Nuria Navarro ha enviado este comentario a mi post sobre la lactancia. Me parece que resume perfectamente la situación, que es conciso y muy clarificador, así que lo resalto aquí:
«He descubierto este post tarde, pero no puedo estar más de acuerdo. Di el pecho a mis dos hijos, al principio. Había oído y leído todos los beneficios para todo el mundo mundial de dar el pecho a los bebés. Estaba convencidísima y dispuesta a dar el pecho, si hacía falta hasta que mi niño se casara. Pero no contaba con que mis niños al parecer querían más leche de la que podían mamar de la teta. Con sentimiento de culpa, fracaso y vergüenza le di biberones al primero. Al ver lo contento y lo bonico que se ponía tomando leche de fórmula, dejé de tener culpa y vergüenza.
Al segundo hijo también le di pecho. A ver quien es la guapa que le dice que no lo va a hacer a la matrona. Cuando a las dos semanas vimos que no habia recuperado el peso que tenía al nacer, visita a la farmacia y compra de leche de inicio.
Todos felices? No. Después de la sensación de culpa, inutilidad y fracaso que experimenté al tener a mi primer hijo y tener que darle biberones y los comentarios de la pediatra, la ginecóloga y de la matrona sobre lo pronto que había tirado la toalla y lo místico-chupiguay de dar el pecho, volví a experimentar lo mismo en el segundo intento de lactancia. Solo que ahora que estoy más curtida, soy más contestona y la pediatra de la SS me ve como una mezcla entre Satanás y Hitler.
Con esta experiencia, no me han faltado explicaciones y teorias sacadas de la manga de “expertos el lactancia”.
– Si llora no es por hambre, es por necesidad de consuelo
– Dar el pecho no duele
– Todas las mujeres son capaces de dar el pecho
– los niños de teta son más guapos, listos, sanos y la tienen más larga que los de biberón
– Si no doy el pecho moriré de un cáncer de mama
Pero no nos quejemos. Hay quien lo tiene peor. Ahora hay una cruzada contra las farmacias porque parece ser que es ilegal publicitar o promocionar leches de inicio. Resulta que se puede denunciar a una farmacia que haga promociones de 2×1 o simplemente ponga en algún lugar visible botes de leche de iniciación. Si os fijáis solo se publicita leche de continuación, siempre con la coletilla en el anuncio de “la leche materna es supermegamejor que la artificial de aquí a Lima”.
15 respuestas a «Comentario sobre la lactancia materna.»
http://foro.enfemenino.com/forum/matern2/__f129554_matern2-Cuando-la-leche-mata-nestle.html
«Génesis del boicotA comienzo de los años 70 los militantes concienciados respecto a esta situación se organizaron y en 1974 se publicó en Gran Bretaña primero, y luego en Suiza un ensayo con un título deliberadamente provocador Nestlé mata a los bebés que valdría a sus autores un proceso por difamación. Nestlé, al obtener dos años más tarde la condena de los autores del ensayo tan sólo conseguía un éxito a medias pues el tribunal acompañó su decisión con un comentario desprovisto de cualquier ambigüedad «Si la parte civil (Nestlé) quiere ahorrarse en el futuro el reproche de una conducta inmoral deberá modificar profundamente su forma de publicidad». Así, bajo la coordinación de un grupo denominado International Baby Food Action Network (Red Internacional para la Alimentación Infantil) se comprometieron en un boicot a Nestlé, muy activo en América del Norte. Pero había que seguir avanzando y en particular concebir un código de conducta destinado a regular las prácticas de la industria de la leche. Por fin el 24 de mayo de 1981, 118 países del mundo adoptaban este código durante la Asamblea Mundial de la Salud, con las abstenciones de Argentina, Corea del Sur y Japón, y el único voto en contra de los Estados Unidos. El código internacional preveía, entre otras cosas, prohibir cualquier publicidad, visible o subliminal, a favor de la leche en polvo, especialmente en los establecimientos de salud; prohibir toda distribución de productos gratuitos incluso bajo forma de muestras; mencionar sistemáticamente la superioridad de la leche materna en todos los botes vendidos en los comercios. Todos los países miembros de la Organización Mundial de la Salud fueron invitados a integrar en sus legislaciones las principales disposiciones del código. La industria, presionada de esta forma, firmó el código anunciando a continuación que velaría directamente para que sus miembros lo aplicaran. Durante algunos años las prácticas comerciales fueron desterradas y el boicot al Nescafé, el producto estrella de Nestlé, se atenuó.»
Para dar el pecho hace falta interés, información y apoyo. Es obvio que no tuviste ninguna de estas tres cosas.
La primera de ellas, obviamente, es personal e intransferible de la madre. La segunda, afecta tanto a la madre, y a su capacidad de buscar información veraz, como del entorno a facilitársela (léase profesionales de la salud, por ejemplo). Y la tercera, debe proceder del entorno próximo (pareja, familia, fundamentalmente).
