Me temo que la teme todo el mundo. Y si es cierto que sigo teniendo mis dudas respecto a la intervención armada en Libia, también tengo la borrosa sensación de que la izquierda, en la que creo y a la que espero, ha dejado pasar una buena oportunidad de ponerse al frente de la defensa de las revoluciones árabes, sin matices, y que ha dejado pasar también la oportunidad de demostrar que se ha librado de viejos lastres que son propios de otro mundo -no de este- y que ha llevado a mucha gente a la desafección, justo ahora, cuando la izquierda es más necesaria que nunca.
Aunque las potencias occidentales digan que apoyan la lucha por la democracia, ya sabemos que esto es según convenga, no hay que insistir en ello, es demasiado obvio. Por lo mismo es evidente que estas revoluciones no les gustan y que hubieran preferido que no se produjeran y las razones que tienen ahora para intervenir son de todo tipo: prevenir la llegada de inmigrantes, tomar posiciones ante el nuevo régimen, cálculos electorales (caso de Merkel y Sarkozy) y también cierta presión de sus opiniones públicas. Pero no me cabe duda de que hubieran preferido que las revueltas no se produjeran.
Para empezar porque el hecho de que estas revoluciones no tengan nada que ver con la religión deja a occidente sin la excusa del islamismo radical que tan útil ha sido para justificar cambios actuaciones contrarias a los derechos humanos. En segundo lugar, además, estas son sus dictaduras, apoyadas y mantenidas por ellos durante décadas. Con estas dictaduras amigas occidente se ha apropiado de los recursos naturales cuyos beneficios no han revertido en los pueblos que los poseen, sino en unas pocas familias. Además, les hemos vendido ingentes cantidades de armamento y han controlado la inmigración tal como queríamos. Y por último, y se está hablando muy poco de esto, gracias a estas dictaduras, EE.UU e Israel han podido mantener el estatu quo de la región respecto al estado israelí. Lo cierto es que la mayoría de estos gobiernos han sido cómplices, más o menos disimulados, de las políticas israelíes y norteamericanas.
Caen Túnez y Egipto, se mueven Bahrein, Yemen, Siria, Libia, Arabia Saudí. Si caen todos, y no en manos de islamistas fanáticos como Irán, sino que se convierten en democracias va a resultar mucho más difícil mantener las políticas proisraelíes. Con los tiranos es fácil negociar, sólo piden seguir en el poder y poder seguir robando impunemente; es fácil comprar sus votos en la ONU o sus políticas, pero hacer eso con una democracia es más difícil en cuanto que éstas dependen en parte de su opinión pública; una opinión pública completamente propalestina. Ahora Israel ya no será la única democracia de la zona como lleva décadas vendiéndose, sino que estará rodeada de democracias que pueden exigir a EE.UU cambios en su política hacia Israel, por ejemplo que se cumplan las resoluciones de la ONU, y lo pueden exigir negociando, por ejemplo, con su petróleo.
Pienso, además, que a las potencias occidentales estas revoluciones no les gustan nada porque son un mal ejemplo. Si un pueblo sin armas, sólo con su determinación de no ceder puede derrocar a un régimen enquistado eso es un aprendizaje que cualquiera se puede aplicar. Es una enseñanza que ningún gobierno querría que se extendiera. ¿Y si aprendemos eso aquí? ¿Y si nos negamos, por ejemplo, a que nos gobiernen los mercados? Los pueblos árabes nos han enseñado en estos días que no es necesario tener armas, que se puede hacer desde abajo, que nada es inevitable y que siempre hay alternativas. No se si hay muchos ejemplos en la historia en la que un país provoque un cambio de régimen poniéndose por miles, por cientos de miles, en una plaza y no moviéndose de ahí.
Respecto a la izquierda que se opone a la intervención el problema (hay muchas excepciones) es que da la impresión de que estas revoluciones tampoco les han gustado mucho. En lugar de tomar la bandera de unas revoluciones populares de las que podríamos tomar ejemplo se vuelcan contra la intervención por razones muy dispares. Algunas las comparto, especialmente la desconfianza hacia las potencias interventoras. Pero aunque han declarado que se oponen con igual fuerza a la intervención que a Gadafi, lo cierto es que en lugar de poner de manifiesto, en primer plano, la hipocresía de quienes sí recibieron al dictador con todo tipo de honores y le protegieron hasta el final, envían videos y fotos por las redes sociales tratando de demostrar que Gadafi no es el dictador horrible que se pretende y que la revuelta está instigada por los EE.UU.
