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La maternidad de Soraya S. de Santamaría


Ha levantado cierta polémica el hecho de que Soraya Sáenz de Santamaría no se haya cogido el permiso de maternidad y que diez días después de parir ya estuviera al pie del cañón. Se la ha criticado desde sectores conservadores, como el periódico 5 Días: “Soraya no es el ejemplo a seguir por la mujer española”, como desde sectores progresistas al decir que si los derechos no se ejercen, se retrocede.  No estoy de acuerdo con ninguna de las dos afirmaciones. No existe “la mujer española” como ente, sino millones de mujeres con distintas situaciones sociales, económicas, personales y, también importante, diferentes maneras de vivir la maternidad.

Entrada completa: Pikara Magazine

Por Beatriz Gimeno

Nací en Madrid y dedico lo más importante de mi tiempo al activismo feminista y social. Hoy, sin embargo, soy un cargo público. Estoy en Podemos desde el principio y he ocupado diversos cargos en el partido. He sido Consejera Ciudadana Autonómica y Estatal. Del 2015 al 2020 fui diputada en la Asamblea de Madrid y ahora soy Directora del Instituto de la Mujer. Sigo prefiriendo Facebook a cualquier otra red. Será la edad.
Tuve la inmensa suerte de ser la presidenta de la FELGTB en el periodo en que se aprobó el matrimonio igualitario y la ley de identidad de género. He dado lo mejor de mí al activismo, pero el activismo me lo ha devuelto con creces.
Estudié algo muy práctico, filología bíblica, así que me mido bien con la Iglesia Católica en su propio terreno, cosa que me ocurre muy a menudo porque soy atea y milito en la causa del laicismo.
El tiempo que no milito en nada lo dedico a escribir. He publicado libros de relatos, novelas, ensayos y poemarios. Colaboro habitualmente con diarios como www.eldiario.es o www.publico.es entre otros. Además colaboro en la revista feminista www.pikaramagazine.com, así como en otros medios. Doy algunas clases de género, conferencias por aquí y por allá, cursos…El útimo que he publicado ha resultado polémico pero, sin embargo es el que más satisfacciones me ha dado. Este es “Lactancia materna: Política e Identidad” en la editorial Cátedra.

15 respuestas a «La maternidad de Soraya S. de Santamaría»

Pues a mi me parece un tema de escándalo. Como cuando la Chacón se fue embarazada de 8 meses a Afganistán…

Los políticos tienen una vida pública. Eso es lo que les diferencia de otros trabajadores de a pie. Y en su vida pública, como poco, deben de ser coherentes con las ideas que promueven… Es como cuando no sé qué político del ayuntamiento de madrid (creo) fue pillado en grave infracción de tráfico (exceso de velocidad). ¿Cómo pueden promover unas leyes o ideas cuando ellos a nivel personal hacen justo lo contrario? como poco, la ciudadanía se siente estafada. Ese es el peaje que tiene que pagar un político a tanta «gloria». No puede vivir una vida privada al margen (o en contra) de lo que promulga a los cuatro vientos. ¿Dónde quedaría su credibilidad?

Por eso, las críticas (las mías, al menos) no van a la persona de Soraya. Ella podría hacer lo que quisiera y estaría en su pleno derecho. Mis críticas (despiadadas) van dirigidas a la figura política que representa (¿futura ministra de?). No ejercer los derechos hace que pierdan valor. Y un político de su nivel debe dar ejemplo a la ciudadanía.

Por tanto, y como resumen: me parece un escándalo.

Y yo me sigo preguntando… y este perfil de mujer…. ¿¿¿¿para que co*o quiere tener hijos???? Si su labor en el nuevo gobierno es tan importante, ¿por qué no ha pospuesto su maternidad a un momento personal más propicio? No, lo que pasa es que somos unas egoístas de la leche. No queremos renunciar a nada. Lo queremos todo y ya. Cueste lo que cueste y le pese a quien le pese…

Ya está bien por favor… El día en que los niños adquieran la capacidad de hablarnos se nos va a caer la cara de vergüenza…

No nos engañemos, la conciliación es un cuento chino.