Sin estas premisas es francamente difícil dar el pecho en el contexto actual. Y además, siempre se argumentará en los “clásicos de la lactancia”(sacados de la manga, por parafrasearte, por los “expertos antilactancia”): no tienes leche, tu leche no alimenta, el niño se queda con hambre…
En fin, cada uno que crea lo que quiera. Al final, lo que nos queda a cada uno son nuestras experiencias personales. La mía, por cierto, altamente gratificante dando el pecho a mis hijas…
Y por qué no se deja libertad para elegir y que cada mujer decida que es lo que viene mejor para cada bebé. No hay porqué obligar ni a lo uno ni a lo otro. Informar y que cada cual decida. Una madre no va a ser peor porque piense que su hij@ va mejor con lactancia artificial.
Según lo que dice Nuria Navarro la SS debería ayudar y asesorar, no perseguir y acusar.
No lo entiendo.
En mi opinión, sí, los profesionales de la salud deberían estar bien informados antes de opinar, pero por otra parte… ¿porqué hemos delegado las mujeres madre tantas responsabilidades sobre nuestros hijos -y nuestro cuerpo- a quién no debería tener competencia alguna sobre ello -léase, otra vez, los profesionales de la salud-????
Yo al pediatra le pregunto sobre cuestiones médicas referentes a la salud de mis hijas. Si toman pecho o biberón no me parece que sea una de ellas. POr eso, simplemente, no les doy ni la opción de opinar sobre lo que no creo que sea de su competencia.
Pues viendo la experiencia de Nuria y viendo la mía como madre que sigue amamantando a su hija de tres años, me reafirmo en que tomemos la decisión que tomemos respecto a la alimentación de nuestros hijos, las mujeres siempre lo estaremos haciendo mal. Así que solo nos queda pasar de lo que nos digan.
A mí el otro día me dijo una doctora que era una barbabaridad que siguiera amamantando a mi hija de tres años y que la estaba envenenando con los medicamentos que me tomaba. Así que le proporcioné información actualizada sobre el tema y le invité a consultarme cualquier duda que tuviera. Se enfadó, y mucho, porque claro, nadie puede saber más que un médico.
Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices. Mi experiencia, y la razón de que yo empezara esta absurda «guerra» es parecida a la de Nuria pero aun peor. Creo que lo importante es que las mujeres puedan hacer libremente, sin presiones ni de un lado ni del otro, ni consejos de supuestos expertos, lo que les pide el cuerpo, lo que pueden hacer teniendo en cuenta sus circunstancias; en definitiva, lo que quieran hacer.
Por supuesto, también estoy a favor de que cada madre elija la mejor forma de alimentar a sus hijos. Lo malo de la situación actual es que parece que de muchos profesionales de la salud no podemos encontrar información objetiva sobre los aspectos sanitarios de la alimentación del lactante por el sesgo hacia una de las dos posturas (lactivismo o «biberonismo») o porque directamente no quieren meterse en líos. En mi experiencia (gracias Beatriz por considerarla digna de remarcar) he tenido mis más y mis menos con profesionales de los que van a muerte con la lactancia materna. Parece que también los hay del otro bando. Si tienes problemas dando el pecho, parece que ningún profesional está preparado para ayudarte. La gente que «sabe» te dice que vayas a un grupo de lactancia. Mi experiencia con uno de ellos al que me uní para buscar ayuda con mi primer hijo no fue demasiado edificante. No entiendo porque tienes que confiar la alimentación de tu hijo en alguien que no tiene formación sanitaria en lugar de un/a matron/a o un/a pediatra. Así como la mayoría de la información que circula en los medios que suelen consultar muchas madres (revistas, internet. etc.) parece ir toda en una misma dirección, a pesar que la experiencia particular de muchas de nosotras no parece coincidir con la opinión dominante en los medios.
Una cosa es la libre elección de cada madre y otra cosa es que los pediatras y las matronas miren a otro lado cuando se les pregunta como destetar, qué hacer cuando tu hijo no gana el peso que parece que debería ganar a pesar de que le doy a demanda tal como dice tooodo el mundo, entre otras preguntas incómodas. Es verdad que hay otros aspectos que cada madre tiene en cuenta en su decisión, pero si no me creo lo que me pueda decir el pediatra, apaga y vámonos. Si quiero cambiar de tinte de pelo, confío en la opinión del peluquero (otra cosa es que haga lo que me de la gana y le pida que haga mechas color piolín). ¿porqué el pediatra o la matrona tiene suficientes conocimientos sobre lactancia? No quiero que me digan qué tengo que hacer, pero sí que quiero que se «mojen» y me den su opinión como profesionales si les pregunto.
Nuria, estoy totalmente de acuerdo contigo. No tiene mucho sentido que se promocione la lactancia materna si después ningún profesional sanitario te ayuda cuando tienes un problema. Lo mismo ocurre con la lactancia artificial, que tampoco te informan de los riesgos que corre tu bebé al tomarla.
A esto yo le llamo falta de profesionalidad. Y si te digo la verdad, me fío más de lo que diga una asesora de lactancia que de lo que diga un pediatra, que mira que dicen burradas. Pero el ego del médico tiene que salir por algún lado y siempre van a saber más que tú sobre lo que necesita tu hijo y si pueden te harán sentir mal hagas lo que hagas.