La izquierda no apoya claramente estas revoluciones porque no las siente suyas; porque lo que los manifestantes piden se aleja de los parámetros tradicionales de las revoluciones populares. Pero hay además, no nos engañemos, restos de una política de la guerra fría en la que hemos apoyado a dictadores sólo porque se opusieron a los EE.UU hace 40 años como es el caso de Gadafi. Y el mundo ha cambiado desde entonces. Necesitamos una izquierda que demuestre que se ha deshecho de modos de actuar y de pensar que no se corresponden con los cambios vertiginosos que el mundo ha vivido, que comprende la nueva situación. Necesitamos una izquierda que se de cuenta de que EE.UU. no es el enemigo y cualquier antinorteamericano un amigo. El enemigo a combatir ahora por la izquierda es el neoliberalismo globalizado que no tiene patria. Pero el enemigo tiene que serlo también Irán por ejemplo, al que una parte de la izquierda apoya, y todos los regimenes violadores de los derechos humanos. Necesitamos una izquierda que demuestre que ha entendido que la guerra fría se ha acabado, que apoya la legalidad internacional con la intención de que ésta se cumpla siempre y en todo caso (también la que afecta a Israel); que la exigencia de relaciones internacionales éticas y justas es su marca en todo momento y no que las haga depender de cálculos políticos que no tienen nada que ver con la justicia.
Creo que la izquierda ha perdido la oportunidad de subrayar que si allí se han levantado contra una dictadura, aquí podríamos levantarnos contra la dictadura de los mercados; que no hay régimen que no pueda derrocarse (ni siquiera un régimen económico injusto como éste) que las revoluciones pacíficas son posibles, que la democracia tiene que ser mucho más que introducir el voto en las urnas, que puede que el hartazgo popular y la sensación de humillación no tengan que ver siempre con la pobreza, sino con la convicción de que estos políticos, estos partidos y este sistema electoral no representan la voluntad popular, sino que sólo representan a los bancos. En realidad, en los pueblos árabes ha pasado algo parecido a lo que pasó en Islandia, sólo que en Islandia no se liaron a tiros. Un pueblo que se pone en una plaza y dice Basta. La izquierda ha perdido la oportunidad de unirse a la idea de que a veces los pueblos dicen que por ahí no pasan, y no pasan.
Y finalmente, todo esto puede irse al traste. Las potencias atacan al ejército de Gadafi en lo que puede ser una manera de controlar el proceso y una maniobra de distracción mientras las dictaduras asesinan en Yemen o Siria, y la izquierda protestando contra la intervención en lugar de volcarse en el seguimiento de las revoluciones para que no sean traicionadas como puede ocurrir. Pero el resultado final no empeñará que el proceso vivido sea visto en el futuro como una grandiosa oportunidad.
Publicado en Confluencias: http://www.confluencias.es
6 respuestas a «¿Quién teme a la revolución?»
Creo que te equivocas en tú analisis. ¿Para qué ha servido la destrucción de Libia como país? ¿como viven hoy los libios? ¿no es acaso lo que pasa en Siria y Libia lo que se llaman «revoluciones de colores»? A estos tiberios algunos llaman revolución, rebeldes y luchadores por la libertad. Debe de ser que soy antirevolucionaria porque no me gustan un pelo.
La OTAN y EEUU -válgame la redundancia- lleva desde el principio siendo instigador y partícipe activo de las mutilaciones, violaciones, saqueos y asesinatos.
http://librexpresion.org/wikileaks-eeuu-detras-de-las-protestas-en-siria
http://www.europapress.es/internacional/noticia-siria-archivos-stratfor-publicados-wikileaks-desvelan-hay-comandos-paises-otan-siria-20120307073117.html
Mientras que las masacres de la OTAN sí están demostradas positivamente, el 90% de lo que se dice sobre al Assad es, seguramente, falso, como se demostró falso lo que se nos dijo sobre Saddam Husseim (armas de destrucción masiva), y también se ha demostrado falso lo que se nos ha dicho sobre Gadafi (miles de manifestantes bombardeados desde el aire en bombardeos que nunca existieron, fosas comunes con 1270 personas que resultaron ser huesos de camello, soldados utilizando viagra en lugar de munición para follar más que Nacho Vidal, armas de destrucción masiva -sí, otra vez emplearon ese argumento, literal-, etc.) En definitiva: ha que seguir INVENTÁNDOSE masacres inexistentes para justificar masacres REALES.
De las masacras de al Assad no duda ninguna organización internacional de caracter progresista, muchas de las cuales han estado allí, ni siquiera los partidos de izquierda que hacen llegar opiniones fuera las niegan, es más, las corroboran, ni los periodistas que las ven etc. De las armas de destrucción masiva todo el mundo sabía que no existían. Comparar una cosa con otra es absurda y esa cerrazón en negar que Assad es un asesino no es más que complicidad. No se de qué ha servido lo de Libia, seguramente de poco. No obstante no es posible ver la época de Gadaffi como mejor que nada.