Pues yo en su día me cabreé un montón porque pensaba que no estaba dando ejemplo. Pero hablándolo con mi marido me dijo algo que me hizo cambiar de opinión y es que estas mujeres juegan en otra liga. Las políticas y las altas ejecutivas no tienen contratos como el resto, ni tienen los mismos derechos ni las mismas obligaciones y por supuesto, tampoco el mismo sueldo. Así que, si ahora mismo ser ministra es más importante para ella que ser madre, pues hay que respetarlo. El día de mañana tendrá que cargar con las consecuencias. Cada uno recibe lo que da…

Es obvio que para ella es más importante ser ministra… pues… podía haberse ahorrado lo de ser madre ¿no? o posponerlo a un momento personal más propicio… -un momento en el que el bebé pintara algo. O fuera una prioridad para su madre-. Si es que ser madre no es una obligación… Lo que pasa es que nos creemos que los bebés son como los nenucos, que se juega con ellos cuando se quiere y como se quiere…

Y respecto a lo de que las políticas juegan en otra división, no me lo creo. ¿Cómo que no tienen los mismo derechos y obligaciones que el resto de los ciudadanos??? Así nos va, consintiendo que utilicen su posición de poder para saltarse todas las reglas… ¿No hablamos de igualdad? Pues eso, aquí no hay ciudadanos de primera y segunda división… Si asumimos eso, estamos perdidos…

Blanca, si yo estoy contigo. Para mí mi hija y mi familia está por encima de todo, pero hay gente ambiciosa y con ansia de poder. Esta señora no se quiere perder nada y no puede dejar la maternidad para otro momento porque ya tiene 41 años. Yo estás actuaciones en vez de verlas modernas las veo super retrógradas. Me recuerdan a la forma de actuar de la aristocracia en siglos pasados. Las mujeres tenían hijos porque esa era su función y luego las empaquetaban a las amas de cría para que se ocuparan de ellos. Pero hay que respetarlo como te tienen que respetar que tú quieras dedicar todo tu tiempo al cuidado de tus hijos.

Respecto a lo de que juegan en otra división es cierto. Ellas tienen contratos que no se rigen por los convenios colectivos, eso te lo aseguro porque he tenido entre mis manos contratos de alta dirección. Y es lamentable pero hoy en día siguen habiendo ciudadanos de primera y de segunda y entre lo ciudadanos de segunda están los niños.

Como decía antes, respeto la decisión de la persona privada, lo que no admito es la posición que transmite el personaje público.

En mi empresa hay una presidenta, y unas cuantas directoras. Ninguna de ellas tiene hijos… ¿casualidad? Para mi, es obvio que no… Luego hay un amplio abanico de puestos intermedios en los que sí hay mujeres con hijos. Las prioridades en la vida hay que tenerlas claras. Ser coherente y elegir consecuentemente. Y en toda elección, va implícita una renuncia… Parece que esto se nos olvida con frecuencia.

Por suerte o por desgracia, nadie tiene aún el don de la ubicuidad…

Ahí está Blanca, que tenemos que renunciar siempre a algo y por eso es por lo que hay que luchar. Por qué no puedo ser yo presidenta de una empresa y tener un hijo??? Qué hay de malo en llevar a mi bebé conmigo al trabajo, a reuniones e incluso a viajes???
Mira las actrices, la mayoría se incorporan prontísimo al trabajo y se llevan a sus bebés con ellas.
Que la maternidad es compatible con el trabajo y con altos cargos, pero no con las condiciones que tenemos ahora.

Pues yo no comparto ese enfoque… Para empezar, no veo qué pinta un bebé en una reunión de trabajo… Y no por el qué dirán, sino por el hecho de que no me parece un sitio apropiado para un bebé.

Yo no creo que haya que hacer de todo, necesariamente. Por supuesto que se puede trabajar y ser madre. Pero no creo que se pueda estar comprometido laboralmente a cierto nivel y atender a los hijos convenientemente (al menos, no en la primera infancia, cuando el nivel de dependencia de la madre es mayor). Vamos, que no veo compatible (por principio) el ser presidenta de una empresa a la vez que se es madre (de un niño pequeño, al menos). Hay ciertos cargos que llevan asociados un nivel de responsabilidad, dedicación y disponibilidad que yo no veo compatible con cuidar de un bebé (o al menos, del tipo de bebé que han sido mis hijas, que me han requerido y aún me requieren mucha muchísima atención). Y por supuesto, cuando hablo de ser madre hablo de algo más que el hecho biológico. Hablo de dedicación al bebé, de tiempo, de disponibilidad. El día sólo tiene 24 h, y nuestro cuerpo, un límite.

TAmbién es cierto que la infancia de los niños es un período muy breve. Mucho más de lo que nos pensamos. Y sin embargo, la vida laboral es muy larga (y más que lo va a ser, me temo). Por eso, francamente, no veo porqué se pretende hacer coincidir tiempos tan inoportunos (adquirir responsabilidades laborales de mucha exigencia precisamente durante la breve infancia de los hijos). Yo creo que en la vida hay tiempo para todo, pero cada cosa tiene su momento.

Por eso, sigo pensando que no es apropiado tratar de simultanear dos situaciones que requieran mucha dedicación (un trabajo muy exigente y un bebé). Necesariamente, alguna de las tareas quedará de lado, y sin hacer (o hecho a medias).

