Ahora que estoy tumbada en la playa me da por pensar en la ministra de Igualdad y se me ocurre que necesita unos días de descanso. Es cierto que no lleva mucho tiempo en el cargo, pero se los tiene más que merecidos. Si me pongo en su lugar soy capaz de imaginar cómo se debe sentir después de comprobar que no puede decir dos palabras seguidas sin que la mitad de los medios de comunicación se rían de ella y la otra mitad se escandalice.
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Siguió con lo de la Biblioteca de Mujeres. Cualquiera con dos dedos de frente hubiera entendido a qué se refería. En todas partes hay bibliotecas especializadas en feminismo y género, igual que hay bibliotecas especializadas en ciencia o en derecho. Hay que ser machista y estúpido para poner el grito en el cielo por esto o pensar siquiera que el Ministerio iba a crear una biblioteca en la que no pudieran entrar hombres.
Después leí que un medio de comunicación la criticaba por usar el verbo “inferiorizar”. Parece ser que no está en el diccionario. Yo también lo uso a veces, creo que ya es de uso común. En todo caso, lo que es obvio es que todos los políticos hablan mal, se inventan palabras, las usan a su antojo, construyen frases ininteligibles y jamás he escuchado nada ofensivo de ninguno de ellos.
Terminamos con lo del velo. La verdad es que decir que el velo es un signo de discriminación con respecto a los hombres, es evidente. Cualquier signo de desigualdad lo es en realidad: el velo, las vestimentas mayas que sólo llevan ellas, los zapatos de tacón y tantos otros. Lo que no quiere decir que deban prohibirse pero, desde un punto de vista feminista, desde luego combatirse.
Pero en todo caso, lo que la Ministra ha comprobado dolorosamente, y con ellas todas las feministas, es que el lenguaje y lo objetivos claramente feministas no pueden aun expresarse públicamente sin levantar ampollas y que la simple idea de que exista un Ministerio de Igualdad resulta insoportable para muchos. Por todo ello, le deseo a Bibiana Aido que descanse y reponga fuerzas; las va a necesitar.
Y para acabar, decir que me gusta Leire Pajín y que me alegro de su elección como número tres del PSOE. Y por cierto que el machismo no tiene partido. Después de su elección le preguntaron a Jose María Barreda, Presidente de Castilla La Mancha, del PSOE, que opinaba de ella, nada menos que de la recién elegida Secretaria de Organización. ¿Creen que dijo de ella que es una mujer inteligente, capaz, con experiencia…? No, dijo que Leire “tiene mucho encanto y que la quiere todo el mundo”. ¿Se imaginan que se dijera lo mismo de Pepe Blanco? Pues eso. Me alegro por Leire.
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Siguió con lo de la Biblioteca de Mujeres. Cualquiera con dos dedos de frente hubiera entendido a qué se refería. En todas partes hay bibliotecas especializadas en feminismo y género, igual que hay bibliotecas especializadas en ciencia o en derecho. Hay que ser machista y estúpido para poner el grito en el cielo por esto o pensar siquiera que el Ministerio iba a crear una biblioteca en la que no pudieran entrar hombres.
Después leí que un medio de comunicación la criticaba por usar el verbo “inferiorizar”. Parece ser que no está en el diccionario. Yo también lo uso a veces, creo que ya es de uso común. En todo caso, lo que es obvio es que todos los políticos hablan mal, se inventan palabras, las usan a su antojo, construyen frases ininteligibles y jamás he escuchado nada ofensivo de ninguno de ellos.
Terminamos con lo del velo. La verdad es que decir que el velo es un signo de discriminación con respecto a los hombres, es evidente. Cualquier signo de desigualdad lo es en realidad: el velo, las vestimentas mayas que sólo llevan ellas, los zapatos de tacón y tantos otros. Lo que no quiere decir que deban prohibirse pero, desde un punto de vista feminista, desde luego combatirse.
Pero en todo caso, lo que la Ministra ha comprobado dolorosamente, y con ellas todas las feministas, es que el lenguaje y lo objetivos claramente feministas no pueden aun expresarse públicamente sin levantar ampollas y que la simple idea de que exista un Ministerio de Igualdad resulta insoportable para muchos. Por todo ello, le deseo a Bibiana Aido que descanse y reponga fuerzas; las va a necesitar.
Y para acabar, decir que me gusta Leire Pajín y que me alegro de su elección como número tres del PSOE. Y por cierto que el machismo no tiene partido. Después de su elección le preguntaron a Jose María Barreda, Presidente de Castilla La Mancha, del PSOE, que opinaba de ella, nada menos que de la recién elegida Secretaria de Organización. ¿Creen que dijo de ella que es una mujer inteligente, capaz, con experiencia…? No, dijo que Leire “tiene mucho encanto y que la quiere todo el mundo”. ¿Se imaginan que se dijera lo mismo de Pepe Blanco? Pues eso. Me alegro por Leire.
Publicado en: El Plural