La sentencia de un juzgado de Madrid en la que se condena a Metro por una huelga ilegal es un paso más dentro del plan acoso y derribo al que se están viendo sometidos los derechos laborales y sociales en este país. Resulta que la legalidad sólo la tienen que cumplir los trabajadores, pero no los empresarios. Para empezar, la huelga se desató por el incumplimiento por parte de Metro, es decir, del gobierno de Esperanza Aguirre, del Convenio Colectivo firmado por ellos mismos y que se supone que debe cumplirse; al menos todavía, antes de que los convenios pierdan su fuerza vinculante, que está al caer.
En segundo lugar, se está extendiendo la idea, o se ha extendido ya, de que las huelgas no tienen que molestar a la ciudadanía, cuando las huelgas sólo tienen sentido si se notan y cuanto más mejor. Los trabajadores que se ponen en huelga dejan de cobrar sus no muy altos salarios, (los ricos no hacen huelga), a cambio de tener alguna posibilidad de que gracias a la huelga los patrones negocien con ellos o cedan ante alguna de sus demandas. Sí nadie nota la huelga, si nadie sale perjudicado, no merece la pena hacerla. De hecho, los trabajadores del metro consiguieron su objetivo de no ver reducidos sus salarios en la medida que quería el gobierno de la comunidad. Por cierto, los únicos trabajadores que lo han conseguido; seguramente porque sus huelga se notó, y mucho.
Ese objetivo de que la huelga se note no se puede conseguir si los servicios mínimos son completamente abusivos. Si los servicios mínimos impiden que la huelga se note, entonces se vulnera el derecho a la huelga. No se hace huelga de metro para que todo el mundo coja el metro como si no hubiera huelga. Pero la Comunidad de Madrid lleva años imponiendo servicios mínimos que los tribunales han declarado abusivos. Sin embargo, los tribunales declaran abusivos los servicios mínimos años después de que los huelguistas o los sindicatos los impugnen, cuando ya da exactamente igual. Así que cuando la Comunidad impone otra vez unos servicios mínimos abusivos los huelguistas, como es lógico se los saltan. No se puede esperar a que años después un tribunal diga algo que aquello fue ilegal.
Si los tribunales condenan a la Comunidad de Madrid por imponer servicios mínimos abusivos no pasa nada, pero en cambio si condenan a los sindicatos o al comité de empresa por hacer una huelga ilegal es posible que haya despidos y que estos sean, según esta lógico, legales. “Nunca más habrá una huelga que no respete los servicio mínimos”, dice la Presidenta, y seguramente tiene razón. Que ella haya impuesto siempre servicios mínimos ilegales, no cuenta. Que la empresa se salte ilegalmente un convenio legal, tampoco. Lo que quiere decir es que es posible que por fin ella, Esperanza Aguirre, haya conseguido ponerse al nivel de su heroína Margaret Thatcher y clavar una buena estocada en el derecho de huelga.
Nos están dejando completamente inermes ante los poderes empresariales. Supongo que ese es el plan. Pero también me gustaría recordar que dicha huelga se desarrolló en medio de un clima antihuelga y de insolidaridad entre los trabajadores como yo no había visto nunca. Esta sentencia se da en parte porque los trabajadores hemos perdido de vista el sentido de las huelgas, de para qué sirven, para qué nos sirven y nos han servido. No hacemos huelga nos hagan lo que nos hagan, y ni siquiera apoyamos a quienes las hacen.
Publicado en El Plural
3 respuestas a «Acoso y derribo a la huelga»
He leido tu articulo y ni yo mismo lo habria escrito mejor. Te agradezco como trabajador de METRO de Madrid el acertado analisis que has hecho, y te agradezco como trabajador, que te preocupes por los problemas del resto de los trabajadores.
Te dire que hasta el año 1992 los servicios minimos se negociaban , se acordaban, se firmaban y se cumplian. A partir de 1993, las direcciones de METRO dejaron de acordar los mismo servicios minimos que se habian pactado desde 1977 hasta 1992, desde ese momento lo que hacen es IMPONER los servicios MINIMOS ABUSIVOS que a ellos les interesan, rompiendo de ese modo el derecho CONSTITUCIONAL que teniamos y digo teniamos, los trabajadores de METRO. La prevaricacion continuada de los gobernantes de la Comunidad de Madrid, nombrando unos servicios minimos abusivos, que los juzgados rechazan una y otra vez, no tiene consecuencias de ningun tipo pra estos politicos corruptos y prevaricadores. Un saludo ugetista.
Estamos en un momento muy malo en el que nos jugamos mucho como ciudadanos/as y trabajadores/as. Llegará un momento en que nos lamentamos de la apatía con la que ahora vivimos todo esto. te agradezco que me hayas escrito.
Un saludo cordial
Quiero darte las gracias por tu certero artículo. Como tú misma dices el declarar la huelga ilegal es un intento por cercenar todos nuestros derechos laborales y sociales. poniendo como pretexto «la crisis» o «los intereses de la comunidad» se enfrenta a los trabajadores con los trabajadores, cuando lo que se está realmente intentando es que aquí no se levante nadie: lo hacen los controladores y como son unos privilegiados estamos legitimados para declarar el estado de alarma; lo hacen los trabajadores del metro y es una huelga ilegal de otros privilegiados qúe fastidian a toda la ciudad; lo hacen los funcionarios y es que son unos privilegiados que tienen trabajo seguro; ¿alguien se acordaba del trabajo fijo cuando nadie quería ser funcionario o trabajador del metro por lo exiguo de los salarios o la precariedad laboral?, muchos deberían pensar en ello y no dejarse simplemente llevar hacia donde los dirigentes quieren llevarlos.
Lo real es que han incumplido un convenio colectivo, que tiene rango de ley ¿quién hace la primera ilegalidad?, y que lo que intentan conseguir es anular el derecho que nos asiste a la huelga para defender nuestros derechos. Y por desgracia, lo también real, es que en vez de reivindicar aquéllo a lo que tenemos derecho, de luchar por ello, lo que hacemos es intentar quitar a los otros, no luchar por lo que es nuestro