Perdonen que insista pero el derecho al aborto me parece el derecho más importante de las mujeres en tanto que es la piedra sobre la que pivotan todos los demás derechos. Es, nada menos, que el derecho a ser dueñas de nosotras mismas, de nuestros cuerpos, de nuestra capacidad reproductiva, de nuestra sexualidad. No es exagerado decir que el derecho al propio cuerpo es la base de nuestra ciudadanía, la capacidad de decidir sobre nosotras mismas, sin que el estado, la iglesia, los hombres, puedan interferir en lo que queremos hacer con nuestras vidas.
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