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El debate sobre la prostitución


Acaba de salir a la calle el libro sobre la prostitución en el que he estado trabajando los últimos cuatro años. Comencé a leer sobre la misma después de participar o de asistir a varios debates  que me dejaron muy impactada debido a la violencia verbal, a la agresividad, y al dogmatismo que claramente se imponían sobre cualquier intento de debatir de verdad. Una agresividad que finalmente se terminaba siempre por imponer a las participantes de uno y otro bando por más que, algunas de ellas, quisieran mantener un tono de reflexión y auténtico intercambio de ideas. En seguida resultaba evidente que si alguien quería mantener un cierto tono de mesura y buscaba confrontar de verdad sus argumentos resultaba engullida por el tono general de un debate que, tal como está planteado, excluye cualquier matiz. Sobre la prostitución en España  sólo se puede estar furiosa y dogmáticamente en uno de los dos únicos bandos en los que se ha dividido la cuestión. Y estar en uno de esos bandos implica, demasiado a menudo, descalificar a las otras, verlas como enemigas del feminismo, aguantar también de su parte insultos y descalificaciones personales, etc. Cualquiera que haya asistido o participado en uno de esos debates sabe perfectamente de qué hablo. Y sin embargo, cualquiera que lleve en esto del feminismo muchos años sabe  también que hay feministas en ambos lados, entre las pro y anti prostitución; o abolicionistas y regulacionistas.

Entrada completa: Pikara

Por Beatriz Gimeno

Nací en Madrid y dedico lo más importante de mi tiempo al activismo feminista y social. Hoy, sin embargo, soy un cargo público. Estoy en Podemos desde el principio y he ocupado diversos cargos en el partido. He sido Consejera Ciudadana Autonómica y Estatal. Del 2015 al 2020 fui diputada en la Asamblea de Madrid y ahora soy Directora del Instituto de la Mujer. Sigo prefiriendo Facebook a cualquier otra red. Será la edad.
Tuve la inmensa suerte de ser la presidenta de la FELGTB en el periodo en que se aprobó el matrimonio igualitario y la ley de identidad de género. He dado lo mejor de mí al activismo, pero el activismo me lo ha devuelto con creces.
Estudié algo muy práctico, filología bíblica, así que me mido bien con la Iglesia Católica en su propio terreno, cosa que me ocurre muy a menudo porque soy atea y milito en la causa del laicismo.
El tiempo que no milito en nada lo dedico a escribir. He publicado libros de relatos, novelas, ensayos y poemarios. Colaboro habitualmente con diarios como www.eldiario.es o www.publico.es entre otros. Además colaboro en la revista feminista www.pikaramagazine.com, así como en otros medios. Doy algunas clases de género, conferencias por aquí y por allá, cursos…El útimo que he publicado ha resultado polémico pero, sin embargo es el que más satisfacciones me ha dado. Este es “Lactancia materna: Política e Identidad” en la editorial Cátedra.

31 respuestas a «El debate sobre la prostitución»

Bueno, quisiera decir lo primero que Gracias a Beatriz Gimeno por sacar esta vez las posibles soluciones a un tema que por su extremada complejidad (pocos temas en el ámbito de las ciencias sociales lo son tanto) es de por si Valiente hacer una aproximación.

