Lo he dicho varias veces en El Plural y lo diré las veces que haga falta. Los derechos de las mujeres no están completos si no se tiene derecho al aborto. Derecho al aborto es decir, nada más y nada menos, que derecho al propio cuerpo y derecho a elegir si se quiere o no ser madre. Por eso, más vale que no se presuma de feminista si no se está en condiciones de garantizar eso. Lo digo por Zapatero.
Lo digo por la denuncia a las clínicas por parte de grupos de ultraderecha que cuentan con la complicidad de jueces también de ultraderecha. Lo digo por el acoso interminable a que se ven sometidas las mujeres que hacen uso de la limitada despenalización que tenemos, lo digo por los profesionales sanitarios que se ven, un día sí y otro también, ante la justicia sin haber cometido ningún delito. El aborto tiene que salir ya del Código Penal.
Lo digo por las mentiras que cada día publican algunos periódicos con el fin de amedrentar a la opinión pública y que nadie rectifica después: fetos de siete meses en trituradoras, expedientes por los suelos…Lo digo porque somos una excepción en los países de nuestro entorno europeo en los que se puede abortar sin necesidad de pasar por un calvario; lo digo porque, como siempre, las ricas no tienen problemas y las pobres pueden verse en un juzgado. Lo digo por una izquierda que no se atreve a enfadarse con la iglesia.
Estoy harta, ¿cómo dice la vicepresidenta que no hay demanda? Suponiendo que ese fuera un criterio para establecer un derecho, que no lo es, todas esas mujeres cuya intimidad puede ser ahora violada injustamente por ese partido semiinexistente, necesitaron abortar y creyeron que la ley las protegía. ¿Cómo que no hay demanda? Las mujeres de este país llevamos 30 años pidiendo una ley de aborto. Yo crecí con esa reivindicación que era la de mi madre. No sólo hay demanda, sino que es una demanda inexcusable.
Publicado en : El Plural