I-Introducción: la vejez inexistente
Dentro de 50 años seremos 2000 millones de personas mayores en todo el
planeta y más o menos 200 millones de ellos serán gays o lesbianas. El 22% de los habitantes del planeta tendrá entonces más de 65 años.
Hay pocos temas que hayan suscitado en los últimos años una bibliografía tan amplia como el de la vejez. Basta echar un vistazo a cualquier biblioteca o centro de documentación especializado en temas sociales o demográficos para comprobar que los informes, estudios o libros sobre las personas mayores de 65 años ocupan una parte importantísima de las investigaciones en los últimos años. Sin embargo, de manera inversamente proporcional a esta ingente cantidad de estudios, la presencia real y la influencia de las personas mayores en la cultura actual es prácticamente inexistente. Y su importancia política, cultural o social disminuye rápidamente. La vejez no es considerada socialmente como lo que verdaderamente es: un éxito; uno de los hechos más positivos de los últimos tiempos ya que, en realidad, se ha conseguido democratizar la esperanza de vida y que cualquier español al nacer tenga ante sí una esperanza de vida semejante independientemente del medio social en el que nazcai[2]. Y sin embargo, en lugar celebrar ese éxito que nos
iguala, y aunque cada vez se vive más tiempo, parece que las personas
mayores molestan y que nada está preparado para ellos. Es el de los viejos un tema que interesa a los investigadores y a los políticos (que nunca se olviden de hacer «guiños” electorales a los votantes de esa edad), pero no al resto de los ciudadanos, o a la cultura, que ha instaurado una especie de «amnesia» social que nos hace pensar que nunca vamos a llegar a viejos.
Lectura íntegra: informe-mayores-lgtb
Una respuesta a «Vejez y orientación sexual»
Muchas gracias por la propuesta