Supongo que la idea de Beatriz es la de crear una corriente de pensamiento que pueda aunar, poner en común las cosas que los proregulacionistas y abolicionistas mantienen. Y cierto es que hay una, muy clara y enla que creo que hay consenso. La lucha contra las mafias, la explotación sexual, el lucro de terceros con la prostitución y la coacción para su ejercicio. Es obvio volver a decir que todos estamos de acuerdo en eso. Pero sinceramente, y sin leer el libro (cuya intención de leerlo tengo) creo que pocos puntos más de acuerdo se van a encontrar. Y el porqué es sencillo. Por que el abolicionismo considera la prostitución como un MAL siempre y en toda circunstancia. Hace un juico de valor MORAL sobre una actividad humana. Que está en todo su derecho claro. Pero parte de la base que la propia existencia de la prostitución, sea como sea ejercida o realizada es considerada perversa y negativa por naturaleza. Y además utiliza un lenguaje completametne transformado y estrujado para envilecer aún más dicha actividad. El abolicionismo, en mi parecer, pretende un nuevo modelo de sexualidad, donde haya cosas aceptables o no más allá del consenso mundial de todos y todas en lo que no es aceptable en sexualidad (la coacción, la violencia, el chantaje, el abuso). Si el feminismo acaba aceptando que existen sexualidades buenas y malas (aparte de las ya dichas) estamos justificando que otras personas, otros colectivos (iglesia, por ejemplo) estén diciendo que hay sexualidades buena y malas. No se si me estoy explicando. Si partes de una posición moral sobre sexualidad, estás utilizando la misma argumentación para el control sexual que han hecho los estados y la iglesia durante muchos siglos, y eso es algo, creo yo, a evitar. Otro gran defecto que le veo al abolicionismo es su incapacidad absoluta para escuchar a las propias afectadas, a las prostitutas. Y cuando lo hace siempre es desde una perspectiva de victimizacion, de “esta dice esto porque está alienada” y soberbias varias que no ejercen con las reclamaciones de cualquier otro colectivo de mujeres, no se por que las prostitutas si. No se “compran” los cuerpos, en tal caso se alquilan servicios, “no se exclaviza” (muchas mujeres independientes ponen ellas sus propias tarifas, con un control absoluto sobre su actividad, me dirán que exclavismo es ese). El abolicionismo, en verdad, es ESTIGMATIZANTE con la actividad, aunque esta se realice desde la libertad de elección. Las mujeres abolicionista considerarían que por que ellas jamás se haría putas (perdón por la expresion)las demás mujeres tampoco lo harían. Y eso demuestra una total falta de empatia con el resto de personas.
El debate está realmente en si la prostitución voluntaria, aquella que se realiza sin la coacción o obligación de un tercero, es aceptable moralmente o no. Y yo creo que si. Creo que como decís en otros muchos casos, las mujeres tienen derecho, capacidad y autonomía suficientes para tomar decisiones por si mismas, al igual que toman decisiones para dar de mamar o biberón, para abortar o no, para tener sexo con quien quieran, para decidir por ellas mismas el camino a seguir en sus vidas o para alquilar sus servicios sexuales durante un tiempo concreto, por ejemplo.
A Beatriz Gimeno la considero una feminista libertaria digamos. EStoy poco de acuerdo en algunos de sus planteamientos, pero es una de esas feministas bloggeras que sigo porque siempre siempre me hace ver las cosas desde otro punto de vista, y eso es de agradecer. A las abolicionistas tradicionales ya ni les presto atención, la verdad. HAn tenido su parte de razón en ciertos análisis del fenómeno, del movimiento de inmigracion de ciertos aspectos de la prostitucion que es innegable que hacen un análisis un tanto certero. Pero ellas niegan la mayor, niegan que se pueda intercambiar sexo por dinero, niegan una actividad humana, que es lógica, no solo ahora en un mundo turbocapitalista, si no que ha existido desde el origen de las sociedades humanas y que solo despue´s de ciertas religiones y su imposición comenzó a ser una práctica proscrita. Ahí nunca puede haber acuerdo. El regulacionismo ACEPTA como práctica legítima que una persona decida ofrecer servicios sexuales y otra demandarlos por dinero. Lo único que dice, con toda la lógica del mundo, es que esa actividad se haga consensuada y sin coaación por ninguna de las partes. Ahí está la gran diferencia, como sabrás Beatriz. Que puntos en común puede haber entre ambos movimientos si en la BASE del planteamieneto hay tal divergencia.
No se puede, no hay coherencia entre decir que una mujer tiene derecho a abortar si quiere (cosa que defiendo al 100%) pero no tiene derecho a alquilar su sexo si quiere, o si lo hace entonces es una “pobre víctima del patriarcado”, minimizándola y anulándo la validez de sus decisiones. Si se defiende la autonomía del cuerpo, se defiende para todo (y ahora pensará alguien en lo de vender riñones, y tal, bueno, también tengo respuesta para eso). Y en cuanto se defienda que una mujer puede tomar esas decisiones, puede ser prostituta porque así lo quiere, o así lo ha escogido por los motivos que sean, entonces se está LEGITIMANDO. Por eso el abolicionismo pone todo tipo de argumentos para decir que la prostitución NUNCA es voluntaria, etc etc, porque si lo acepta, todo su constructo ideológico se va al garete. PERO SEÑORES Y SEÑORAS ABOLICIONISTAS. SI HAY PROSTITUCIÓN VOLUNTARIA. SI HAY CHICAS Y CHICOS QUE DECIDEN, CADA UNO EN SUS CIRCUNSTANCIAS dedicarse al trabajo sexual. LO CREERAN O NO, pero existe.

La prostitución NO VA A DESAPARECER, nunca. Incluso con un policia detrás de cada varon que quisiera pagar por sexo se acabaría. Ha habido temproadas de mayor y menor consumo, pero siempre siempre ha existido la prostitución. Solo en una sociedad donde las demandas de sexo/afecto entre mujeres y hombres fueran paralelas se produciría esa desaparición. Y eso, ni siquiera con los avances que supuso para ambos sexos la liberaci´n sexual de la mujer en los últimos años lo ha conseguido.

No soy un regulacionista puro yo tampoco. Comprendo la complejidad ala que tendría que enfrentarse un legislador para regular dicha actividad, como se hace, como se registra, etc etc. Eso sería un paso ulterior. Antes hay otras cosas que hacer, en primer lugar DEJAR DE TRATAR A LAS PROSTITUTAS COMO MENORES DE EDAD O DISCAPACITADAS, son personas que expresan sus deseos y sus anhelos como cualquier otra mujer, sin victimismos. Se las sigue viendo como “bichos raros” por un sector de la sociedad, cuando son personas como tu y como yo, simplemetne.

Ahora paro, pero si quereis seguimos debatiendo. Este tema me encanta, me apasiona fuertemente, y no, no soy un putero. Adjetivo descalificativo que algunas pueden ponerme cuando me pongo en favor de la normalización y además soy varón. Adjetivo para desprestigiar completamente mi posición, en un ejercicio de fascismo intelectual que no voy a aceptar.

Gracias. Me llamo Nacho.

