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Sólo madres


Hagamos lo que hagamos no dejamos de ser, sobre todo, madres. Las mujeres seguimos definiéndonos en cuánto madres, por serlo o no serlo y cuando lo somos tenemos que ser siempre una madre amantísima, amamantadora, y que encuentra en esta maternidad “su mejor papel”. Nada de una madre harta, cansada, una que prefiere no dar de mamar porque elige  descansar o que está deseando que venga alguien y se lleve al niño/a un rato o siempre (me niego a considerar que no haya mujeres que se arrepientan secretamente de una decisión irreversible y, además, me niego a juzgarlas).  No importa nada lo que la mujer haga en su vida, lo que sea o diga; si ha parido, será únicamente madre. No será diputada, actriz, minera, será madre. Su trabajo, su vida familiar, sexual, social, estarán condicionadas por esa maternidad.

Ser madre es lo más fácil del mundo porque desde que nacemos niñas recibimos todo tipo de información acerca no sólo de ser madre, sino de qué tipo de madre ser, esa amantísima, amamantadora, dispuesta y feliz, la única madre que se puede ser. La otra, la que está harta, cansada y quiere que el padre (o quien sea) se lleve al niño vociferante, esa no existe o, de existir, es un monstruo, lo peor que puede ser una mujer: una mala madre. Muñecos con aspecto de bebé que niñas casi de ese mismo tamaño llevan con ellas, muñecos que lloran, escupen, maman, hacen caca y pis…te van acostumbrando a la díada inseparable mama-bebé. Pero a pesar de que es facilísimo, que la biología hace su trabajo sin apenas intervención de ningún tipo, que llevamos miles y miles de años haciendo exactamente lo mismo con los bebés…a pesar de eso, no debe ser tan sencillo convencernos cuando el sistema no ceja en enseñarte, enseñarte, acostumbrarte, esforzarse en vencer todas tus resistencias…Cuando algo hay que machacarlo de esa manera es que no está tan claro que la maternidad sea algo tan deseado por todas. Porque aunque la mayoría de miles de millones de mujeres (literalmente) somos madres, resulta que aun hay que aprender a ser madre. Por eso proliferan los blogs, los libros y folletos, en los que mujeres felices, felicísimas, nos explican cómo hay ser madre, cómo si no lo supiéramos (cada una como puede, sería la respuesta correcta).

En todo caso, todos estos blogs son de buenas madres y siempre felices que nos explican cómo la maternidad ha cambiado sus vidas, siempre para bien. Cómo cuánto más dan de mamar, más abandonan el mundo, la profesión que tuvieran, incluso las relaciones amorosas o sexuales, para “entregarse” al bebé, más felices son. “El arte de ser madre”, (ah…es un arte, quién lo diría), “Ser madre cambió mi vida”, “La maternidad vivida al 100%”, etc. Estos son algunos títulos de blogs, folletos o libros que nos enseñan eso que se supone, a pesar de que no se nos educa para otra cosa, que no sabemos hacer bien. Merece la pena reseñar que todas estas mujeres son “conversas”, es decir, todas son mujeres que antes de ser madres tenían una profesión que les importaba mucho, mujeres que en algún momento cometieron el pecado de pensar que la maternidad no lo sería todo en sus vidas y que no dejarían de trabajar por ser madres, ni dejarían de ocuparse de las cosas que les importan, ni dedicarían todo su tiempo a sus bebés. Ahora, se han “convertido” y nos lo cuentan. Es curioso porque las madres tradicionales,  esas que no se han planteado nada acerca de la maternidad, esas que han sido madres sin más explicación,  esas que han sido madres cómo han podido, las madres rurales, las madres trabajadoras, las madres amas de casa de toda la vida, las madres que ya son mayores (nuestras madres)  y las abuelas (nuestras abueñas), esas se morirían de risa ante estas nuevas místicas de la maternidad que han descubierto El Dorado porque dan de mamar.

Esas madres que no necesitaron un curso saben de sobra que ser madre es como todo en la vida bueno y malo, maravilloso y espantoso, deseable e indeseable, depende de las circunstancias personales y sociales de cada una. A unas les gustan los niños y a otras no; unas sabían dónde se metían y otras no, a unas les gusta tanto su trabajo que no lo dejarían por nada del mundo, a otras, en cambio, su trabajo no les satisface, así que lo dejan contentas, la mayoría hace equilibrios para hacerlo todo y renunciar lo menos posible; unas están deseando que llegue un bebé porque eso llenará un enorme vacío en sus vidas, otras se darán cuenta, demasiado tarde, de que su vida estaba llena y que un bebé no es la solución de nada, unas estarán deseando quitarle tiempo a su pareja y dárselo al bebé y otras, en cambio, sentirán la pérdida de intimidad con su pareja que un bebé conlleva; unas tendrán nostalgia (que nunca confesarán) del tiempo en que no tenían responsabilidades, otras ya no podrán imaginar sus vidas sin el niño o la niña etc.

Y todo esto viene a cuenta del auge de las amamantadoras felices y talibanas (es decir, las que no cejan en convencer al resto de las mujeres de que no hay otras opciones que la suya) algunas de las cuales me persiguen desde que escribí mi ingenuo post sobre este tema sin saber donde me metía. Como no lo sabía, pero ahora sí, no sólo me reafirmo sino que insisto. Defenderé siempre que cada mujer haga lo que le venga en gana con cuerpo y su vida, defenderé esa elección sin juzgarla ni atacarla por ello; no opinaré que una mujer es mejor madre que otra porque no juzgo a las mujeres como madres, sino como personas, y  mucho menos aun mientras no se emplee el mismo rasero para juzgar a los hombres como padres, pública y privadamente. Y todo esto  (aunque no lo parezca) se me ha venido a la cabeza a cuento de que hace poco se elegía al presidente/a de Islanda y la elección estaba entre un hombre y una mujer. Sin embargo, para los medios, la elección se dirimía entre “un político experimentado y una joven madre”(aparecía así en todos los medios); ¿eso son parámetros comparables? ¿Qué tiene que ver que ella fuera madre con su capacidad política o personal? Lo lógico hubiera sido, en todo caso, distinguir entre un político experimentado y una política inexperta (suponiendo que lo fuera); entre una joven  madre y un padre añoso (ridículo ¿no?); entre un político de tal partido, y una política de otro partido.

