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Legitimidad ciudadana


Según hemos sabido este pasado martes varias decenas de personas impidieron que la Policía Nacional detuviera a un ciudadano y se le llevara a la comisaría para identificarlo. Según un portavoz de la Policía de Madrid el ciudadano fue interceptado al pretender entrar en el metro sin pagar. No es que dude de que haya gente que entra en el metro sin pagar, de lo que dudo es de la versión policial, vamos que no me la creo. Ya sería raro que un extranjero sin papeles se arriesgara a entrar en el metro sin pagar para que una cámara le grabe y dos agentes le esperen en la siguiente estación.

Rubalcaba lleva tiempo diciendo, en la más pura política mentirosa que tanto se estila, que la policía no tiene órdenes de hacer redadas selectivas en las que se pidan los papeles a la gente en función del color de su piel, que no se hacen redadas para “cazar” inmigrantes sin papeles. Miente. Y se que miente no porque así lo vengan diciendo todas las asociaciones que se dedican a proteger a los inmigrantes de los abusos, sino porque yo misma la semana pasada en la estación de metro Nuevos Ministerios asistí al espectáculo de unos policías de paisano, muy disimulados, que pedían los papeles a la gente negra que pasaba por allí, así de simple; me paré un rato a mirar y ni una sola persona con aspecto de europea blanca fue requerida a entregar su documentación, ni una sola en los veinte minutos en los que estuve mirando.

Por el contrario, todas las personas negras o morenas de piel que tuvieron la desgracia de pasar por allí fueron conminadas a identificarse. Así que sí, no me cuenten cuentos que lo he visto. Existen redadas indiscriminadas contra personas que no han cometido ningún delito y dichas redadas están basadas en criterios racistas. Además, España es el país de la UE que ofrece menos garantías y que tiene una legislación más dura contra los extranjeros y esas leyes se han endurecido o aprobado con gobiernos socialistas, defensores de los derechos humanos, se supone.

Comenzamos a vivir en una especie de “despotismo ilustrado” en el que se están aprobando leyes y se están aplicando políticas que repugnan a la razón y al sentido de la justicia, de la igualdad o de la equidad, en muchos casos y que además son leyes o políticas que van en contra del bienestar general. Por si fuera poco, se trata de medidas que no han ido en ningún programa electoral y que por tanto no gozan de legitimidad democrática. Ante esto podemos observar que la ciudadanía se está levantando y actuando en contra de las mismas. La paralización de los desahucios por impago, la negativa a que un ciudadano que no ha hecho nada sea detenido en plena calle, la objeción ciudadana ante el abuso de determinadas políticas que parecen únicamente ocupadas en salvar las cifras macroeconómicas, el filibusterismo político que vemos cada día, la corrupción…han producido una deslegitimación institucional y política de tal calibre que la ciudadanía comienza a actuar por su cuenta.

Este es un camino con luces y sombras. La luz es la capacidad de resistencia de la ciudadanía, la capacidad para no caer en la resignación acrítica y enfrentarse a la injusticia. Las sombras ya las conocemos. Tenemos ejemplos de sobra en la historia reciente para saber de los peligros de la deslegitimación generalizada de las instituciones. Pero la deslegitimación es imparable si quienes se supone que son los representantes de la ciudadanía devalúan la democracia sin rechistar. Es un tiempo difícil en el que se nos exige que tomemos partido.