Nacho, aciertas en algunas cosas sí y en otras no. Soy abolicionista pero distingo entre prostutición forzada y voluntaria, creo que esa distinción es crucial y lo explico en el libro. Y creo que el abolicionismo plantea una moral sobre un tipo de sexualidad, sí, pero el regulacionismo también lo hace y eso es una confusión. Moral no es siempre moral conservadora. El regulacionismo tiene también una ética respecto al sexo al que considera, por ejemplo, siempre no cuestionable mientras exista consenso. Eso es una moral. Yo no tengo una moral conservadora respecto al sexo pero creo que es una actividad que, como cualquier otra en la vida, admite ser analizada criticamente desde el punto de vista de la dominación económica, capitalista, patriarcal, consumista etc. Así que no somos las únicas que aplicamos una moral al sexo. Yo tengo una ética/moral anticapitalista, anticonsumista, de izquierdas, proaborto, ecologista etc que aplico también al sexo; la mía es una moral humanizadora, igualitarista, no consumista, que pretende estar en comunión con la naturaleza etc. Moral la tenemos todas, ya basta de pensar que sólo las abolicionistas tenemos moral, cualquier postura política es moral, otra cosa es el moralismo.
Y la prostitución claro que puede desaparecer o ser residual, eso depende de la consideración social, de la misma manera que se hizo más o menos residual la pederastia, por ejemplo, plenamente aceptada en otras épocas históricas. Ha habido y hay sociedades son prostitución. Estoy de acuerdo en que no va a desaparecer a no ser que haya una profunda transformación social de la que aun estamos lejos.

Hoy me he acercado a Berkana y le he echado un vistazo al libro. Mientras leía la introducción me ha venido a la cabeza una palabra: contundente. Así creo que será tu análisis, aunque no ofrezcas una solución. Espero poderlo leer pronto. Ojalá llegue hasta algunas bibliotecas públicas, entre otros sitios. Enhorabuena y gracias.

Beatriz, sólo con los comentarios de tu blog observo que has hecho una reflexión profunda y con sabios resultados. Sí, el debate es muy complicado porque además de la dominación masculina -que a todos y todas nos ata, nos guste o no- hay demasiados intereses económicos y de otras índoles en juego. Demasiados enfrentamientos ideológicos entre varones y mujeres, entre varones y varones, entre generaciones/géneros. Y si entramos en el campo de los feminismos…. Además ello nos mueve a muchas preguntas sobre nuestra sexualidad, en definitiva en nuestras relaciones con el Otro.

Beatriz, si aceptas que una persona voluntariamente, alquile sus servicios sexuales. Si consideras que a esa persona nadie debe de obligarla a dejar su actividad o hacerselo más dificil, si consideras que tiene todos los derechos del mundo, tanto por ser persona como por ser mujer, como por ser libre, entonces, amiga, NO eres abolicionista.

Soy abolicionista, aunque no me gusta la palabra, porque creo que es una institución absolutamente incompatible con la igualdad entre hombres y mujeres, lo explico en el libro. No se trata de lo que hagan las mujeres, que lo hacen para comer o para ganar más, o para lo que sea, se trata de la manera en que el patriarcado construye como radicalmente las sexualidades de hombres y mujeres y lo hace de una manera que no es casual, son sexualidades diferentes y jerarquizadas. Pero no voy a seguir porque el debate es muy complicado para resumirlo aquí Por otra parte, como anticapitalista, creo que no todo puede venderse y comprarse por mucho que una o uno quiera hacerlo: ni siquieira deberia comprarse y venderse el trabajo asalariado por mucho que no tengamos más remedio que hacerlo, pero soy abolicionista también del trabajo asalariado en la estructura capitalista, por más que, mientras tanto, puedo incluso militar en un sindicato para mejorar en lo posible las condiciones de ese trabajo.

En el mundo de la prostitución existe todo lo que denuncias, Beatriz, y que la mayoría rechazamos; pero si apartamos todo ello del debate (porque en lo anterior vamos a estar de acuerdo), lo que tenemos es que hay personas dispuestas a pagar por sexo y personas dispuestas a cobrar por darlo. No me parece ni bueno ni malo, no perjudica a terceros ni ninguna de las dos partes perjudica a la otra.

No me gusta la palabra moral, porque nunca sé bien de qué se habla cuando se utiliza; por «moral» entiendo «la verdad», que debe ser impuesta porque es la verdad y se hace un favor a la humanidad con ello. Prefiero hablar de valores, ya que es más relativo, y buscar consensos en lo básico y mayorías y acuerdos en el resto.

En la realidad que vivimos, la prohibición perjudica a las prostitutas, que no van a dejar de serlo por ello, y no a las mafias.

Más allá de los derechos de las mujeres que se dedican a la prostitución que es otra cuestión a discutir, no es verdad que la institución de la prostitución no perjudique a nadie, perjudica a la causa de la igualdad, y a todas las mujeres. Una/o puede tener derecho a vender un órgano que es suyo, pero esa venta abre un mercado al que «obligatoriamente» tendrán que dirigirse las mujeres más pobres y por tanto lo que está en juego a veces no es la libertado individual, sino la situación de las mujeres. Lo que está en juego con la prostitución es la causa de la igualdad y si perjudica a terceros, en este caso a terceras. La existencia de la prostitución perjudica a la igualdad, no a una moral particular. Pero eso lo explico en el libro. Siempre que en condiciones de desigualdad previa alguien se ve obligado a vender lo que otros quieren comprar lo que se ejerce es un acto de dominio. Para que no se perjudicara a nadie habría que partir de una situación en la que hombres y mujeres fuesen iguales; entonces quizá no hubiera perjudicados.