Por eso, creo que es más interesante elegir bien los tiempos, y ser consciente de las posibilidades de cada uno, en cada momento. La vida laboral, como poco, será de 40 años… en ese período tan amplio hay tiempo para todo: etapas de más o menos dedicación, más o menos compromiso y más o menos responsabilidad. La infancia de los niños es muy breve. Y ese tren sí que no vuelve a pasar… Me parece muy triste aparcar y perderse la infancia de los hijos por un trabajo que seguirá estando (aquí o allá) dentro de muchos más años…

Por cierto, qué cierto, Estrella, eso de que los niños son ciudadanos de segunda división (de regional, diría yo).

Si hasta delegamos su cuidado en personas (las «cuidadoras) sin ninguna formación (ni vocación), a las que pagamos sueldos irrisorios, les imponemos jornadas maratonianas y a las que exigimos capacidades sobrenaturales para cuidar de los niños y hacer no sé cuántas cosas más de la casa a la vez (algo que, nosotras mismas, nunca seríamos capaces de hacer). Pero claro, para cuidar niños no hace falta saber nada. No hace falta ninguna cualificación. Cualquiera puede hacerlo (y además, hacerlo bien barato). Ese es el valor que damos a nuestros hijos.

Así nos va…

Que se me olvidaba…

Me hace gracia lo preocupados que están muchos padres por el colegio al que mandarán a sus hijos en el futuro, y cuando son bebés (0 a 3 años), los dejan en manos de cualquier «indocumentada» (valga el doble sentido de la palabra, por carente de documentos legales, y formación para cuidar niños). Cuando el período que más marca la vida adulta es la primera infancia… Pero vamos, que parece que cuanta más pagar un buen colegio que pagar a una buena persona que cuide a los pequeños….

Pues a mí Blanca tu clasismo me parece terrible. No sé como no prohiben a las indocumentadas tener hijos. Vamos, que las que no hayan hecho un cursillo de pediatria que no tengan hijos. Esas «indocumentadas», como tu las llamas, tienen hijos, los cuidan, los quieren, se sacrifican para sacarlos adelante y lo consiguen. Y encima tienen que cuidar a los hijos de otras que ya veo cómo se lo agradecen y qué respeto las tienen. Con esa empatía humana saldrán seres humanos insolidarios, clasistas y terribles. Mucha teta, sí,y mucho cuidado del de estar pegada pero nula empatía, nula solidaridad y cuidado humano.

Blanca seria bueno que te detuvieras un segundo antes de decir cualquier cosa, especialmente en comentarios como el de «indocumentada»…..
Un amigo mio decia que Lo que das te lo das y lo que no das te lo quitas…..y dar mierda no cuenta

Vaya, siento que se hayan malinterpretado mis palabras. No era mi intención…. Veo que ha sido desafortunado utilizar el término. Lo entrecomillé porque no pretendía crear polémica. Es lo que tiene el lenguaje escrito, que es demasiado plano y falto de matices…

No pretendía que el comentario sonara clasista. Como dije antes, me parece que el trabajo de cuidar niños está pero que muy mal pagado, y en unas condiciones terribles (horarios maratonianos y altísima carga de trabajo: casa y niños). Y no dudo que las que sean madres, ejerzan maravillosamente con sus hijos. Pero no por eso tienen que extrapolar ese amor y dedicación a los hijos de las demás… (y menos, cuando se reconoce y paga tan mal ese trabajo). VAmos, que pocas chicas que cuidan niños lo harán por vocación. La mayoría lo hace por falta de alternativas…

En cualquier caso, no pretendía poner el punto de mira sobre las cuidadoras (que al fin y al cabo no hacen sino cubrir una demanda social). Si no en el poco valor que se da a los hijos cuando son pequeños. Parece que todo vale con ellos. Y yo creo que no es así.

Si yo tuviera que dejar a mis hijas con alguien desconocido para que las cuidara (cosa que por suerte no tengo que hacer), buscaría la mejor opción y pagaría lo que fuera (dentro de mis posibilidades). Desde luego, no andaría escatimando en gastos (como los sueldos miserables que cobran la mayoría de las cuidadoras por infinidad de horas). VAmos, la chica que cuidase a mis hijos se merecería cobrar más que yo (pues cuidar a mis hijas me parece una labor mucho más importante que el trabajo que yo desempeño).

