te tocan tanto los derechos, si pegan y detienen (19 detenidos) a tus hijos por pedir calefacción en un instituto público.
Mientras malgastan en aeropuertos sin aviones y estatuas de cabezones de 320.000 €.