Es de cajón que cada madre ha de decidir libremente si lo uno o lo otro, o ambas dos; pero no conozco ni he leído sobre ningún caso de malnutrición por biberón, en cambio, sí conozco un caso en el que por empecinamiento de dar el pecho, le han dicho (el pediatra) a la madre que es posible que le quede alguna secuela (a la criatura), por culpa de una insuficiencia de alimento. Si hay algo que nos distingue del resto de seres vivos es la capacidad que tenemos de echarle una mano a la naturaleza a mejorar nuestras condiciones y nuestra salud.
Juanjo, yo tampoco conozco ningún caso de malnutrición por biberón pero sí de muerte por intolerancia o envenenamiento y que han dejado muchas secuelas a muchos bebés. El caso que nombras no lo pongo en duda, pero estoy segura de que nadie investigó porque ese bebé estaba malnutrido y una vez más la culpa para la madre por empecinarse a dar pecho.
¿Lo véis? Hagamos lo que hagamos la culpa es nuestra y no del pediatra que no ha hecho su trabajo porque no sabe o porque no quiere.
Si tú lo quieres ver de esa manera eres libre; personalmente, entiendo que es un caso de desinformación junto con una noción idealizada y sin fisuras (la verdad absoluta existe y yo la he encontrado) de nuestro lugar en el universo.
No es cuestión de culpabilizar a las mujeres por su condición de ser mujeres, suceda lo que suceda, sino de asumir nuestra responsabilidad respecto de lo que defendemos. Hemos de asumir que podemos estar equivocados.
La mejor forma de luchar contra la culpabilidad es el conocimiento.
Nuria, no sé si alguna vez has preguntado a un pediatra en qué curso estudian sobre alimentación infantil (te lo digo porque das por hecho que deben estar informados al respecto). Si no lo has hecho, te animo a que lo hagas. La respuesta es más que sorprendente… y probablemente, después, comprendas porqué nadie dio respuesta a tus dudas y hay tanta variabilidad en las opiniones y recomendaciones de unos y otros.
No conozco demasiado acerca del temario de ninguna especialidad médica. Dado que la alimentación de los bebés es una parte fundamental en su desarrollo y tiene tantas peculiaridades con respecto a la de un adulto, debería ocupar gran parte de la formación de un pediatra. No entiendo tampoco que en la relación médico-paciente deba haber secretos sobre temas sanitarios. Para mi el médico es un experto acreditado en temas de salud al que voy cuando no puedo solucionar un problema por mis medios, de la misma manera que si me metiera en algún lío legal, acudiría a un abogado.
Fui testigo de algo parecido a la experiencia de Beatriz en la planta de maternidad, aunque en su momento pensé que la motivación era racista. Cuando tuve a mi primer hijo, mi compañera de habitación era una chica extranjera que hablaba y comprendía español con bastante dificultad. Ella les pedía biberones a las enfermeras y ellas le decían que hasta que no diera el pecho no le darían ningún biberón, si es que sus altezas lo veían conveniente. Cuando por fin venían con el biberón, algunas veces pedido por mi misma (por si a una española de pura cepa le hacían más caso) le obsequiaban con algún comentario despectivo sobre las extranjeras que vienen pidiendo cosas raras. A alguna le tuve que recordar que yo sí que comprendía el castellano.
soy de tu misma opinión en cuanto a la importancia de la alimentación en los bebés. por eso, tampoco acababa de entender el porqué de la amplia gama de criterios, según con qué pediatra dés. al igual que hay protocolos perfectamente definidos paa actuar en caso de tal o cuál enfermedad, yo también pensé que en la alimentación infantil ocurriría algo parecido. pero la realidad es que no es así. en realidad, los médicos estudian generalmente cómo tratar patologías (enfermedades), pero resulta que, de oficio, parece que no reciben la formación que a cualquiera nos parecería imprescindible en temas «corrientes», como es la alimentación de un niño sano.
En otros países las recomendaciones sobre la alimentación infantil son mucho más generalistas que aquí, y en definitiva, dejan a la costumbre y hábitos familiares la concreción de los menús infantiles.
El caso es, como siempre, culpabilizar a las mujeres. Si luego los varones no mueven ni un dedo por su hijos/a (no coge la baja por paternidad, no protesta por conseguirla, no les hace ni caso cuando llega a casa «porque está cansado», etc), y lo único que hacen es ganar dinero, con eso parece ser que está todo hecho. Me parece sorprendente la diferencia de exigencia frente al cuidado de la prole que hay hacia varones y mujeres. ¿Quién les culpa a ellos de la inadecuada atención a la infancia, de las pocas horas de apego, etc? Nadie. La culpa es solo de las mujeres. O ella no dio suficiente pecho, o ella no estuvo lo bastante apegada, o ella decidió trabajar (aunque no le quedaba otra porque no llegaban a fin de mes con el sueldo del padre…), o cualquier cosa con tal de echarlas la culpa. No sé cómo una mujer va a poder criar bien a su hijo/a con tanta presión. Y es que estamos entrando en un punto en el cual ahora una mujer tiene que sentirse culpable incluso por abortar para salvar la propia vida… Es vergonzoso y demencial.
Saludos.