Publicado en Equo

Por Beatriz Gimeno

Nací en Madrid y dedico lo más importante de mi tiempo al activismo feminista y social. Hoy, sin embargo, soy un cargo público. Estoy en Podemos desde el principio y he ocupado diversos cargos en el partido. He sido Consejera Ciudadana Autonómica y Estatal. Del 2015 al 2020 fui diputada en la Asamblea de Madrid y ahora soy Directora del Instituto de la Mujer. Sigo prefiriendo Facebook a cualquier otra red. Será la edad.
Tuve la inmensa suerte de ser la presidenta de la FELGTB en el periodo en que se aprobó el matrimonio igualitario y la ley de identidad de género. He dado lo mejor de mí al activismo, pero el activismo me lo ha devuelto con creces.
Estudié algo muy práctico, filología bíblica, así que me mido bien con la Iglesia Católica en su propio terreno, cosa que me ocurre muy a menudo porque soy atea y milito en la causa del laicismo.
El tiempo que no milito en nada lo dedico a escribir. He publicado libros de relatos, novelas, ensayos y poemarios. Colaboro habitualmente con diarios como www.eldiario.es o www.publico.es entre otros. Además colaboro en la revista feminista www.pikaramagazine.com, así como en otros medios. Doy algunas clases de género, conferencias por aquí y por allá, cursos…El útimo que he publicado ha resultado polémico pero, sin embargo es el que más satisfacciones me ha dado. Este es “Lactancia materna: Política e Identidad” en la editorial Cátedra.

2 respuestas a «Legitimidad ciudadana»

Respecto al incidente del pasado martes en Lavapiés, no sé si es verdad que la policiía detuvo a esta persona por colarse en el metro o en realidad estaban haciendo esas identificaciones racistas que yo también he visto en mi entorno (estación de Batán por las mañanas a la hora de ir al trabajo).

Desde luego, si la persona en cuestión se coló en el metro y se resistió, motivando la intervención de la Policía, todo mi apoyo a los agentes.

Ahora bien, me repugna y me avergúenza ver las identificaciones a personas seleccionadas por su aspecto (negras, sudamericanas o árabes) que simplemente van a sus trabajos. Aunque nunca me he atrevido, lo reconozco, he estado tentado de acercarme con mi DNI para presentárselo al policía y que me identifique a mi también.

Es que seguimos con la misma historia. Existe y se recrea en concretos circulos politicos, PP UPYD y muchisimos jerarcas del Psoe (que por cierto, ya cabe de todo como el catolicismo) una homofobia, nacionalismo, racismo, xenofobia o el machismo, y todo esto son los ingredientes del fascismo. Y es que se vive, amigo Luis Jesús, este fascismo. Y el fascismo, lo que genera es la creacion de estas patoligias sico-sociales, que afectan directamente a los librpensadores, y racionalistas, y la mínima reaccion de estos, es YA UNA CONFRONTACION. pasa en el metro, pasa en los trabajos, pasa en la calle con los agentes de la policia, de todas ellas, (parecen tus enemigos, en vez de velar por uno) pasa con las trabajadores de la empresas de seguridad, que son verdaderos ogros cuando están en comandita. Tengo experiencia personales , con juicio incluido de lo que hablo, jueces que no quieren saber nada de pruebas testificales, cuando se trata de ciertos ciudadanos. El pais está así. Pues haz eso que piensas hacer, vete al policia, y le propones, que te identifique cuando tengas un caso similar, como vivencia será muy interesante, sabrosa, escatológica y ojla quedara pero más como anecdota, pero la respuesta será:
Se te quedará mirando con el ceño fruncido, te hará una radiografia, pensando que hacer contigo, y a que coños viene tu talante, se volverá al compañero, y le dirá ¿Y este ?
– ¿quien eres tu para mandarme a mi?- Te espetará -¿Te pasa algo?
Le meterás en un compromiso y se eres paciente y sumiso, y no dices nada, saldrás más o menos airoso de la situación, pero como se te ocurra empezar a dar explicaciones de tu actitud, te exigirán el DNI, y !Ale , a comisaria! por listo. La cantidad de cargos para tu deteción puede ser expectante, entre ellas «obstrución a la justicia». Así que estimado Jesús, los incidentes que suceden provienen de un determinado comportamiento: Dar a conocer el poder, y para que están esa gente a los que votamos. Porque en lo esencial, los politicos son los culpables de todas estas actuaciones.
Un saludo

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