Ayer leía las medidas draconianas impuestas a Portugal para pagar su supuesto rescate y lo primero que pensé es en las palabras y en cómo las usamos. Rescate es una palabra que parece sugerir ayuda, solidaridad, salvación. En verdad se rescata a los bancos (ya se les había rescatado antes) pero a lo de Portugal más que “rescate” deberíamos llamarle “hundimiento”: de los sueldos, de las pensiones, de los derechos económicos y sociales, de las vidas de las personas corrientes. Seamos francos, lo que se ha producido con la crisis es una especie de golpe de estado, un completo vaciamiento de la soberanía popular, lo llamemos como lo llamemos.
ara empezar se han impuesto políticas que van a afectar a nuestras vidas de manera negativa y muy importante durante décadas, durante lustros, como dijo el ministro, ese “obrerista”, un tal Gómez. La gente está equivocada si cree que como ya nos han deteriorado las pensiones y la reforma sanidad ahora se estarán quietos un tiempo. El siguiente embate es la negociación colectiva y a continuación el copago en sanidad y educación, la privatización total de estos servicios, así como de las pensiones. Porque además, en Portugal ha quedado claro, las políticas señaladas se harán digan lo que digan los parlamentos que, por otra parte, cada vez dicen menos. No creo que no haya nadie que no se haya dado cuenta pero los parlamentos no deciden ya nada de lo importante. En Portugal se rechazaron las medidas de ajuste presentadas por otro supuesto socialista, qué risa, un tal Sócrates, para que días después los poderes de verdad se pasaran la opinión del Parlamento por dónde yo te diga. ¿Rechazaste el ajuste?, ¡pues doble ajuste!
Y todo esto se ha hecho con la complicidad de políticos que se llamaban a sí mismos de izquierdas. Ninguno ha dimitido, expresado impotencia o duda. Ninguno ha dicho (ni dice) nada que suene mínimanente de izquierdas, ninguno ha dicho “esto no puede seguir así, hay que reconquistar la democracia”. Por el contrario resulta doloroso ver la alegría con la que los que gobiernan se han lanzado a aplicar las medidas neoliberales, ver la súbita conversión de todos ellos al neoliberalismo. Da grima verles hablar de ajustes, reformas o equilibrios presupuestarios. El tal Gómez dijo “lustros” pero yo supongo que lo que persiguen es que esto sea una contrarreforma que dure para siempre jamás. Así son ellos, no se conforman con menos. No se trata de que se estén aplicando políticas más o menos de derechas mientras gobiernen, no se trata de programas electorales, de políticas coyunturales que pueden revertirse cuando venga otro partido.
Aquí, lo que se está tratando de hacer es prohibir por ley hacer políticas de izquierdas. Prohibir el déficit por ley, privatizar por ley, impedir la nacionalización por ley, prohibir políticas fiscales verdaderamente progresistas. Eso es lo que se está intentando y consiguiendo. Pronto intentarán prohibirnos ser de izquierdas y trabajar al mismo tiempo, qué nos hemos creído. No exagero, véase la campaña desatada (y no contestada ni por las propias instituciones ni por nadie) contra algunos jueces con el argumento de que son de izquierdas. Lo hemos visto con las declaraciones de algunos del PP cuando pretenden juzgarles jueces de izquierdas: “Es un juez socialista” y les falta decir, “¡que la inhabiliten!”.
Aquí aun no se atreven pero Berlusconi, que siempre va unos metros por delante, lo dijo claramente el otro día en un acto en la universidad (aunque él creía que estaba en un burdel): “hay que impulsar las reformas contra los jueces de izquierdas”. Pues muy bien, que prohíban ser juez a las personas de izquierdas. Es lógico y era esperable porque de lo que se trata también –y eso ya está bastante consolidado y conseguido- es de que los propios delincuentes puedan sentarse en el parlamento y no andar haciendo sus negocios por ahí. Una parte de los delincuentes que están en las instituciones económicas ya nos gobiernan, pero como eso tampoco bastaba, ahora las listas electorales se llenan de delincuentes presuntos que no sabemos si acabarán en la cárcel o antes habrán conseguido que los que les juzguen sean todos de derechas.
Es como una realidad paralela, me siento en una película de ciencia ficción y sueño con que llegue nuestro Día de la Ira y les bajemos a todos estos de la clase Business.
Una respuesta a «Esto es lo que hay»
Pero han salvado sus excelentes sueldos, comisiones y ganancias en el juego del casino de la bolsa con la ayuda de los gobiernos que son tal para cual.
Mientras en 20% de la población española vive bajo el umbral de la pobreza y el mundo ha llegado a 24 millones de pobres. Además de tener al planeta en un estado lamentable…Los mares contaminados y las consecuencias de las centrales nucleares a punto de destruir gran parte de la naturaleza. Y a esto le llaman inteligencia.