No hay manera. Hemos retrocedido cuarenta años y lo que no consiguieron los hombres en su momento, meternos en casa, lo están consiguiendo ahora con la mística de la maternidad y también con cierta mística de la feminidad que se ha extendido entre todo tipo de feminismo. Creo que, en parte, hemos equivocado la estrategia:  Tanto darle al cuidado, a la conciliación y a los principios femeninos. Normal…al final ¿quién va a cuidar, a conciliar y quien se va a comer esos principios? Yo estoy más, de nuevo, por ser malas, no cuidar a nadie, negarnos a parir y, si parimos, dar biberones a tutiplén; volver a los orígenes del feminismo: no quiero ser una buena madre, una buena compañera, una buena mujer, una buena madre/trabajadora etc.  Tengo varios post en perspectiva, incluso varios blogs: “El blog de la mala madre”, “Se asertiva: como decirle a la enfermera que dé de  mamar ella”, “El día en que se te olvidó darle a tu niño de comer y te quedaste tan pancha”, “Cómo seguir durmiendo cuando llora (que se haga cargo él)”  “Medicamentos para que se retire la leche”, “Cómo tener un hijo/a y seguir como si nada” etc. En fin, que tengo tema. El blog de la mala madre está al caer.

Por Beatriz Gimeno

Nací en Madrid y dedico lo más importante de mi tiempo al activismo feminista y social. Hoy, sin embargo, soy un cargo público. Estoy en Podemos desde el principio y he ocupado diversos cargos en el partido. He sido Consejera Ciudadana Autonómica y Estatal. Del 2015 al 2020 fui diputada en la Asamblea de Madrid y ahora soy Directora del Instituto de la Mujer. Sigo prefiriendo Facebook a cualquier otra red. Será la edad.
Tuve la inmensa suerte de ser la presidenta de la FELGTB en el periodo en que se aprobó el matrimonio igualitario y la ley de identidad de género. He dado lo mejor de mí al activismo, pero el activismo me lo ha devuelto con creces.
Estudié algo muy práctico, filología bíblica, así que me mido bien con la Iglesia Católica en su propio terreno, cosa que me ocurre muy a menudo porque soy atea y milito en la causa del laicismo.
El tiempo que no milito en nada lo dedico a escribir. He publicado libros de relatos, novelas, ensayos y poemarios. Colaboro habitualmente con diarios como www.eldiario.es o www.publico.es entre otros. Además colaboro en la revista feminista www.pikaramagazine.com, así como en otros medios. Doy algunas clases de género, conferencias por aquí y por allá, cursos…El útimo que he publicado ha resultado polémico pero, sin embargo es el que más satisfacciones me ha dado. Este es “Lactancia materna: Política e Identidad” en la editorial Cátedra.

46 respuestas a «Sólo madres»

No tienes hijos, verdad?
No necesitamos que los tengas, y ellos seguramente agradezcan no tener una madre así, hay otras que los deseamos, los tenemos y los AMAMOS, es una elección y la QUEREMOS. Por favor, sólo te pido una cosa: RESPETO. No por amamantar y amar a mis hijos soy ni menos mujer, ni menos profesional que cualquier otra, es mi elección, ¿por qué os cuesta tanto RESPETAR? ¿Por qué renegais de ser MUJERES y queréis sólo lo que siempre han hecho los hombres y por supuesto nosotras podemos igual o mejor, pero, además nosotras podemos cosas que sólo las mujeres podemos, por qué te agrede que sea tan mujer y haga lo que sólo una mujer puede hacer; amamantar? Yo reflexionaría sobre ello; un modelo paternalista que no quiere a los hijos no es feminista, un modelo machista de no hacer caso cuando alguien te necesita no es feminista, comportarse como un macho no puede ser algo que persiga una mujer, y mucho mas una que osa autodenominarse feminista, feminista es del femenino, es la que ama ser mujer, la que le gusta lo que es y lo que representa lo femenino frente a lo masculino, las que defienden tu postura creo que sois machistas al modo mujer, pero de feministas nada, feminismo es otra cosa que tiene que ver con ser mujer , con el maternalismo, con lo femenino de la naturaleza frente al modelo paternalista y machista en el que nos ha tocado crecer a la mayoría. Así lo veo yo, con todo respeto, claro….

En realidad, tengo un hijo, de 24 años al que quiero muchísimo y con el que tengo buenísima relación. Soy hija de una madre trabajadora y feminista que creo que sí me dio de mamar aunque, fíjate, no estoy segura, creo que no hemos hablado de eso.

Hola, ¿por qué dice «defenderé siempre que cada mujer haga lo que le venga en gana con cuerpo y su vida, defenderé esa elección sin juzgarla ni atacarla por ello»? Si no es verdad, yo me siento atacada en su artículo, me llama amamantadora talibana…Creo que usted no es madre, si no no escribiría semejante tontería…usted es de las que aprendió de chiquititas eso de ser madre así, sin plantearse nada, porque sí, y no señora, no es así como las mamás místicas (pues sí, soy mística y qué) nos desenvolvemos. Yo trabajo, trabajo mucho, y trabajo en casa porque eso me da la opción de criar a mi hijo, que es mi responsabilidad; trabajo mucho limpiando, haciendo la comida, poniendo lavadoras, y también me lo monto como puedo de autónoma…así que sí que trabajo amiga, solo que mi trabajo, la mayor parte de él, no está reconocido. Usted defiende el ser madre sin querer, sin planteárselo, casi sin ganas, ¿qué clase de seres humanos vamos a traer al mundo así? Creo que más que reírse de nosotras, que hemos elegido libremente ser madres (hemos ejercido nuestro derecho a elegir libremente), debería abrir un poquito su mente y pensar sobre qué beneficios trae a una sociedad que existan seres humanos que han sido amados, amamantados y respetados en su infancia.

