El tema de Aminetu Haidar es peliagudo políticamente y triste, muy triste en lo que lleva aparejado de sufrimiento personal de una mujer luchadora y en lo que lleva aparejado de sufrimiento de todo un pueblo. Pero aun así voy a expresar mi opinión respecto a algunas cuestiones.
Es verdad que el papel de España respecto al tema del Sahara es terrible desde hace mucho Aquí parece que no ha habido Alianza de Civilizaciones que valga con los saharauis. Parece –me acabo de dar cuenta- que esta Alianza es sólo con los poderosos: con las dictaduras saudí, marroquí…y no con los pueblos. Veo que la cosa es perversa. Es verdad que la situación del Sahara no es culpa de Zapatero y reconozco que hay cosas que no pueden hacerse en política internacional por más que nos gustaría hacerlas. Pero dicho esto, un gesto de reconocimiento a la lucha del pueblo saharaui hubiera ayudado un poco.
Es cierto que Aminetu entró en España de manera ilegal y que alguien dio la orden de dejarla entrar. Es posible pensar que eso se hizo sin intención de ayudar a Marruecos a violar la legalidad, sino quizá sólo por razones humanitarias a favor de Aminetu. Yo no creo que hubiera intención de ayudar a Marruecos en este asunto y así situar a España en contra de la legalidad internacional. Quizá sólo hubo una terrible incompetencia de alguien o un descuido aun más terrible. En este sentido, España tiene su culpa y no pasaría nada porque se depuraran algunas responsabilidades.
Dicho esto y con toda mi solidaridad por delante con el pueblo saharaui y su lucha, y apoyando tal lucha, no comprendo la posición de muchos de los que apoyan esta causa. El culpable es Marruecos, que es una cuasi dictadura, que oprime a los saharauis y a los marroquíes también. No comprendo por qué las manifestaciones no son delante de la embajada de Marruecos o contra el régimen de ese país. No sé muy bien qué podría hacer ahora España que estoy convencida de que, por la cuenta que le tiene, lo está intentando todo. ¿Declara Zapatero la guerra a Marruecos? ¿Rompe relaciones diplomáticas? Es cierto que cuando la razón de estado aparece, los derechos individuales empequeñecen e incluso desaparecen y que ante esto muchos nos rebelamos. Podríamos pedir un gesto contundente de reconocimiento a la autodeterminación del Sahara, menos contemporización con el régimen marroquí, una posición un poco más digna…Pero más allá de eso ¿qué? Porque eso no es lo que le piden los activistas al gobierno español; le piden que devuelva a Aminetu a Marruecos. No sé muy bien cómo podría hacerlo si Marruecos se niega.
Finalmente, estoy totalmente en contra de pedir la intervención del rey, que además me parece algo pavoroso. ¿No eran (éramos) republicanos? ¿No decíamos que el rey se limite a su papel constitucional perfectamente tasado? Ahora que hay un problema nos volvemos al rey como niños desasistidos. Yo me niego a admitir que el rey asuma ningún papel político por encima de mi gobierno, elegido por la ciudadanía. A ver si al final nos va a salvar el rey y no el gobierno. El colmo. Otra cosa es que estoy casi segura, como lo estará cualquiera que piense un poco, que el rey, de manera particular y confidencial, habrá hablado con su “hermano” Mohamed VI. Si yo fuera Zapatero, desde luego se lo habría pedido, pero siempre de manera particular, nunca oficial. El rey, oficialmente y para los asuntos de política internacional ni pincha ni corta. No puedo comprender que la izquierda republicana se vuelva ahora al rey para que nos salve o salve a Aminetu. Es obvio que intentará ayudar, pero no podemos admitir que lo haga públicamente por encima de la Constitución. Además sus llamadas, que ya digo que existirán, serán siempre privadas porque, si no resultan no va a apuntarse el fracaso y si salen bien, el gobierno no puede dejarle que se apunte públicamente el tanto. Apelar al rey es absurdo.
Intento pensar que debemos hacer los ciudadanos y ciudadanas. Me gustaría que nos esforzáramos más en señalar la clase de régimen antidemocrático que es Marruecos, en llamar la atención sobre sus incumplimientos de la legalidad internacional en general y en este caso en particular. Me manifestaría delante de su embajada y sus consulados, aquí y en otros países europeos. Pediría al gobierno español un gesto de reconocimiento del derecho a la autodeterminación del Sahara, aunque eso le complique las relaciones con Marruecos. Y pediría a Aminetu que viva porque no puede ser que la lucha saharahui la pierda. Es sólo mi humilde opinión pero creo que al gobierno no se le puede pedir mucho más. Y, desde luego, el rey a lo suyo.
Publicado en El Plural