Categorías
Posts

Todos mienten


El domingo 18 el director de El País, Javier Moreno publicaba un extenso artículo de opinión cuyo objetivo era resaltar la importancia de las filtraciones descubiertas por Wikileaks y publicadas por su periódico. En mi opinión en el artículo había una pequeña queja latente; El País se duele de que las filtraciones no hayan tenido, quizá, la repercusión pública que esperaban. Yo creo que ha tenido mucha más repercusión el montaje y persecución contra Assange que las filtraciones en sí. El caso ha pasado de tener que ver con la política internacional a convertirse en un caso de libertad de expresión en Internet, algo a lo que todo el mundo es extraordinariamente sensible porque afecta a la posibilidad que los ciudadanos tenemos de informarnos por nuestra cuenta, de buscar información, de compararla, de juzgar por nosotros mismos, algo que es básico tal como están las cosas. Finalmente no nos importa tanto lo que dicen los cables como el derecho que tenemos a enterarnos.

Según Moreno, lo importante de la filtración es que ésta revela como nunca antes hasta qué grado los políticos de Occidente han estado engañando a sus respectivas ciudadanías. Desde luego es cierto. Es la primera vez que tenemos las pruebas fehacientes de que todos son unos mentirosos, todos, y de que la política se hace con mentiras, medias verdades y traiciones a los ideales y a los principios. Si esto no ha resultado escandaloso es porque, desgraciadamente, me temo que la mayoría de la gente, al menos la ciudadanía de los países democráticos, ya lo sabía. Nos engañan lo mismo que a los súbditos de cualquier dictadura pero, para nuestro bien, la diferencia es que aquí podemos informarnos por otras vías, contrastar información y expresarla, de ahí la importancia de la persecución contra Assange. Además me temo que la alternancia democrática proporciona una formación rápida en mentiras electorales que no disfrutan, es un decir, aquellas personas que viven en dictadura. Ahora por ejemplo nadie duda que prácticamente todo lo que dice el PP es mentira y es difícil aguantar la risa (o el llanto) cuando se presentan como sindicalistas esforzados o, como dijo Pons o Cospedal, defensores de los débiles. Mentiras que no creen ni sus votantes que, si les creyeran, no les votarían. El gobierno miente también, por supuesto y no voy a hacer recuento.

La realidad es que podemos ignorar tal o cual mentira concreta, pero lo que todo el mundo sabe es que cualquier mentira es posible. El hecho de que según todas las encuestas, uno de nuestros principales problemas como sociedad sea la clase política y los partidos demuestra que les conocemos de sobra. En un interesantísimo artículo de hace un par de semanas Javier Cercas se preguntaba, a propósito del pseudo escándalo que levantó la entrevista a Felipe González, si existe alguien que ignore que llegar al poder es pactar con el diablo. Me resisto a creer que no haya alternativa a ese pacto, pero por ahora es lo que hay. En todo caso, una de las cosas más interesantes de Wikileaks y que Javier Moreno no dice es que aquí mienten no sólo los políticos; es cualquier tipo de poder (que no está sólo en la política y ni siquiera principalmente) el que sale trasquilado. Wikileaks amenaza con publicar ahora filtraciones de los bancos. No me sorprenderé de nada, ¿qué la crisis es una conspiración decidida un domingo por la tarde para vender planes de pensiones privadas? Me lo creeré. ¿Qué los bancos tienen oscuros planes para acabar con la democracia y poner de presidente del mundo a un banquero? Me lo creeré; me creeré cualquier cosa. Eso es lo terrible, que hemos llegado a un punto en el que cualquier barbaridad que se nos ocurra sabemos que podría ser posible.

Lo que Javier Moreno no cuenta es que los medios de comunicación que son empresas, que son dinero, que son poder económico mienten lo mismo que todos los demás. Los medios siempre han tenido sus querencias ideológicas, lo cual es lícito y deseable, pero hasta hace poco los periódicos serios no contaban mentiras. Eso ya no es así y también nos hemos acostumbrado a eso. El Mundo, sin ir más lejos dio una lección de cómo inventarse noticias y aquí no pasa nada. No hacía falta que Wikileaks nos lo dijera, todo el mundo sabía que todo lo publicado buscando una autoría de ETA en el 11 M se basaba en enormes mentiras periodísticas. No pasa nada, la gente de derechas sigue comprando El Mundo porque les gustan las mentiras que cuenta, son de las suyas. Pero también El País ha quedado en evidencia con las noticias de Wikileaks sobre Latinoamérica. Wikileaks ha venido a demostrar también lo que las organizaciones de derechos humanos sabían, lo que los activistas denunciaban, lo que todo el mundo un poco informado conocía…que en la Colombia “democrática” presidida por Uribe las fuerzas armadas se comportaban como una organización criminal, al mando de Uribe, que asesinaba rutinariamente a activistas, opositores políticos, indígenas y personas pobres sin más. El País no sólo no denunció nunca esos hechos, ni les dio cobertura, sino que defendía que Uribe (que acabará ante los tribunales) era un líder democrático frente a Chávez, que será lo que sea pero que todavía no asesina a nadie. Hay una gran diferencia entre uno y otro, en términos al menos de asesinatos, que El País no sólo ocultó sino que además se esforzó denodadamente en dar una pátina de legitimidad democrática al asesino Uribe y lo hizo mintiendo. Por cierto que, ¡qué curioso!, todos los cables que se refieren al comportamiento criminal del ejército colombiano, justamente esos, El País no los publica y los leemos en Público. Así que vemos que El País hace lo mismo que los gobiernos, que los bancos, que cualquier otro poder. No sé de que se extraña Javier Moreno. Sabemos cómo son, todos mienten.

Publicado en El Plural el 22 de diciembre de 2010

Por Beatriz Gimeno

Nací en Madrid y dedico lo más importante de mi tiempo al activismo feminista y social. Hoy, sin embargo, soy un cargo público. Estoy en Podemos desde el principio y he ocupado diversos cargos en el partido. He sido Consejera Ciudadana Autonómica y Estatal. Del 2015 al 2020 fui diputada en la Asamblea de Madrid y ahora soy Directora del Instituto de la Mujer. Sigo prefiriendo Facebook a cualquier otra red. Será la edad.
Tuve la inmensa suerte de ser la presidenta de la FELGTB en el periodo en que se aprobó el matrimonio igualitario y la ley de identidad de género. He dado lo mejor de mí al activismo, pero el activismo me lo ha devuelto con creces.
Estudié algo muy práctico, filología bíblica, así que me mido bien con la Iglesia Católica en su propio terreno, cosa que me ocurre muy a menudo porque soy atea y milito en la causa del laicismo.
El tiempo que no milito en nada lo dedico a escribir. He publicado libros de relatos, novelas, ensayos y poemarios. Colaboro habitualmente con diarios como www.eldiario.es o www.publico.es entre otros. Además colaboro en la revista feminista www.pikaramagazine.com, así como en otros medios. Doy algunas clases de género, conferencias por aquí y por allá, cursos…El útimo que he publicado ha resultado polémico pero, sin embargo es el que más satisfacciones me ha dado. Este es “Lactancia materna: Política e Identidad” en la editorial Cátedra.

Una respuesta a «Todos mienten»

Ya lo decía Manu Chao: «todo es mentira en este mundo/todo es mentira, la verdad/ todo es mentira, yo me digo/ todo es mentira ¿por qué será?»

Aún espero que haya alternativa ante ello

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.