Perdona eso quiere decir que las mujeres que no hemos podido amamantar somos peores madres que tu? Que a nuestros hijos les ha faltado amor? Mira yo no pude darle el pecho a mi niña, lo intenté una y mil veces y no pude, no sabes las lágrimas que Vertí por gente como tu, lo juzgada que me sentí…. Ahora mi niña corretea feliz, esta sana, juega con sus amigos y tiene unos vínculos estupendos. Me quiere y la quiero, con sus cosas y con las mías. Aquí nadie es perfecto , hacemos lo que podemos. No soy ni mejor ni peor madre que tú. Tampoco soy mas o menos mujer que mis amigas sin hijos. Somos mujeres, sin mas. Veo a mi niña correr feliz y pienso que no lo he hecho tan mal. Ahora las lágrimas que gente como tu me ha hecho pasar, esas no las olvido jamas. A ver si aprendemos a respetarnos mas entre mujeres q nos hace falta

Hola Beatriz,
Por lo que veo te has sentido atacada por tu manera de afrontar la maternidad y ahora estás en pie de guerra. Sólo decirte que creo que es irresponsable de tu parte meter tanta caña en este texto, entiendo que lo que pretendes es provocar, pero al final estás consiguiendo una mayor desunión de las mujeres y esta es el arma más poderosa que tiene el patriarcado. Y yo creo que hay que parar con las guerras entre nosotras joder, que precisamente lo que necesitamos es estar juntas para construir un mundo mejor. En el foro del parto es nuestro está la gente metiéndose con el feminismo y ya he escrito un post pidiendo respeto que gracias a este las mujeres estamos donde estamos.
Estoy de acuerdo contigo en que nos respetemos las unas a las otras con nuestra manera de afrontar la maternidad porque nuestrxs hijxs van a ser felices si nosotras somos felices y no si hacemos algo con lo que no nos encontramos cómodas . Y creo que debemos evitar juzgar a la compañera con lo que hace o deja de hacer como madre. Además me parece importante que desde lo publico se respete la forma en que cada mujer es madre.
Sólo quería transmitirte mi opinión.
Salud
Susana

De acuerdo con que la exaltación de la maternidad tradicional y la que promueven los medios comerciales hay que criticarla porque esconde obligaciones para uniformar a las mujeres. Prefieren que las mujeres hagan todas lo mismo porque no quieren pararse a pensar en su complejidad. Soy madre, dí de mamar a mi hijo y mi hija, tomé muchas decisiones pensando sólo en lo que deseaba y necesitaba. Aquí te dejo un enlance a un post reciente que escribí, sobre la variedad de madres que conozco y que refeljan esa complejidad y que suma a tu post: http://milyuntropicos.wordpress.com/2012/05/30/maternidad/

Yo aún no soy madre, no ha sido la ilusión d mi vida, símplemente, llegó un momento en el q decidí, con mi marido, tener más familia. Y me apena q aunque a veces las patadas q me da mi niña, me durlan, mi marido no las puede sentir dentro de él. Y en serio, me apena q todo lo q sólo las mujeres podemos sentir, se lo pierda.
Pero ahora estoy embarazada, feliz, no estoy renunciando a mi vida, y sólo aspiro a darle lo q a mi me dieron cuando yo fuí pequeña: una infancia feliz. Y se q para eso se hacen sacrificios, mi madre y mi abuela los hicieron, y mi mi padre también, así como también los hará mi marido.
Pero eres tú la q está juzgando y faltando a las mujeres q deciden cambiar su vida.
¿Acaso a ti no te gustó sentirte querida y cuidada?
Respeta tú también.

Que injusto que tú tengas este don que tenemos la mayoría de las mujeres
y no lo sepas ver ni disfrutar y que haya tantas otras deseando ser madres y no puedan…te diría alguna cosilla más pero paso, me voy a dar teta a mi bebé que es lo que mas nos apetece en este momento

Después de leer todos los comentarios, no puedo estar más de cauerdo contigo,Beatriz.Tengo dos hijos.Son lo principal de mi vida,los amamanté,coleché con ellos,concilié como pude trabajo y maternidad para no faltar a ningun concierto de Navidad, ni a ninguna despedida cuando se iban de colonias…ahora que tienen 19 y 13 años sigo pendiente de sus menores necesidades…pero me cargan esas niñatas que se creen que han inventado la sopa de ajo…y lo que es peor,creen estar en posesión de la verdad…talibanas, radicales…y peligrosas, diría yo,sin darse cuenta de que sus decisiones no son tan libres como piensan…¿o acaso es casualidad que esta «nueva maternidad»(que nueva no tiene nada coño!) coincida con una crisis que ha disparado los niveles de paro?Un abrazo.

De nada, Olga.Es que si vuelvo a leer que la cesarea es la peor manera de nacer,o que la epidural es un instrumento de tortura, o culaquier estupidez por el estilo, creo que le prenderé fuego al ordenador.Qué coño sabrán!

¿Cómo es que tantas mujeres, por sus comentarios, no entienden que Beatriz NO ESTÁ CONTRA LA MATERNIDAD, sino CONTRA LA IDEALIZACIÓN DE LA MATERNIDAD, CONTRA LA PRESIÓN PARA LA MATERNIDAD, CONTRA LA REDUCCIÓN DE LA MUJER A LA MATERNIDAD… Para mí está clarísimo, y sólo me explico estas reacciones precisamente porque este parece ser un tema intocable, «sagrado». Te apoyo Beatriz en tu propuesta. Y a las comentaristas, ¡un poco de sentido del humor, por favor, leed el artículo guiadas por el mensaje, no al pie de la letra!