Es cierto que al rededor de la prostitución se da todo eso que dices, vejación, posición de dominio y desprecio; pero no podemos afirmar que es causado por el ejercicio de la prostitución (sería como decir que son las prostitutas las que provocan esa realidad que las degrada), y sin embargo sí podemos luchar por una sociedad más igualitaria, justa y contra el machismo.

Pienso que al identificar el sexo con el amor y la procreación lo convertimos en una práctica semisagrada y, por tanto, es indecente mercadear con ello.

¿La pornografía es prostitución? ¿Si un matrimonio se graba un video pornográfico y ganan dinero con ello, practican la prostitución? ¿Y si se acaban de conocer y acuerdan el mismo negocio? ¿Y si una chica le paga a un chico por hacer el video pornográfico y luego ella lo comercializa?, ¿y si es al revés? ¿En estas transaciones se da una relación de poder?

¿Si algún día logramos una sociedad igualitaria, no habrá prostitución?

¿Cual es tu opinión sobre Janice G. Raymond y sus 10 Razones para no legalizar la Prostitución?
Sus argumentos parecen interesantes : http://action.web.ca/home/catw/readingroom.shtml?x=37143&AA_EX_Session=c18750b7467e79d51035a65dc9e03362.
Personalmente estoy de acuerdo con la analogia del trafico de organos, precisamente la antropóloga Nancy Scheper-Hughes lleva años investigando el trafico clandestino de organos. NO deja de ser curioso que los «donantes» provengan de los mismos países pobres que las mujeres traficadas: Moldavia, Rumania, Brasil…

He visto documentales sobre chimpancés en donde un macho ofrece comida a cambio de sexo a una hembra y ésta accede. ¿Quieres decir, Alfonso, que esto guarda alguna relación con el tráfico de órganos en los humanos, o quizá con una cultura capitalista? Me siento incómodo teniendo que defender al capitalismo; pero seamos serios, por favor. Estamos de acuerdo con la persecución de trata de mujeres y de las mafias; pero no podemos decir que si un hombre ofrece sexo a otro hombre a cambio de dinero es por culpa del capitalismo o que está relacionado con el tráfico de órganos o que es machismo. Es posible que las mafias que operan con todo esto sí estén relacionadas, y también es cierto que el machismo se encuentra en todas las esferas o niveles de las relaciones humanas; pero no seamos tan necios como para mezclar cuestiones.

El origen de la prostitución es más antiguo que el del propio homo sapiens, así que me parece que vamos a tener que buscar otro enfoque a esta realidad; lo que no quita para que se persiga a las mafias, la trata de mujeres y hombres o cualquier tipo de esclavitud y no cejemos en nuestro empeño de una sociedad más justa e igualitaria; pero, sinceramente, creo que en esa sociadad que ansiamos seguirá habiendo quien se drogue y quien se prostituya, y no seré yo quien les diga que eso está mal.

Discrepo con Juanjoluke en que si una conducta se da en una especie no humana en un entorno natural debemos aceptarla. También entre chimpanzés hay casos de «canibalismo» y no por ello lo toleramos en nuestra sociedad.

No creo que se deba tolerar la prostitución como un mal necesario, pero no estoy segura de que la prohibición acabe de solucionar nada. La prostitución no es la enfermedad, es un síntoma de las desiguales relaciones entre las personas y de la necesidad de dejar patente el dominio sobre otra persona de diferente sexo, diferente estatus social o económico, etc. No vamos a crear una sociedad más justa de hoy para mañana, me temo que cada vez estamos más lejos del mejor de los mundos posibles.

Y entonces te pregunto Beatriz: Estarías a favor de una ley que restringiera las libertades individuales, porque el ejercicio de alguna de ellas (en este caso dedicarse voluntariamente a la prostitución) impide (según tu, yo ahí no estaría tan de acuerdo) que las mujeres y los hombres, como conjunto seamos iguales???¿es la igualdad entre hombres y mujeres el ideal máximo al que debemos alcanzar y sobre el cual caigan cualesquiera otras conquistas humanas ganadas??

¿donde termina realmente la libertad de una persona? Estamos de acuerdo en que termina cuando empieza la de los demás, pero ¿¿la existencia de prostitutas obliga a otras mujeres a serlo??. Hay muchisimos prostitutos, y yo jamás me he sentido como hombre y perteneciente al colectivo de hombres dañado, precisamente porque considero que entre los hombres no somos iguales y lo que le guste a uno tampoco le guste a otro.

Todos quisieramos un mundo donde nacieramos y murieramos con igualdad de oportunidades (que no iguales, iguales son en Corea del Norte), donde la economía se basase según las necesidades de los seres humanos y no sobre el dinero, que todos fueramos felices con nuestras vidas laborales y personales y no necesitásemos tomar un lexatin por las mañanas cuando vamos a trabajar. Yo creo en un capitalismo humano, en una igualdad de oportunidades, en evitar las discriminaciones e incluso hacer acciones positivas que faciliten que algunos colectivos se igualen al resto, pero si para ello, si para lograr eso, las libertades de las que ahora gozamos (autonomía, intimidad, libre elección de sexualidad, etc etc) se tienen que cuestionar, entonces CONMIGO QUE NO CUENTEN.