¿Qué Assad masacra a su pueblo, quién aportó pruebas del algo así? ¿y para que hace eso? ¿no es complicidad no oponerse tajantemente a intervenciones extranjeras? hay periodistas que no las corraboran en absoluto…¿no lo has leído? ¿no te parece aventurado opinar?
Lo que está sucediendo en Siria con los mercenarios de Al Qaeda-Gladio que masacran para la OTAN es extremadamente grave y brutal. A los que piensan que lo que digo no es cierto, les invito a ver este video, de extrema brutalidad que muestra el proceder de estos mercenarios extranjeros. Lo advierto otra vez, el video es demasiado duro, pero así es la realidad que la OTAN está imponiendo en Siria: http://youtu.be/mXBIA7H2zxA
La técnicas recientes de manipulación de masas pretenden por un lado, como es obvio, movilizar ideológicamente al máximo posible de personas hacia un objetivo determinado sin que los afectados se den cuenta de la manipulación pero también, y no menos importante, en desactivar aquellas corrientes de la sociedad que se pudieran oponer a dichos objetivos y que no se pueden atraer a sí pero que sí se pueden neutralizar. Para ello se usan intelectuales u organizaciones aparentemente de la misma cuerda que aquellos que se quieren desactivar ( para crear confianza y credibilidad) y se lanzá un mensaje equidistante: Israel ocupa Palestina PERO los palestinos son terroristas, la Otan bombardea Yugoslavia PERO Milosevic es muy malo, EE.UU. invade Irak PERO Hussein es un nuevo Hitler, la EU bombardea Libia PERO Gadafí es un tirano, los rebeldes sirios son uno sanguinarios mercenarios PERO el régimen sirio es tan cruel. Con lo cual se adopta una postura NI-NI, exquisita desde el punto de vista intelectual pero que políticamente le hace el juego a aquellos que usan la fuerza de las armas para imponer sus intereses. Los anti-imperialistas no somos tontos…sabemos quien eran o son Milosevic, Hussein, Gadafí, Arafat o Asad y sus políticas pero también sabemos cuales son las políticas criminales imperialistas de los últimos años y entendemos que refugiarnos en un complaciente ni-ni es hacernos cómplices por pasiva de dichas agresiones.Cuando la agresión imperial a Siria termine (porque Libia ya…) seré la primera en reclamar más democracia en aquel país al igual que lucho por más democracia en España que buena falta le hace.
Revolución en Siria sí la hay: es la resistencia del Pueblo, codo con codo con los chavales del Ejército Árabe Sirio, los hijos del Pueblo, por mantener a Siria soberana y seguir disintiendo como país respecto del Vampiro, que se muere y que por la fuerza ata a los países a su órbita decadente. Y no vamos a pasar a ser una España más, ni una Colombia, o Chile, o Grecia, o Egipto más. No lo vamos a consentir, ni vosotros, retaguardia de plumíferos asesinos con las mentiras, tampoco lo vais a lograr.
Algún día, derrotado el Hegemonismo y su época, la internacional de pueblos soberanos os juzgará y sentenciará. A lo mejor hasta estás vivo todavía. Nosotros seguimos acumulando pruebas de vuestra impostura. Para abrir boca, tienes aquí «DIEZ MENTIRAS SOBRE LA MASACRE DE HOULA». No te molestes en llorar a quienes clausuran y sabotean canales vía satélite (la iraní Hispan TV, Press TV, Syrian News, Orange TV, Al-Sham, etc.), porque tenemos éste y más videos con nosotros. Aquí el enlace, fabricantes de indiferentismo con el Verdugo y sus chacales quemacanales (como quienes explosionaron el citado Syrian News):
DIEZ MENTIRAS SOBRE LA MASACRE DE HOULA:
LA VERDAD, LA LIBERTAD, TRIUNFA.
Tamer
Siempre será importante ampliar la visión y los puntos de vista diferente de las versiones oficiales. Gracias por el esfuerzo de mantenernos informados y equilibrar nuestras opiniones tan bombardeadas por el oficialismo.
Creo, suponiendo que eres Tamer Sarkis de quien solemos leer sus estupendos artículos tendrias que buscar más espacios con voz [radios libres, el informativo más voces]que son gente con la mente abierta nada sectaria, sólo hay que escuchar las informaciones del bolrtín diario que recomiendo%.
http://www.masvoces.org ah también añado otra web de un colectivo que trabaja por la paz y la no injerencia de países soberanos por la criminal OTAN
http://www.ojosparalapaz.org.
fraternalmente
R