No puedo creer que exista esta crispación con respecto al post que ha escrito Beatriz Gimeno, no me puedo creer que sus palabras hayan dado lugar a las opiniones posteriores. Pensaba que todo estaba mucho más normalizado, pero con expresiones tales como «no eres madre» ( parece que falta que se active esa parte de raciocinio del cerebro para poder entender unos secretos cuidadosamente guardados por la madre naturaleza) o la amenaza de que hable una mujer que no pueda tener hijxs biologicos (porque hijxs podemos tener todxs, hombres y mujeres, fertiles o infertiles, la adopción ya hace mucho que se inventó) me abren los ojos de lo lejos que estoy de conseguir que la sociedad no me juzgue o me obligue por tener el cuerpo de una mujer.
Ilusa de mi. Pensaba que el objertivo del feminismo no estaba tan lejos, pero me he dado cuenta de que eso depende de que definición se le quiera dar al feminismo.Pporque de sobra he llegado ya a la meta si significa femeinidad, femenino y no se cuantas cosas más que muchas mujeres practicamos a diario. Pero si feminismo es lograr una igualdad, que no uniformidad, es tener unos valores, obligaciones, derechos por el hecho de ser persona, no por ser mujer u hombre o lo que sea, estoy muy lejos todavía de poder sentirlo.

Vamos a ver.
Yo creo que el papel de madre, de amamantadora (que también lo pueden hacer los hombres: amamantar -aunque me crucifiquen por ello-) es un rol ganado por las mujeres, donde nos sentimos reconocidas, valoradas, por eso NO aceptamos darnos cuenta de que es una TRAMPITA; enredo en el que algunas gustosas caemos y otras simplemente lo aceptamos sin reflexionar en ello.
Pero también hay quien se levante, alce la mano y pida una intervención a la maestra y sin que se la concedan se plante en contra, esa es Gimeno y yo la aplaudo.
[Intersticio: conozco casos -todavía en el siglo XXI- en los que las mujeres se «pelan» con las pastillas anticonceptivas para quedar embarazadas para «amarrar» a un hombre -novelezco, pero cierto y asqueante, claro-: «embarazada por error», porque además el cuido durante las relaciones sexuales muchas veces recae en la mujer y lo aceptamos sin rezongar y lo usamos a conveniencia. Fin del paréntesis]
Entonces como la lactancia y la crianza se convierte en un «espacio ganado» (más inducido imposible -la comillas son para dar cuenta de ironía-), las mujeres izamos las banderas de la reproducción y nos toca más bien reproducir la misma sociedad machista-patriarcal que cree que dar teta, criar y limpiar son cosillas de las vaginas.
Somos arte y parte en una cadena que, repetimos sin la más mínima conciencia.
No estoy de acuerdo con dar leche del tetero, por razones políticas, de salud y amorosas, más que por ser talibana; pero defiendo a las que no quieran ser madres, a las que siéndolo educan a su pareja porque el padre también puede mecer y ser cobijo y criar y cocinar y limpiar y trabajar y hacernos sexo oral: a la cuádruple jornada a la que nos sometemos sin mayores remilgos, sin tantas consignas (para muchas porque Dios lo quiso así y amén).
Me gusta que abofeteen algunas cosas que están como «dadas», que son así «porque sí», porque «el dedo de Dios nos tocó a las mujeres, nos señala y somos las elegidas» porque…. y blablablá. O porque «somos creadoras y podemos transformar la sociedad» y… blablablá y mientras la rueda sigue girando y libamos las mismas aguas.
Ojalá que esas aguas realmente nos revolucionaran desde la teta.
Mientras y para que el dedo acusor no caiga (y creo caerá) sobre mí: SI, no tengo muchacho todavía y SI, todas y todos me instigan para que procree, porque ya saben «no eres mujer hasta que…»
Me da risas y a veces también me da mucha bronca, que mi madre me traiga remedios caseros (que no me tomo), o me consiga tratamientos con éste o aquel para que quede encinta; o que alguna me considere una submujer por no embarazarme a pedido y entonces «no estás a mi nível, cuando tengas 2 hijos, seas tan infeliz como yo y aparentes emancipación, entonces…»
Hay más tela que cortar, hay cosas que no contemplamos, he allí el debate.

Respiro y sonrío con tu aportación, Indira. Sin duda me alarmé antes de tiempo al leer los primeros comentarios 😉

Parece que solo se puede opinar sobre la maternidad si perteneces al club de las místicas. Hay madres, padres e hij@s desde que el mundo es mundo. Hay personas que han tenido que sacar a su familia adelante como han podido sin pararse a pensar si lo que hacían entraba o no en la ortodoxia de la buena madre. Hay quien ha criado a sus hij@s ya adultos sin leer un solo blog ni asistir a una sola conferencia de Laura Gutman. Se puede ser madre, y de las buenas, sin tener que seguir el ideario de la supermadre mística.
Yo creo que hay tantas maternidades como madres y lo mejor de esto es que no hay porqué seguir un modelo. Se puede dar el pecho o dar biberones. Se puede hacer colecho o dormir con los brazos y piernas en cruz ocupando toda la superficie de la cuna como mi hijo mayor. Se puede seguir durmiendo después de que el padre de la criatura se apresure a dar el biberón de medianoche a su vástago. A medida que me hago mayor me da más repelús leer cómo una niñata madre de un bebé se atreve a dar lecciones a madres con más de un hijo y de edades más avanzadas que el suyo y decir que los que no cumplimos una serie de requisitos mínimos de la supermaternidad nos callemos la boca.