Y lo vuelvo a recalcar, la moral, determinada moral es buena. Nos organiza como sociedad. Imponer moralidades a los demás es cuando la cosa se pone fea. HAy unos consensos sociales que nos dicen lo que esta bien y está mal, matar, robar, violar, etc. Bajo esos mínimos las personas tienen DERECHO a hacer con sus vidas lo que consideren oportuno, bajo sus circunstancias, lógicamente. Y en moralidad sexual pues otro tanto. He crecido con la idea que la sexualidad solo es mala cuando alguien sale perjudicado de ella, cuando no hay consentimiento, no hay consenso, no hay pacto, no hay acuerdo. El resto de formas nos podrán gustar o no, a mi no me gusta el bondage, nunca lo haría, pero no por ello lucho contra la existencia de tal actividad, porque si es consensuada yo la respeto.

No trato de justificar la prostitución con los chimpancés, sino quitar del debate cuestiones que no tienen que ver con la naturaleza de dicha práctica, como el capitalismo o el tráfico de órganos. Que hablemos de la prostitución y su problemática seriamente, que tiene diferentes niveles de discusión que precisan diferentes formas de ser abordados.

Estoy convencido de que en una hipotética sociedad completamente igualitaria el porcentaje de prostitución decaería un 80% (apreciación intuitiva, nada científica), pero nos quedaría el otro 20% consustancial con la naturaleza humana.

Hola Beatriz,
Como reflejan algunos simpatizantes que dejan su criterio en este Blog, acerca de este tema, la Prostitución, ni que decir tiene, que sin leer tu libro aún, barrunto que no está muy lejano de todos los articulos que llevas escribiendo sobre este tema, pinceladas suficientes para no dejar pasar en vano tu análisis, tus estudios, tu reflexión continua, tus actividades , y hasta me atrevería decir que tu lucha vital.
Disculpa que airee que hay temas que desbordan a uno, y en este pais, éste es uno más. Pero claro, cuando en un pais como el nuestro, que los ciudadanos no pueden ni siquiera “pensar” en cambiar un articulo de la Constitución, aun siendo, como dice la Constitución, «la soberania nacional reside en el pueblo» qué vamos a pensar o a creer con el resto de normativas, leyes y legajos que los politicos manipulan a su antojo. ¿Que vamos hacer con los jueces? ¿Que vamos hacer con las ideologias que impregnan la rabia y las conciencias en el resto de ciudadanos como dogmas? ¿Que vamos hacer con los representantes de la ley, con los ministros, presidentes, alcaldes, concejales que mienten a los ciudadanos? Pues la prostitucion es como el patito feo del interés social, y lo vemos en todos los escenarios públicos, prensa, TV, magazzines, tertulias, policia, ministerio fiscal, servicios sociales, todo, se silencia en todos estos medios hasta el máximo, y no se tiene ni cómo profesión, ni como grupo social, tan siquiera, donde la prostitucion está enterrada por los sepultureros de los poderes fácticos, todos los que tenemos, hasta el fantasmagórico dios senofobo de los credos.
Eso sí, todos se alimentan con la prostitución, alegoricamente, y muchos millones la utilizan fisicamente.
El tema pasa de ser muy escabroso desde la hipocresia social, hasta normal y natrual en una sociedad abierta y racional.
Escabroso, terrible desde los poderes, que dejan a mujeres inducidas por las mafias a prostituirse, con el visto bueno de los poderes, reitero , de todos los poderes. Terrible. Tenemos casos ultimamente en la prensa,(los hemos tenido siempre) del desprecio que tienen los gobiernos que hemos tenido haciendo la vista gorda a esta clase de actividad en vez de regularla, y constituirla como una actividad social. Tenemos continuamente seres humanos viviendo en estatus del medievo, clandestino en sus arquitecturas organicas, pero públicas al mismo tiempo. Y nada. No pasa nada.
Cuando hablo con gente de derechas, aquellos que han visitado Amstendam por ejemplo y dialogamos sobre el barrio chino, todos lo ven como muy “chuli” “organizado” “adelantados” ¡”que maravilla”! ¡Como se lo tienen montado! ¡Como se nota que nos llevan años de adelanto! Expresiones similares. Pero cuando dan la media vuelta y en nuestros entornos sociales, nuestros trabajos sacamos las conversaciones, por ejemplo de esto. Se han olvidado de Amsterdam. Es así.
Yo no acabo de entender todavia como el dominio es un hito democratico dentro de una sociedad que dice ser demócrata. Y la Constitución española tiene muchos hitos de poder, de dominio, de sumision, por lo tanto la Prostitución como se origina en este pais, es un engendro de la misma Constitución, cuando en el art. 10.1, habla de todo menos de dar una espacio a la actividad de la prostitución como una demanda muda de la sociedad. Y claro está todo este comentario es referente a la Prostitucion voluntaria, que debiera ser constituida como una actividad mas del entorno social, con sus convenios y estatutos, y representacion social. La Prostitución forzada (existente en España) por supuesto que no voy hacer ningun comentario porque me parece fascismo puro e inquisitorial. Para ello ya está el articulo 23 de la Ley organica del Poder judicial, que por ciertos según sea el color del juez, se aplica, o no.

