Hace muchos años quise hacer una tesis doctoral sobre el lenguaje que emplean las revistas del corazón «serias», no amarillas, como el «Hola». Yo, que como dice alguna gente que me conoce, tengo como máxima perversión leer atentamente todos los textos del «Hola» y no sólo ver las fotos, como hacen algunos/as, tengo perfectamente observado y estudiado que lo que se dice en el «Hola», y la manera en qué se dice, está muy pensado y es un reflejo perfecto de la sociedad que pretende reflejar/apoyar. Me gusta como se refieren a los pobres y a los ricos, me gusta esa pobreza tan limpia que fotografían cuando algún famoso se va de viaje caritativo; me gustaba ver a Teresa de Calcuta alimentando a un muerto de hambre que era claramente un hambriento de atrezzo.
Entrada completa: Ociogay
Una respuesta a «La revista Hola sale del armario»
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