A distancia. Revista de la UNED. Vol. 21 Nº3 Octubre 2003
En los últimos años es evidente que, más allá de las conquistas políticas
concretas, se ha alcanzado un cierto consenso social en las sociedades
occidentales acerca de la reivindicación gay-lesbiana a la igualdad de derechos. Este consenso social se ha conseguido gracias sobre todo a la visibilidad de las personas que llamaré desde ahora, a la manera americana, GLTB (es decir, gays, lesbianas, transexuales y bisxuales). La visibilidad no es una moda ni es tampoco un asunto de exhibicionismo del que a veces se nos acusa. La visibilidad para gays y lesbianas es un asunto político de primer orden, es el punto primero en la agenda de cualquier asociación que luche por los derechos de las personas GLTB. Pero, aceptado lo anterior, es el momento de pararnos a reflexionar dónde han quedado las lesbianas en este asunto de la visibilidad y dónde están las lesbianas cuando decimos población GLTB u homosexual o, simplemente, gay-lesbiana.
Entrada completa: http://www.felgtb.org/files/docs/2c146aab0fc5.pdf