Lo leeré y lo comentaré. Porque mucho más allá de los marcos teóricos y los argumentos, que son necesarios para ordenar hay una realidad, mejor dicho unas realidades «tozudas» ellas, que no se ajustan a los marcos teóricos. La realidad social de la prostitución es muy compleja y lo que pasa en la intimidad entre dos personas que han pactado un intercambio de sex-afecto por dinero y como lo viven conforman un gran universo de sensaciones y emociones contradictorias que solamente conocen de primera mano los actores implicados.
No hablo de la trata en prostitución, porque para mi la trata no es prostitución sino directamente violación, es decir trata de seres humanos/mujeres7hombres y menores para su violación, no para prostitución.
Espero pronto poder escribir yo también mi esayo o mejor todavía mi tesis doctoral.
Ya escribo mucho sobre esto en mii blog, pero por ejemplo. A alguien se le ha ocurrido pensar porqué las mujeres accedemos, en su mayoría en prostitución cuando tenemos necesidad de dinero…¿Todavía no he oido decir que es por el peso del estigma que controla la sexualidad y sólo la aplaude en un entorno? Si ofrecer sexo a cambio de dinero no estuviera estigmatizado habría muchas más personas que accederían a prostituirse, ya que son muchos los escenarios en los que se tiene sexo porque si con desconocidos, relaciones sexuales como los encuentros fortuitos y rápidos como el doging..Por lo menos en las grabdes ciudades pasan…Eso si, si no hay estigma no sería tan bien retribuido, hablando claro no se ganaría tanto dinero y no compensaría prostituirse y soportar el estigma, que hace que las personas que ejercemos tengamos que callarnos,..esto es solo un apunte.
Muchas gracias.

No sé si ha quedado clara la idea que intento transmitir. Si ofrecer/demandar sexo-afecto por dinero no estuviera estigmatizado, ni penalizado moralmente…al no ser rentable, las personas que nos prostituimos no lo haríamos como lo hacemos. Nos prostituimos porque, apesar de la discriminación a la que tenemos que hacer frente, sabemos que podemos ganar mucho más dinero en prostitución y de manera rápida que en la mayoría de trabajos, y no hacemos daño a nadie, ni delinquimos. (inciso, ahora con la crisis , ni la prostitución es rentable, ha caido muchísimo la demanda..si así es, los hombres no tienen dinero para gastarse y los precuos han caido a niveles que nunca he visto en 22 años que llevo en este mundo, en todos los niveles y horuillas de precio de prostitución,

Estoy de acuerdo con algunas cosas de las que dices, pero no con todas, aunque este no es el lugar. Yo sostengo que el estigma es inseparable de la prostitución porque, entre otras cosas, a muchos hombres les erotiza el estigma porque eso es lo que les da una posición de dominio sobre las mujeres. Hay muchos estudios sobre eso y no abolicionistas precisamente. Si no fuera por el estigma muchos hombres preferirían follar gratis y los que no pueden follar gratis posiblemente no querrían pagar porque eso les pondría (a ellos) en una situación de despoder respecto a ellas. El estigma (que recae sobre ellas) es lo que les garantiza a ellos el dominio de la situación. El estigma no va a desaparecer porque quienes lo quieren son ellos, los que pagan y si no, no pagan.

De ser cierto, que la estigmatización es causa y efecto de la prostitución, supongo que ese es un motivo más que suficiente para su regulación y acabar con esa estigmatización o al menos combatirla. Y si eso hace que termine no siendo rentable la prostitución, desaparecerá sin más, ¿no? Sinceramente, no veo una manera mejor de acabar con la degradación que rodea a la prostitución que su regulación.

Pues podría ser, yo pienso que la cuestión es muy complicada. Pero si lees mi libro también cuestiono que la regulación sea una solución a nada porque no ha dado resultado allí donde se ha implantado, porque las mismas mujeres que se dedican a ello no han querido regularizarse,(en contra de lo que dicen las proregulación, que en realidad muchas veces, no todas, hablan por boca de los empresarios)y porque ha creado mayor degradación: una clase las reguladas, con menos demanda y las no regularizadas con mucha más demanda, precios más bajos, mucho más inseguras y a merced de los clientes y, además, del estado que pasa a perseguir a estas con mucha más saña. Las regularizadas han pasado a ser explotadas por los empresarios, también algunas han podido imponer algunas condiciones sanitarias o de seguridad, cosa que a los clientes no les gusta, por lo que estos se han desplazado a las no regularizadas. Mira las cifras en Holanda, la gran mayoría no ha querido regularizarse y las que se han visto obligadas preferían la situación anterior. Lee lo que manifiesta el principal sindicato de prostitutas: que están peor que antes. La solución es muy compleja y tiene que venir desde muchos sitios al mismo tiempo y desde luego no de una ley. Donde hay poco estigma, los clientes buscan más estigma, de ahí también el gran flujo hacia los paraisos sexuales completamente desregularizados. Los clientes manifiestan (yo recojo encuestas) que las prostitutas europeas ya no les gustan porque están «demasiado» empoderadas y por eso ahora hay viajes muy baratos para buscar chicas, niñas, asiáticas. Es el despoder lo que erotiza en la mayoría de los casos.

Sigo sin ver el perjuicio de la regulación de la prostitución. Si continúa habiendo mafias habrá que combatirlas, lo mismo que ahora, y a los clientes de la prostitución ilegal les podría caer multas ejemplares por promover el tráfico de personas y el esclavismo, con más justificación de lo que pueda hacerse ahora.