Eso que llaman «instinto materno» jamás estuvo en mi diccionario. Pero después de siete años con el que hace un mes era mi marido decidimos tener un hijo…. tenía claro que nunca sería uno; somos cuatro hermanos y uno me parecía ridículo. Con el shock de ver lo que era para mi ser madre ya tuve claro que ese «no uno» serían dos como máximo. Con el trabajo, casa y niño fue difícil de llevar pero en dos años llegó el hermano a casa. Considero que no soy mala madre. A mis hijos no les ha faltado nunca nada, ni amor, ni crema, ni cariño, ni toallitas, ni sonrisas, ni bibes, ni atenciones….nada.
Ocho años después de tener al primero hago balance, la maternidad minó mi vida (esto solo se lo digo a mis amigas más allegadas, el resto del planeta me mira como marciana, el problema es que confunden el concepto. Creen que estoy diciendo que no quiero a mis hijos). Para ser madre deje mi vida a un lado. Toda. Y eso que ni dejé de trabajar durante la baja materna. Siempre me rio de esa queja tonta de los hombres «llegó el niño a casa y yo pasé a ser segundo plato». Y digo ¿y yo? ¿quien fue la última de la cola? tan volcada en todos y todo que me borré del mapa. Nadie nos ve. La única que supo estar ahí: mi madre (que ahora no me entiende….pero de eso y a hablo otro día).
Casi deshidraté a mi primer bebé porque en el hospital insistían en que la estimulación del pecho hacía subir la leche, hacía posible amamantar a mi hijo, era una cuestión de perseverancia, asi muriesemos en el intento y ahí, a probar, y la realidad era que mi pecho estaba seco. Hasta que mi madre un día hizo un biberon y se dejó de chorradas.
Con la paternidad descubrí a un hombre diferente a mi lado. Sí, se podría decir que me decepcionó. Y mira que le quiero pero no estuvo a la altura, no esos primeros años tan duros en que esa personita, el niño, no juega, ni habla y necesita tanto. Con los niños ya mayorcitos y capaces no puedo decir que él no ha sido genial pero yo ya estaba herida.
Beatriz, estoy totalmente de acuerdo con lo que escribes. Dejémonos de tonterias. Y digamos que es posible sentir esto y ser madre y adorar a nuestros hijos.
Hace unos días le comenté a mi madre que, sabiendo lo que sé ahora sobre la maternidad, si volviese atrás no tendría hijos. Ella tampoco lo ha entendido, no pudo dormir, cree que no les quiero, que hay rechazo en mí. En fin.
Lo cierto es que yo he sacrificado mucho en el trabajo, en casa, en mi relación de pareja y nada, ni el amor que siento por los niños me regenera ya. Pero sigo…..y les quiero.
Gracias Beatriz por atreverte tú.

+q… me has sacado una lágrima de emoción. Creí que sólo éramos valientes las que no teníamos nada que perder por hablar sinceramente de los pros y los contras de «lo sagrado». Beatriz es de las que se echó el mundo a la espalda hace muchos años, pero veo que -¡por fin!- hay otras madres dispuestas a llamar a las cosas por su nombre. Y no sólo eso te honra, sino también que estés ahí para romper la cadena de transmisión heredada enseñando amor y verdad a tus hijos. ¡Que suerte han tenido contigo! 🙂

Beatriz, magnífico artículo, lo comparto frase a frase… hasta que llegas a los biberones a tutiplén… ay! … Por la misma razón que no he abandonado mi vida laboral, o dejé al padre de mi hija, o elegí volver a la universidad ya siendo «madre» (asi que suma: soltera, trabajadora, estudiante y madre, y ama de casa, y… no sé si me dejo algo). elegí dar de mamar a mi hija, porque para mí es un inmenso placer, porque lo deseábamos las dos. ¿Por qué personas de un lado o de otro se empeñan en decirnos a las mujeres lo que debemos hacer, sentir, elegir?

No lo hagas tú también, mujer, que es lo que nos faltaba… Un beso

Estoy leyendo los comentarios y me da una pena inmensa esta situación… Beatriz hace una defensa general de las madres, maravillosa y (en mi opinión) mete la pata con un nuevo planteamiento dogmático peligroso y qué veo… otra vez las mujeres unas contra otras sin escucharse mutuamente, sin entender lo más profundo del asunto, que es aquello con lo que Beatriz comenzaba el artículo… por dios, dejemos de juzgarnos unas a otras en nuestra forma de afrontar la vida, la maternidad, la lactancia, lo que nos dé la santa gana… basta ya…

Nuria hija…que boquita tienes, en vez de escribir, hablaras ante un espejo lo salpicabas de veneno rencoroso, con esas faltas de respeto escupidas a las jovenes madres…por que te sientes tan atacada? que has hecho tan mal con tus hijos que lo llevas ahi atormentandote en la vejez de tus dias? sientate y aprende. Y ese odio a las misticas y entregadas. A las que poseen ese vinculo especial por portear amamantar y colechar.
Llora y patalea enfrentate a tus demonios y despues pide perdon a tus hijos. veras que e sientes mejor wapa;)

Ah! Y por cierto mi hijo duerme en cruz pero con nosotros …sabes que hay camas king size?;)

Ese vinculo mistico, al que tu llamas «especial», NO EXISTE. Es el mismo que el de cualquier otra madre, incluso elnde las que dan biberon. Eso es algo que te han hecho creer, es un cuento chino para dejar a las madres sin capacidad de pensamiento critico, un mito para que entre mejor en nuestra cabeza el resto de mitos que nos quieran vender. Lo se por que tengo dos hijos uno de biberob y otro de teta al que di el pecho durante tres años y te aseguro QUE ESO ES MENTIRA!!!!! Si nunca has pasado por esta experiencia no lo sabras nunca, seguramente te habras sugestionado con esta idea, te lo habras tragado todito y ahora formes parte de esta cadena de mujeres madre, como yo lo fui un dia, que facil es caer en todo esto!!! Basta ya de jgar con nuestros sentimientos!!!!!!