Sin embargo, generalmente, se intenta pagar lo mínimo a las chicas, y claro, lo que se fomenta es que la precariedad en ese sector sea mayúscula. Porque, en definitiva, no se da ningún valor al trabajo que realizan. Y eso es lo que no puedo entender. No puedo entender que se dé tan poco valor al cuidado de los hijos de una…

En fin, espero haber explicado un poco mejor esta vez…

Por otra parte, Beatriz, sí creo que para tratar de entender un poco mejor a los hijos no está de más tratar de aprender algo (vamos, que no todo nos lo traemos sabido de serie. Que parir hijos no nos hace saber nada de nada sobre los bebés). Obviamente, en las posibilidades e intereses de cada una está aprender lo que se pueda para tratar de hacerlo mejor… Y para eso, no hace falta un curso de pediatría… ni mucho menos. Basta con un poco de sentido común y sí, mucha mucha empatía….

Te aseguro que respeto el trabajo de los demás, con lo que no puedo es con las faltas de respeto sistemáticas hacia los niños… (que además, tan poco parecen importarle a nadie…). Puestos a hablar de derechos, me encantaría que los de los niños ocuparan un papel un poco más destacado. Puestos a hablar de sectores desprotegidos y desfavorecidos, hablemos de los niños.

Beatriz, estoy completamente de acuerdo contigo. Así que poco o nada tengo que añadir. Me llama particularmente la atención que en ninguno de los comentarios a tu artículo aparezca la figura paterna por ningún lugar. Así es criticable la ambición en una mujer si esta puede entrar en conflicto con su maternidad pero se acepta la ambición masculina pues obviamente esta nunca entra en conflicto con la paternidad (menos importante que la maternidad según leo). Me parece muy grave que desde posturas feministas se cuestionen los deseos de ser madre de aquellas mujeres que tienen los mismos deseos de triunfar en el mundo laboral. ¿No puede ser igual de importante para una mujer el trabajo que sus hijos? Leyendo todos estos comentarios por lo visto no: si tu trabajo es igual de importante que tus hijos eres mala madre y egoísta.Si bien para mucha gente el trabajo es una losa, existen personas afortunadas que disfrutan con lo que hacen. El trabajo desde este punto de vista es un proyecto de vida enriquecedor y que forma parte de la identidad de uno. El trabajo puede formar parte de la identidad de las mujeres del mismo modo que sus hijos.

Sobre lo que hizo Saenz de Santamaría tengo sentimientos encontrados. Por un lado me parece terrible tener que incorporarme al trabajo unos días después de dar a luz. Tengo la maternidad bastante reciente, mi hijo más pequeño tiene 6 meses y no puedo sustraerme de mi experiencia personal para dar una opinión más objetiva. Por otro lado, entiendo que ante la oportunidad de coger un tren que es probable que nunca más pueda pasar en su vida decida subirse a él. Soy consciente que he dejado pasar oportunidades laborales no querer dejar de cuidar personalmente a mis hijos cuando eran bebés. ¿Y si se me hubiera presentado la Oportunidad de mi vida? Si se hubiera presentado ahora sabría qué hubiera hecho, hoy solo puedo especular.
Conozco otras mujeres que no han querido o podido cogerse su baja de 16 semanas, autónomas o con negocios propios que requerían de su dedicación. Aunque yo opté por disfrutar de la baja entera e incluso coger una excedencia para alargarla hasta que pude dejar a mi hijo mayor en la guardería cuando pensé que era suficientemente grande, no sé si lo hubiera hecho igual si me hubiera encontrado en la misma tesitura. Si el padre de la criatura está dispuesto y puede cuidar del bebé, si otros familiares están dispuestos o si tengo medios económicos para contratar a alguien que se haga cargo (mi madre trabajó cuidando niños, algunos bebés muy pequeñitos, y creedme, si pudiera permitirme contratar a alguien como ella, lo haría sin dudarlo).
Por desgracia, muchas de nuestras decisiones no están motivadas por lo que nosotros queremos, si no por lo que podemos hacer. Si no hubiera podido permitir coger la excedencia, hubiera vuelto a trabajar en la semana 17 digamos «contra mi voluntad». Si hubiera estado en paro y no encontrara trabajo, solo me quedaría la opción de quedarme en casa cuidando de mi hijo. No sé hasta qué punto la decisión de Carme Chacón o Soraya S. de Santamaría ha estado influída por presiones (el que se mueve no sale en la foto). En política los gestos son importantes, en los debates hasta el color de los trajes lo decide el partido. Me resulta curioso que el partido que según algún sector «defiende a la familia tradicional» Rajoy no haga algún gesto para mostrar que si es tan válida, pueda esperar a por lo menos recuperarse del parto.

Deprimida y tras leer los comentarios en esta revista tan feminista y revolucionaria, compruebo: los hijos y más si son pequeños, siguen siendo cosa de la mujer . Vaya plan!

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