Siendo realistas es posible imaginar una situación aceptable con una buena regulación, aprendiendo de los errores cometidos en otros países; pero difícilmente puedo ver esa condición de aceptabilidad con una mayor represión de la prostitución. Y si hablamos de una educación en valores igualitarios, eso también puede hacerse regulando la prostitución.

No es posible educar en valores igualitarios si los chicos aprenden que ellos siempre van a tener, cuando lo deseen a una mujer a su disposición. Ellas no. La prostitución es una de las pocas cosas del mundo que no es reversible, por eso no puede ser igualitaria. Para mí, la base de la prostitución está en la configuración de la sexualidad femenina y masculina como opuestas, desiguales, dicotómicas etc. Ese es el principio que subyace en que ellos «necesitan» tener mujeres para saciar un deseo incontenible y legítimo. Ellas no lo necesitan y aunque lo necesitaran los hombres no se pondrían en la situación de las mujeres prostitutas. Es decir, puede que haya hombres prostitutos para mujeres de clase alta, pero ellos hacen «de hombres». Hombres prostituidos igual que las mujeres, serían hombres que en la calle medio desnudos se arrodillaran para chupárselo por 20 euros a una mujer sin más, que tuvieran que estar horas desnudos en un parque en invierno o que aceptaran ser sodomizados con un dildo. Si eso se diera, en ese caso, hombres y mujeres sí, serían iguales, en ese caso no habría patriarcado. La prostitución es incompatible con la igualdad porque es la expresión de la desigualdad. Otra cosa es que discutamos cómo hacer más llevaderas las vidas de estas mujeres o como enfrentar esta institución de desigualdad sin empeorar más aun sus condiciones de vida.

Ese panorama que describes quedaría ilegalizado y, por tanto, prohibido en una situación de regulación. Por otro lado, las vejaciones que pudieran ser cometidas en su trabajo regulado podrían ser denunciadas.

No es cierto que no se pueda educar para la paz en un tiempo de conflictos, ¿verdad?; de la misma forma se puede educar en la igualdad en una sociedad que no lo es.

Desde luego que una sociedad no igualitaria puede trabajar por la igualdad, pero no sí lo que hace el estado es legalizar la desigualdad en lugar de combatirla. No podemos educar a los chicos en la igualdad si el estado lanza el mensaje de que la desigualdad sexual es algo legítimo a proteger. De nuevo creo que la prostitución no se debe perseguir, sin embargo. En mi libro demuestro, creo, que muchas de las mujeres que se prostituyen más o menos libremente preferirían que se dejara en la alegalidad. En realidad, la prostitución no está penalizada, así que no hay que luchar por la despenalización.

«Más allá de los derechos de las mujeres que se dedican a la prostitución que es otra cuestión a discutir, no es verdad que la institución de la prostitución no perjudique a nadie, perjudica a la causa de la igualdad, y a todas las mujeres.»

A esto que señala aquí Beatriz (de cuyo libro he podido leer ya partes), como varón me atrevería a insinuar -sólo insinuar porque aún no conozco estudios sobre este particular- que en lo relativo a ese perjuicio que la prostitución estaría causando a la causa de la igualdad, podríamos añadir además de los aspectos que afectan a las mujeres apuntados en la respuesta por Beatriz, otros aspectos como son el perjuicio a un nivel simbólico que dicha forma de establecer y de relacionarnos con las mujeres tiene para el conjunto de los hombres de una sociedad: me refiero aquí a cosas como la desconfianzas y una peor consideración que las mujeres (cualquier mujer) pueden tener hacia los hombres que se cruzan en sus vidas cotidianas sólo por el hecho de que en el contexto social en el que ambos desarrollen sus respectivas vidas abunden la demanda y la oferta de esta clase de relaciones no igualitarias.
Asimismo, está por ver que la demanda y el consumo de prostitución llevado a cabo por una parte de los hombres de una sociedad como la nuestra sea una práctica totalmente inocua, o no resulte nociva, en determinados aspectos para esos varones (sobre todo para aquellos que llevan a cabo la misma de modo reiterado o habitual). Sobre esto me parece que apenas se ha investigado (desde un marco teórico de la psicología social o de la socio-psicología que sea potente); y creo que apenas se ha investigado porque ello no ha tenido la suficiente importancia o no ha interesado ni a los poderes hegemónicos de nuestra sociedad (instituciones políticas, Iglesia) ni tampoco a la mayor parte del feminismo (en este caso al feminismo institucional, pero tampoco al feminismo pro-derechos). A ver si en un futuro próximo desde las perspectivas críticas que están surgiendo desde el ámbito de los Men`s studies se proyecta alguna investigación de esta índole.

Por si te interesa. Un texto mío de hace un par de años.

«Una visión anticapitalista de la prostitución: más allá de la prohibición o la normalización

Muchos temas sociales provocan encendidos debates entre izquierda y derecha: por ejemplo el aborto, o los matrimonios del mismo sexo. También se conocen muchos debates estancados entre diferentes corrientes de la izquierda. Lo que es distintivo, con el tema de la prostitución, es que muchas activistas del movimiento feminista —seguidas por mucha gente de izquierdas — partiendo de las mismas premisas adoptan posiciones totalmente opuestas.

