A estas alturas las mujeres sabemos que muchas de las leyes que pretenden protegernos son en realidad una trampa que compromete nuestro futuro y, por tanto, también el de nuestros hijos e hijas. Aumentar únicamente los permisos de maternidad sin aumentar el permiso de paternidad sólo supondrá que los empresarios serán cada vez más renuentes a contratar mujeres (y con cierta razón porque resultan más caras). O la otra opción, que es muy real también y que en España conocemos bien, que las mujeres renunciarán a tener hijos o tendrán muchos menos de los que quieren tener. Ambas cosas son dolorosas para las mujeres y a largo plazo ruinosas para un país. Además son injustas para todos. Para las mujeres porque tienen que elegir entre maternidad y trabajo remunerado y porque a veces al optar por la maternidad en según que condiciones pueden estar comprometiendo su futuro laboral, económico, vital. Para los niños/as es injusto porque no disfrutan lo mismo de sus padres que de sus madres, pero también porque en la medida en que sus madres no trabajen o ganen menos, se divorcien se separen, se queden viudas, ellos se verán con mayor facilidad en situaciones de pobreza.
Y es injusto también con los hombres que no acaban de poder disfrutar de la posibilidad de criar a sus hijos y de estar cerca de ellos en las primeras semanas en la misma medida que las madres. Muchos de ellos quieren hacerlo y lo están exigiendo. España es uno de los países europeos que otorgan menos posibilidades a los hombres para que se corresponsabilicen y compartan la crianza de sus hijos. Además habría que recordar que el parlamento español aprobó ya que el permiso de paternidad, intransferible, se aumentase de los 13 días actuales a 4 semanas, aprobación que quedó en suspenso debido a la crisis. Si esta ley, ya aprobada, se pusiera en marcha el bebé tendría en lugar de las 16 semanas de la madre, 32 semanas en las que podría ser cuidado por los dos.
Corresponsabilizando a los padres de la crianza de los hijos todos saldríamos ganando, y las mujeres no verían como su necesaria y siempre postergada igualdad laboral se pone en peligro si optan por ejercer su derecho a ser madres. Seguir considerando que los bebés son cosa de las mujeres en exclusiva y que el bienestar de aquellos depende del tiempo que las madres les dediquen sólo redundará en mayor discriminación laboral, desigualdad social y económica para mujeres, niños y niñas. Además culpabiliza a las mujeres, también en exclusiva, de ese poco tiempo en el que el bebé puede permanecer en casa. Así que es cierto que 16 semanas de permiso para la madre son pocas pero lo que hay que hacer no es aumentarlas, sino aumentar las del padre. Sólo con eso, el tiempo que el bebé disfrutaría del cuidado de un progenitor/a sería del doble del que tiene ahora. Todos, todas, saldríamos ganando; y la igualdad, desde luego, también.
Publicado en El Plural
Una respuesta a «¿Permisos de maternidad más largos?»
Recuperando este post antiguo puedo decir que estoy bastante de acuerdo con la mayoría de las cosas que comentas.
Y también creo que es fundamental fomentar la integración del padre al hogar (además de la mujer al trabajo).
En cualquier caso, y recuperando la bandera que utilizas habitualmente en tus artículos (la posibilidad, el derecho y la libertad de elegir), creo que la ampliación del permiso de paternidad redundaría poco en el beneficio para los niños. ¿Por qué? Muy sencillo. Porque como bien sabemos la baja paternal, al igual que la maternal, es un derecho y no una obligación. Y como tal, y en el contexto actual, es más que probable que el uso que se hiciera de tal derecho sería mínimo. La realidad, nos guste o no, es que la mayoría de los hombres no quiere vivir ese acercamiento al entorno del hogar y familiar. Si bien las cosas van cambiando lentamente (y empieza a haber reducciones de jornada y excedencias por cuida de hijos en el sector paternal -mi marido, por ejemplo-), de forma generalizada los hombres huyen y rehúyen esas «obligaciones».
Por este motivo, para mi sigue siendo más importante y prioritario que la baja que se amplie sea la maternal (ya que eso sí es una demanda social de un importante sector de las mujeres). Digamos que es un «derecho más útil» (pues se pondría en práctica). La ampliación de baja paternal también estaría bien (puestos a pedir) para que pudieran hacer uso de ella el reducido nº de hombres que optarían a ella. Pero yo no la priorizaría (la ampliación de la baja paternal) si para ello hubiera que sacrificar la baja maternal… En definitiva, por orden de prioridad (y demanda), primero ampliamos la maternal, y después, la paternal… Consolidemos los derechos por prioridad de uso…