Si por casualidad te resistes a creer todas esas chorradas, cosa dificil, por que cuentas con la ayuda de la oxitocina que se produce y se segrega mientras tu hijo mama ( pura bioquimica cerebral!) te diran que seguramente tienes algun trauma transgeneracional o un bloqueo, fruto de la represion del patriarcado. Creeras prvablemente, que estas desnaturlizada si decides bajar la guardia y dependiendo de las horas de sueño que te falten, de como haya sido tu parto o de tu bagaje personal, puede que finalmente acabes en el redil, en tu casita y relacionandote solo con gente afin. Comprando por internet o en seminarios/talleres/terapia…. Por skipe adoctrinandote, consumiendo los mil articulos que te venden y que te aseguraran esa conexion mistica. Y si con suerte tu capacidad critica, sigue dando coletazos a pesar de haberte leido veintemil libros, asistido a conferencias… La conclusion general de quienes se han tragado la gilimemez sin masticarla: tu tienes un trauma grave…. incapacidad de sobreponerte a tu ego: adultocentrimo.
¿Hay algo mas adultocentrico que creer en que tu hijo puede estar enfermo por que tu tienes algun tipo de trauma?
Ese trauma para algunas es simplemente no tragarte todo lo que predican algunas gurus de la maternidad. NO olvidemos que la religion es el opio del pueblo… Quien dice religion, dice misticismo.

Gracias, Beatriz. Muchas gracias. Muchas muchas gracias. Te comento a ti en último lugar, después de alarmarme primero y aliviarme después con los primeros comentarios.

Como bien escribes y describes, es ALUCINANTE la cantidad de chorradas que hay que oír y leer acerca de la maternidad, todas ellas destinadas a ocultar la más elemental evidencia: como en todo, ser madre tiene cosas buenas y malas. Dígase como se diga, es hipócrita decir verdades a medias. Con 150 años de feminismo y bien entradas en el siglo XXI, ¡todavía hablando de experiencias poco menos que místicas y de «instinto maternal»! Y con el planeta superpoblado, aún se oye con horror la famosa frase de «¡que se te pasa el arroz!» Joooodeeeeerrrr…

Poco más que añadir, salvo que las mujeres (madres o no) que aún creemos en un mundo más igualitario -que no uniformado, como bien apunta Alba más arriba- y libre tanto de «uterocracias» como de «mamo-esclavitud» todavía tenemos mucho que decir.

Un abrazo.

La maternidad es preciosa, pero también tiene su lado oscuro. A veces el lado oscuro es tan negro como la noche. Lo descubres dolorosamente cuando lo vives. A pesar de las increibles aventuras de las supermadres sobre bebés que no lloran nunca porque colechan o toman pecho, no como el de la vecina que hace todo lo contrario que será un desgraciad@ toda su vida.

No hay nada más patético que creerte la mejor madre del mundo porque haces lo que dice un libro o la página web Bebes y más (no os la perdáis, no tiene desperdicio).

Estamos también discutiendo sobre si no le doy el pecho a mi bebé Dios mata a un gatito o si biberón por aquí y por allá, pero se sigue siendo madre cuando nuestros hij@s tienen 5,15 o 35 años. Intentaré ser buena madre ahora,cuando tengan la edad del pavo y cuando tengan canas (si es que vivo).

No sé si la que debe llorar y patalear para no se qué demonios soy yo o mi tocaya. No soy muy de religiones y menos si es de esas en las hay que arrepentirse de todo lo que el líder desaprueba, así que no creo que siga el amable consejo de Arien.

Como dice Olga, que a estas alturas de la película nos tengamos que oir cuentos sobre el instinto maternal y sobre la mujer que hasta que no es madre es menos mujer, tiene narices.
Lo de ser madre hay que pensárselo muy bien, porque no es todo como en las películas. Cambia la vida en algun sentido para bien pero también para mal en otras cosas. Los inconvenientes pueden llegar a ser muy difíciles de llevar. Y si encima no nos podemos quejar, que todo tiene que ser como de película de Disney o si no eres una madre horrorosa y una amargada de la vida, pues vaya.
Si no tienes hij@s puedes seguir viviendo sin que nadie tenga que perdonarte la vida ni pedir explicaciones. Motivos para no tener hijos hay muchos y son igual de válidos que los de los que sí quieren tenerlos.
¿Las supermadres sí que pueden quejarse? De los médicos que no apoyan lo suficiente a la lactancia, de la suegra que se atreve a opinar sin la sapiencia de las líderes de esta corriente, aunque hayan criado a hij@s que ya son adultos, de los que escriben en un blog opiniones distintas a las suyas, de las que no quieren ser madres, de las madres que trabajan y dejan a sus hijos en guarderías (el horror de la madre mística).

Totalmente de acuerdo con usted, salvo por el matiz…no sé, percibo una confrontación que pienso no debiera existir. Y no es que no esté de acuerdo en que muchos madres que den teta sean talibanas, que muchas hay, pero muchas veces no hay más que una actitud de defensa ante el ataque. Y también comparto la idea de que esa ¿nueva maternidad? está vendiendo una idea de vuelta al hogar e invisibilidad social de la mujer que no debemos tolerar. Pero hay otras vías…¿Por qué muchas mujeres, deseando vivir la maternidad plenamente, con su teta y todo, tienen que elegir? Yo fui una privilegiada, teta cuatro años al mayor y tres a la pequeña (dos años fueron conjuntamente). Hubo momentos malos, como en tantas cosas de la vida. De comentarios y ataque, aprendí pronto a pasar. Soy funcionaria, con un puesto de responsabilidad y gran dosis de estrés, al que no tuve que renunciar y continué ejerciendo. Pero contaba con la ayuda de todos quienes me rodeaban y una persona fija en casa. En este sistema capitalista nuestro, los bebés se esconden, como los viejos…no son productivos. ¿Por qué no tratamos de buscar maneras en que cada mujer pueda, desde su libertad, elegir el tipo de madre que quiere ser, independientemente de su profesión o posibilidades económicas?Al fin y al cabo ser madre es también cumplir una función social y económica. En fin, creo, sinceramente, que las mujeres tenemos mucho que hacer por unirnos. Le pongo un ejemplo: no entiendo que colectivos feministas se opongan a leyes a favor de la custodia compartida. La única manera de que las mujeres avancemos en nuestros derechos es reclamando una igualdad radical. Y educando a nuestros hij@s en ella. Un saludo

Te cito:
¿Por qué no tratamos de buscar maneras en que cada mujer pueda, desde su libertad, elegir el tipo de madre que quiere ser, independientemente de su profesión o posibilidades económicas?