Por un lado, algunas abogan por la prohibición de la prostitución; por otro, las hay que defienden el ejercicio de la prostitución. Este texto se dirige a plantear una manera de ver la cuestión que recoja los aspectos positivos de ambas posiciones, a la vez de intentar evitar sus puntos débiles….»

http://davidkarvala.blogspot.com.es/2010/02/una-vision-anticapitalista-de-la.html

Hola Beatriz, en primer lugar felicitarte por tu libro. llevo varios años leyendo y estudiando el tema de la prostitución y no me sentía representada totalmente por ninguna de las dos posturas mayoritarias. Veía que era necesario establecer posturas más intermedias, por lo que estoy totalmente de acuerdo con los argumentos que expones en tu libro. Solo tengo una duda…en tu libro menciones a Carla Corso y Pia Covre, de las que cuentas que estuviste en un curso y siendo ellas prostitutas no defienden esta institución sino que abogan por la abolición. Tenía entendido, por algún artículo que leí sobre ellas que defienden la regulación y los derechos de las mujeres en situación de prostitución. ¿Podrías decirme algún texto, libro, artículo en el que ellas comenten cuál es su postura frente a la prostitución? Gracias de antemano

Voy a ver si consigo encontrar ahora alguno. De todas formas en mi libro creo que cito los capítulos en los que ellas lo dicen. Ellas abogan por dejar la prostitución alegal y aseguran que la regulación no ha funcionado allí donde se ha aplicado. Me parece que en el libro de Raquel Osborne, en donde por lo menos Corso, escribe un capítulo, sostiene eso. Pero no estoy segura. Miralo si puedes y yo iré mirando. Terminé el libro hace más de un año y le tengo un poco perdida la pista, pero, repito, de todo lo que escribo que son citas, pongo las referencias.

Por si a alguien le interesase conocer mi opinión sobre el testimonio autobiográfico que Grisélidis Réal (mujer que ejerción prostitución a lo largo de varias décadas y pionera en Europa del activismo pro-derechos) dejó en su libro «El Polvo Imaginario»…

.En este libro -que es la correspondencia mantenida entre agosto de 1980 y diciembre de 1991 entre Grisélidis Réal y un periodista, Jean-Luc Hennig- esta mujer (participante en la revuelta francesa de 1975 y pionera del activismo, en Europa, por los derechos de las prostitutas durante la década de 1980) ofrece un testimonio más o menos abundante, de lo siguiente:

– su manera de vivir y sentir cotidianamente su «oficio», la prostitución.

– su percepción de los hombres que son sus clientes.

– sus ideas acerca de las relaciones humanas, del amor entre las personas; del sexo.

– Su visión de la sociedad (de la suya) y de ella posición que ella tiene en ella como «trabajadora», como ‘prostituta’ y como ‘prostituta militante’.

Después de conocer ese testimonio de prostitución (y de haber leído otros documentos de carácter autobiográfico de otras mujeres en prostitución), a mí me parece lo siguiente:

– Grisélidis Réal, nacida en 1929, realizó durante décadas, desde los años 60, prostitución (prolongando esta actividad hasta una edad bastante avanzada).

– A Grisélidis Réal la actividad prostitutiva en sí misma llegó a cansarla de manera importante, pero sin embargo ella se mantuvo en el activismo a favor de considerar a la prostitución un trabajo, y a favor de los derechos de las prostitutas.

– Creo que esta mujer (al menos en su madurez) vivió en una situación de exclusión social evidente. Esto en su caso se tradujo en el aislamiento social. Grisélidis vivió en una importante soledad y suplió esta con cosas como la ingesta cotidiana y abundante de bebidas alcohólicas, la escucha de música (como otra forma de evasión) y el auto-engaño; aparte de las «confesiones» que le hacía a su confidente Jean-Luc Hennig por vía epistolar.

– Grisélidis se debate en una permanente contradicción a la hora de pensar en el significado que tiene su trabajo cotidiano de atender sexualmente a los hombres (a ciertos hombres) y pretender defender al mismo tiempo la prostitución como un trabajo. Esta contradicción permanente pienso que ella no consigue resolverla. Para mí ella está en un estado que podríamos denominar de ‘esquizofrenia moral’.
Asimismo a tendencia moral predominante en Grisélidis es la de desprecio o sino completa indiferencia, hacia la mayoría de los hombres (hacia prácticamente todos los que ella trata cotidianamente). No es cierto que ame a los hombres, aunque ella en algunas de las cartas que le escribe a Hennig se auto-engañe y diga que el sexo prostitucional es su forma de amarlos.

– Grisélidis Réal se muestra como una persona con una cierta capacidad crítica y sensibilidad hacia las desigualdades e injusticias observables en la sociedad, pero al mismo tiempo como alguien bastante antisocial, alguien con un exceso de egolatría e individualismo, y como una escéptica-descreída de todo. Así deja entreverlo en bastantes de esas cartas que le envió a su confidente.

– Grisélidis Réal me parece que es alguien con enorme dificultad para querer a una(s) persona(s) en particular, probablemente porque ella no es capaz de quererse a sí misma en realidad.también como

– Posiblemente, las instituciones que tienen que ver con la atención social de los distintos lugares en los que vivió Grisélidis Réal a lo largo de su vida, no la trataron ella con justicia. No le dieron a ella la justicia a la que tendría derecho ni le facilitaron a ella la atención que como ciudadana o como persona o como madre de cuatro hijos ella se merecía viviendo en tales países.

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