Estoy, en general, de acuerdo con lo argumentado, pero para mi con esa frase «lo has clavao»

Un saludo.

Hola,

Considero que la lactancia tiene ventajas muy interesantes (inconvenientes tambien) sobradamente documentados para el que quiera informarse. Mi novia le lleva dando el pecho a mi hija durante los dos años de su corta vida. La apoyo por tomar esa decisión como la apoyaría si hubiese decidido lo contrario.

Una vez tomada la decisión, nos reafirmamos y me parto de risa (muy respetuosamente) en la cara de todos aquellos que critican a mi novia por dar el pecho durante más de 700 días consecutivos (con unos poco fines de semana de impase por viaje de placer). La decisión ha sido informada y libre.

Sí, somos tan felices y estamos tan vomitivamente contentos que obviamos (pero no olvidamos) los lloros, las rabietas y los caprichos, los malos olores de sus cagadas, de sus meadas, las ataduras de cuidarla, poder salir menos que antes, tener menos tiempo libre, las ganas de estamparla contra la pared etc. Lo pasamos por alto, por que nos apoyamos y el uno al otro le hacemos la vida más fácil.
¿Seremos místicos? Buff, la de veces que mi novia me ha «encasquetado» a mi hija por que está hasta las narices del día tan duro que ha tenido y he venido yo al rescate… Buff y la de veces que me ha rescatado por que estaba hasta las narices de todo y solo quería estar solo.

La mayor parte de los padres y madres que conozco están muy contentos con sus hijos. Pero no son idiotas, tambien están «jartos» de la carga que supone criar a un bebé, seas uno (madre mía no quiero ni imaginarlo) o seas dos.

Un saludo a todos.

Yo no entiendo la palabra «maternidad». La madre se queda embarazada, hasta ahí de acuerdo.

Pero en cuanto el bebé nace… maternidad y paternidad son y deberían ser lo mismo. Yo no soy más por ser madre o por no serlo. Al igual que a ningún hombre se le pregunta si tiene hijos para hablar de estos temas.

El instinto «maternal»( ya está mal otra vez, sería instinto «parenteral», de ambos) hay personas que lo tienen, y otras que no. Punto.

Como decía un antropólogo, hace muchos años que bajamos de los árboles. El instinto en nuestras vidas actuales cumple un papel mínimo, todo es social. Socialmente nos hablan de instinto, y nos creemos que es instinto, cuando no lo es.

En el momento en que a las madres se las permita decir «no tenía que haber tenido hijos» y no se las censure, es cuando me creeré que una madre diga «mi hijo es lo mejor que me ha pasado».

Hasta entonces pensaré que tener hijos es la mitad real, y la otra mitad lo que creo que tiene que significar para mí: es decir: un cacao.

No nos podemos salir de lo que lleva años diciéndonos esta sociedad patriarcal. Que la mitad de nuestros deseos son «progamados socialmente». Que somos menos libres de lo que creemos, que cuesta tener autocritica. Y Beatriz, que la tiene, y que ha estudiado la sociedad patriarcal, el machismo y el feminismo…pues hace daño a las personas que no se autoanalizan y no son honestas, y no pueden salirse de lo que se espera de ellas y ser sinceras. Tanto para tener hijos y adorar la maternidad, como para no tenerlos y creer que es un engaño.

Mujeres y hombres, despertad.

Hoy por hoy tener hijos es un engaño para las mujeres porque los hombres no aceptan su corresponsabilidad. Su 50% de responsabilidad.

Que para un padre su hijo sea lo MAS importante. Hasta que eso no pase, hasta que los hijos sean tanto de las madres como de los padres, cuando todos los padres cojan su baja por paternidad, cuando los padres pidan jornada reducida para compaginar con su bebé, cuando los hombres busquen trabajos para compatibilizar con sus hijos, cuando los hombres tengan el mismo tiempo en tareas de hogar que las mujeres… en ese momento estas divagaciones darán igual. Porque hablaremos de personas, no de madres.

Queridisima susana agradezco encontrar a una persona que comparte mi opinion las «super madres» existen y yo me pregunto donde están los «super padres»

¡¡¡Por fin una postura respetuosa con la libre elección de la mujer!!!
¡Cuánto me ha costado encontrarla!

Estoy embarazada. Era una experiencia que queria vivir, pero la he retrasdo al máximo.
Y no voy a dar el pecho, es algo por lo que no siento ninguna atracción, y prefiero darle el biberón, relajadamente y con todo el amor del mundo, que convertir el momento de la alimentación del pequeño en algo incómodo y desagradable para mí…

La verdad es que nunca he pensado que eso me fuera a convertir en «mala madre», y la verdad es que no me preocupa…

Pero realmente me resulta sorprendente la falta de respeto que vivo cada vez que me preguntan (no entiendo por qué me tienen que preguntar… yo nunca lo hago con las mujeres embarazadas que conozco…) si voy a dar el pecho o no…
Por no hablar de lo que ahora se llama el «colecho»… Sobre eso prefiero ni hablar…

No quiero vivir, ni de lejos, la vida que muchas mujeres sufrieron hace un tiempo…

Te agradezco el apoyo en estos artículos tan escasos en estos días.
Seguiré tus publicaciones, son muy intersantes.

Ser profesionista no me hace mujer, ser madre no me hace mujer. Mujer soy, pero el espíritu es asexuado. Mistificar la maternidad hace daño, pero también el ser juzgadas (» no opinaré que una mujer es mejor madre que otra porque no juzgo a las mujeres como madres, sino como personas») es nocivo en esta sociedad tan llena de juicios.

Esto no es feminismo , es tu opinion y ya que te importa que otras amamanten y vos no? Tu monologo resentido es retrogrado . A ver : yo soy feminista tuve a mi hijo con 38 porque antes estaba muy ocupda laburando , viajando y pasandola , a veces , muy bien . Bien , tuve a mi hijo y segui laburando , viajando y pasandola bien y amamante hasta que mi hijo tenia 17 meses, no retrocedi nada al contrario , no me olvide de nada por » dar la teta» , no deje de ser el individuo que soy , esas decisiones son personales tus argumentos son un insulto para el feminismo, porque son vervorragia irreflexiva leete un poquito de judith butler para articular mejor .

Es mi opinión, desde luego, claro que sí y la de mucha más gente. Y siempre he dicho que no tengo ningún problema con la gente que amamante siempre que no pretenda que lo hagan las que no quieren. Tengo amigas y primas que lo hacen y no pasa nada. Eres tú la que se nota que te pasa algo interno. Quizá no te guste lo que haces, tengas dudas, o lo que sea, porque tus palabras reflejan rabia. Y esa rabia no puede si no dirigirse contra tí misma porque a mí ni me conoces, ni yo te he hecho nada. La rabia contra alguien que no te ha hecho nada sólo puede tener que ver con que tu identidad, forjada en torno a la idea de amamantar, es frágil y no admite una sola crítica. El lactivismo es una construcción identitaria y por tanto frágil y fundamentalista. A Judith Butler la he leído, pero si quieres te dejo varios libros sobre lactivismo e identidad, que veo que no has leído nada de feminismo prolibertad de elección.

No hay manual para la mamá perfecta, que cada una haga lo que quiera. Todo son exigencias para las mujeres, mamá perfecta, mujer perfecta, amante perfecta… Me aburro!!! Yo soy mamá, doy teta y amo a mi bebé pero a veces me siento su esclava. Tengo ratos en los que lo regalaría y otros en los que me inunda el amor. Para mi es el trabajo más duro que he tenido, mi paciencia no es infinita y no debe serlo, tenemos derecho a la pataleta, a no estar 24/7 para ellos, a ocuparnos de nosotras, a no hacer nada por un rato. Soy la mejor mamá para mi bebé. No juzgo. Necesitamos más artículos que nos hablen de la maternidad desde otro lugar, porque cuando cuando una está en su casa, sola con su bebé, su llanto y sin haberse podido lavar los dientes, tiene derecho a la pataleta!!!!

Lo mismo que digo de gente q no tiene hijos lp digo de las que los tienen y siguen frustradas…yo soy feminista pero si ser feminista es ésto…pues no quiero serlo.
Mi objetivo es que mi hijo sea independiente y una buena persona para el mundo y para lps demás, no un egoísta de mier…
Yo tengo 2 carreras, trabajo y mi marido tb y el reparto es equitativo. Se que es raro y que en la mayoría de casos ésto no se da. Lp q nos llama la atención y q hemos hablado muchas veces esq a nosotros nos encanta estar con nuestro hijo y es la prioridad de los 2, y lo q vemos y oimos es parejas q se pelean a ver quien se escaquea más..q si yo estoy siempre, q si yo he hecho ésto y lo otro y tu no..es para flipar. Se supone que el niño es la prioridad.
En nuestro caso yo trabajaba más horas en un trabajo mejor pagado, mi sueldo siempre ha sido el mayoritario y q quieres q te diga, me hubiera gustado reducirme y currar menos para estae más con él. Llevé mal el no poder hacerlo y estaba deseando q él encontrase otra cosa para quedarme yo más en casa. Ahí está la diferencia…nosotros nos peleabamos por quien se reduce mas y otros por quien trabaja más. No estoy de acuerdo en éste mundo consumista q basa la autorrealización personal en el trabajo.

Yo tampoco entiendo porque esta sociedad se empeña en que como soy mujer solo puedo realizarme mediante la maternidad mística…

Y qué si me realizo en mi profesión? Cual es el problema?

Creo que se puede amar a un hijo y aun así no desear ocuparte de el las 24horas del día 7 dias a la semaba…

Sigue escribiendo,Beatriz. Las mujeres jóvenes necesitamos saber para no caer en trampas. Tengo un contador en en móvil con los días q quedan para q llegue la fecha en la que mi pareja y yo hemos acordado empezar a buscar el bebé. Hoy quedan 501 dias y no sé de qué manera voy a ver la luz en estos días para desear esta súper experiencia cambia vidas («Esto,lo más bonito de la vida. Anímate) que ya todo el mundo me va
reclamando. Ese supuesto reloj biológico q mis profesoras decían q tocaba es mudo. Y m da miedo que el contador llegue a cero y no tener ninguna respuesta. Escribe más, por favor

Me gustaría saber que tal te va con tu cuenta atrás, porque yo estoy en las mismas, tras 10 años de relación mi novio me da un plazo de 2 años para que me decida (sino me deja para que le de tiempo a localizar a otro útero con patas) . Lo que no comprende es como en dos años se me va a despertar un deseo por algo que cada vez me produce mas hastío… en fin…

Es lo mejor que he leído sobre este tema. No se puede añadir ni quitar ni una coma.

Me encantaría saber tu opinión sobre el bombardeo publicitario al que estamos sometidas las mujeres en edad fértil… facebook, inatagram, el propio navegador… solo me incita a comprar cunas, collares de lactancia y me invita a leer artículos sobre crianza «con apego» (esta moda que consiste en no soltar a tu bebé ni para comer alitas de pollo, caso real, lo he visto).

Sin embargo a mi compañero varón en edad reproductiva se le muestran ofertas de ocio, viajes, tecnología…

Tengo 33 años y honestamente este tema me tiene hasta los mismisimos ovarios, a pesar de tener una enfermedad crónica que me dificultaría una maternidad que hoy por hoy no deseo en absoluto no dejo de dar explicaciones de porque «no me animo».

Me alegra saber que hay mujeres que aun creen en las mujeres. Gracias.

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